| TOMA CINCO | Ángel.

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El paisaje para Jimin era hermoso, a pesar de haberlo visto varias veces cuando salía a caminar con su madre por las calles de la ciudad de Seoul. Su madre le decía que siempre iban a la heladería 'Sweet ice cream' despues de almorzar con su padre. Antes de que este muriera.

Aún se preguntaba por qué Yoongi no tenía curiosidad -eso parecía- por saber de su padre, o por al menos saber que le habría pasado, por que, se supone que el pelinegro ya debió haberse dado cuenta de la asistencia de su padre en casa de Jimin.

- ¿Donde iremos, Hyung? -Preguntó el menor de las dos personas que estaban en ese auto. Yoongi sin apartar la mirada del camino respondió completamente concentrado.

- No lo sé, podríamos ir a tomar algún cafe o pasar el rato en el parque, aún es temprano.

- ¿Temprano? -El menor de los dos rió y miró a Yoongi - Hyung, son las.. 4:17 de la tarde.

- Es temprano Jimin-ssi -Ambos rieron, Jimin se sorprendia, le sorprendia el hecho de que estuviera ahora en el auto del chico que le gusta a punto de llegar a un lugar donde compartirían un momento a solas, un momento especial. El se sentía bien por que sabía que podría funcionar algo entre los dos.

Al momento de ambos llegar al parque, -en donde habian decidido estar- vieron a lo lejos un pequeño arbol con flores de cerezo, unas flores rosadas que caía suavemente de las ramas, dandole un toque sereno y tranquilo al lugar. Jimin sacó una mediana manta de color rojo de los asientos de atrás mientras que Yoongi bajaba del auto y rodeaba este para luego abrir la puerta de Jimin y dejar que este bajara del auto.

Caminaron juntos al parque en donde tendrían su esperada cita. Jimin estaba nervioso, Yoongi tambien estaba nervioso, solo que trataba de calmarse mentalmente ya que sabía que si no trataba de calmarse acabaría cubriendose la cara con ambas manos comenzando a reir, cosa que no quería que pasara.

- Ahora, a poner la mantita -Susurró Jimin comenzando a poner la mantita encima del cesped. Ambos chicos se sentaron en aquella mantita color roja, se miraron por unos segundos.

- ¿Te gusta cantar? -De repente una idea brillante se le vino a Yoongi a la cabeza, podría escuchar al menor cantar.

- Si, pero no soy muy bueno en eso, Hyung -Dijo el pelirosa, entre unas cuantas risitas haciendo un ademán con su mano en forma de que no quería hacerlo.

- Eso no importa -Yoongi sacó su telefono del bolsillo y comenzo a buscar alguna canción para que el menor cantara, acabo poniendo 'Dear no one' a un volumen en el cual ambos podían escuchar. Jimin miro a Yoongi con una ceja alzada mientras que el mayor le pedía con la mirada que comenzara a cantar.

El chico de cabellos rosados suspiro y comenzo a reir un poco, para luego tomar una gran bocanada de aire y soltarla, hecho esto, comenzo a cantar la canción que se la había aprendido gracias a internet y a su madre. Yoongi le miró en todo momento, sintiendo como sus hombros se iban relajando ante lo suave que era la voz de Jimin, su voz era natural, ya que el menor no se esforzaba -eso parecía, ya que no hacía gestos de fuerza con la cara- en cantar aquella canción.

Jimin tenía sus ojos cerrados, se le olvido todo cuando comenzo a cantar, se le olvido el mundo, incluso llegó a olvidar que estaba en el parque con Yoongi. Sonrió al terminar la canción y miró al mayor, quien tenía su vista fija en la de Jimin, con la boca entre abierta.

- ¿Que sucede, Hyung? -Preguntó Jimin preocupado, moviendo su mano a solo centimetros de la cara de Yoongi, como tratando de llamar la atención del pelinegro. Yoongi parpadeo un par de veces antes de sonreir levemente.

- Eres un ángel, Jimin -Susurró Yoongi mirando directamente los ojos del pelirosa. Podía jurar haber visto su reflejo en ellos, como si fuera un espejo. Jimin sintió sus mejillas calientes ante lo que el mayor dijo, no había recordado haber sentido tantos nervios en su vida.

El secreto  -  Yoonmin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora