Polos Opuestos

III

Al llegar a la casa que por cierto era una de ensueño, me dediqué a bajar mis pertenencias, Marcos me indicó mi habitación y pidió a una de las mucamas que me ayudara a subir las cosas y de paso me guiara hasta mi destino.

- Señorita Noemí, ¿No le pesaron las maletas durante el viaje? - Acaso me llamó Noemí?

- Es Naia.

- ¿Disculpe? - me miró confundida.

- Es Naia, me llamo Naia, Noemi es mi madre - su reacción fue de sorpresa pero se notaba algo avergonzada.

- Lo siento mucho señoría Naia - Se apresuró a llevar mis cosas.

- Descuida, puedo hacerlo yo, no te quito más tiempo, vuelve a lo que estabas haciendo antes - le sonreí y ella a mi.

- Mm deben estar pesadas - me di vuelta algo exaltada.

- Oh, disculpa, no te oí llegar.

- No te preocupes hija, ven mami te ayudará a guardar todo eso.

- No madre, puedo sola, gracias - continúe adentrando mis cosas a la habitación.

Wow! No había tenido tiempo para admirar este lugar precisamente con tiempo pero es realmente.. wow! Sin palabras.
No hay absolutamente nada para describir como me siento ahora mismo, por fin podré tener un espacio para mi, mi mente y mi silencio.

- Mami!!! - se oyó la voz de una niña de aproximadamente cuatro años.

- Mami?? - Me asomé por la puerta, mis sospechas eran ciertas, era una niña pero.. por qué le decía mami a mi madre?

- Oh Cariño, ella es Sophia, es la hija menor de Marcos, tiene tan solo tres añitos, no es una dulzura? - asentí dudosa pero algo enternecida por la pequeña.

- Ney!! - Vino hacia a mi con sus brazos extendidos.

- No bebé, no creo que se buena idea - Dijo Marcos acercándose a su niña.

- Descuida, esta bien, Hola Sophie - le hice un saludo de manos, a lo que ella se acercó, me abrazó y luego hizo un gesto dulce.

- Sería algo como tu hermanita - agregó mi madre, y listo acá se acaba el momento tierno, me levanté le di un besito en la cabeza a Sophie y volví a mi habitación.