- CAPITULO 7 -

1.4K 85 2
                                    

El sudor bajaba por su rostro, claro signo de temor... Como lo había olvidado... como había olvidado la sensación que le transmitía el ser que le quito todo lo que amaba cuando solo era un niño.

—D-Deliora... No... ¡No hay forma de que Deliora este vivo! —. Trato de convencerse inútilmente.

El encapuchado solo soltó una carcajada, al mismo tiempo, que llevaba su mano derecha al borde su capucha.

—sigues siendo un niño... Un niño muy idiota... —. Susurro. Cuando su poder mágico estallo con fuerza y brutalidad. Ocasionando que poderosas ráfagas de aire salieran disparadas en todas las direcciones.

—Observa y recuerda... Vuelve a tener las pesadillas que una vez te atormentaron... —. De un tirón, se arranco la capucha, revelando su apariencia.

Delante de Gray, estaba un hombre de 35 años, de cabello corto, color gris. Ojos tan negros como el carbón. De enfermiza tes pálida. Y por lo que se podía ver en sus bien trabajados torso y pecho, unas marcas negras triviales se asomaban por su piel.

Vestía un pantalón de mesquilla color negro, con un cinturón igual de negro. Tria puesto un par de botas de combate cafés, con accesorios de plata. En la parte superior, tenía puesto una camisa sin mangas de color gris. La utilizaba abierta. Y por último tenía puesto un abrigo oscuro demacrado por el tiempo.

—Lo sientes, ¿verdad? —. Decía, al mismo tiempo que un aura oscura desbordaba de su cuerpo.

—(¡mataré a Deliora por mi familia!)

(Adiós... Gray)

El azabache dejo caer a la peliazul, cuando que esta reaccione. Y lo primero que vio, fue a su amado con la cabeza gacha y la expresión ensombrecida por su pelo.

—muere... —. Susurro el peligris, cuando todo se cubrió de hielo, incluyendo las misma partículas del aire.

—no... —. Dijo Gray, mientras su magia de Devil Slayer se activaba. Y antes de que Juvia y el fueran congelados. Devoro la onda fría.

—Gray-sama, usted... Esta —. Pronuncio Juvia, viendo como el azabache terminaba de devorar la onda fría.

—Juvia, quiero que te alejes —. Dijo tajante. De pronto su magia se elevo hasta puntos no posibles para un humano.

La peliazul hizo caso a sus palabras inmediatamente se alejo de la ciudad.

—si crees que eso funcionara, estas equivocado —. Termino, desapareciendo de la vista del peligris. Tan pronto como se dio cuenta, había recibido un fuerte rodillazo en la mejilla izquierda.

«veo que ya no eres un niño, pero aun te falta...» —. Pensó, concentrando una gran cantidad de magia oscura en su puño derecho.

—¡no me importa quien seas, pero algo me dice que te tengo que matar! —. Declaro, mientras sus brazos desde las puntas de sus dedos, se cubrían de hielo morado. Ocasionando que sus dos extremidades queden cubiertas de una corazón helada.

¡¡Castigo del Demonio de Hielo Cero!! —. Grito, para conectar su puño izquierdo con el peligris. El susodicho solo sonrió, y al igual que el Devil Slayer lanzo su puño. Apenas sus puños se conectaron, crearon una poderosa onda de choque. Las ráfagas de aire frío no se hicieron esperar. Al mismo tiempo que el suelo se resquebrajaba.

Sin perder el tiempo Gray congelo el puño del peligris, y dando un giro en su propio eje. Con su puño derecho le dio un fuerte golpe en el rostro. Causando que el hielo que los unía se rompiera.

SIMPLEMENTE... TE AMODonde viven las historias. Descúbrelo ahora