- CAPITULO 10 -

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El bosque entero se sacudió ante la presencia de miles de raíces provenientes del suelo. Lentamente se  acumularon para formar un gigantesco árbol, de más de 200 metros de altura, y tal vez sus ramas cubrieron un kilómetro radial.

Su corteza cristalina brillo con algarabía a causa de los deslumbrantes rayos del sol, sus ramas oscuras y fragmentadas mandaron cierta sensación de que en cualquier momento se desmoronaría.

Sin embargo la hermosa vista fue interrumpida cuando dos protuberancias blancas emergieron desde su corteza. Rápidamente las protuberancias se reducirían de tamaño, para que desde uno de los agujeros saliera una cúpula clara y brillante.

Está misma se convirtió en un anillo que se reunió con las otras dos figuras similares.

Milagrosamente se había salvado de una muerte segura... si no fuera por el rápido accionar de Asarius el giro de los hechos habría sido como el pelirrosa planeaba, sin embargo... ¿Donde estaba el?

Los pensamientos que la abrumaron en ese preciso momento seguian presentes, el miedo, la necesidad de huir la llenaron de vergüenza y frustración... Pero aún estaba conciente y estaba segura de que Natsu no se iba ha detener hasta que ella estuviera muerta.

«tengo que seguir» —. Trato de animarse miserablemente, pero el estado de su cuerpo y su subconsciente no estaban de acuerdo.
La sangre bañaba su cuerpo al mismo tiempo que varias quemaduras se surcaban por sus extremidades.

Se exaltó cuando de la tierra surgio una bola de humo y fuego. Está misma bola se estrella contra el suelo, Para mostrar al hombre que sembró el sentimiento de temor en la más profundo de su ser.

Por otro lado, Natsu se enderezó al mismo tiempo que las llamas se apagaban casi en su totalidad, teniendo ciertos destellos ardientes impregnados en su ropa y piel.

—aunque quiera matarte, será mejor que renuncies.

Sasha solo se llegó ha abaldonar por sus palabras. Después de todo; otro ataque de esa magnitud pondría fin a la pelea.

... Pero ahora estaba mostrando clemencia...

Eso le causaba repudio y asco, le molestaba la humillación indirecta a la que estaba siendo sometida. ¡Si tenía que morir lo haría con su orgullo intacto...!

—¡Cállate!¡Como crees que me voy a rendir ant-...! —. Tan pronto como planeaba decir sus siguientes palabras, Natsu la sujeto del cuello para lanzarla directamente al aire.

Voló gracias a su magia de fuego para estar a la misma altura que la maga y le di una contundente patada, que la mando directamente hacia la corteza del árbol; destruyendo parte de este, y ocasionando que una leve estela de fragmentos de cristal saltarán en todas la direcciones.

Aún con su magia sosteniendo lo, se acercó al cuerpo empalado contra la corteza... —Enserio crees que tu orgullo es más importante que tú vida. No importa si tienes el poder o el alma de un Dios... Aún hay una parte de ti que es humana.

—¡C-cállate...! —. Su voz era tosca y débil. Lo normal sería pensar algo como: “Oye es solo una patada”. Pero... Esa acción, la fuerza que utilizo... no era la misma. Cuando la toco fue como si algo se hubiera introducido en su ser y la hubiera roto desde adentro.

—tuviste miedo... Sentiste algo aparte de eso... ¿Verdad? —. El cuerpo de Sasha volvió a la normalidad, al mismo tiempo que se desprendía de la corteza cristalina.

El sonido de su cuerpo chocando contra el suelo nunca llegó a escucharse ya que alguien lo evitó.

—es hora de regresar, Sasha —. Acaricio su cabeza con delicadeza, mientras la apoyaba contra su pecho. Ignorando completamente al pelirrosa.

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