Natalia
– Sería mucho pedir que te animaras un poco? -puse a Theo en su cuna
– Por qué voy a fingir que estoy contenta, si estoy hundida? Déjame estar hundida
– Ya pasó más de una semana, es deprimente y ya estoy hasta las narices de tus momentos de bajón -bajé mí voz para no despertarlo
– Tu no entiendes, era mí mayor posibilidad
– No va a ser la única -la miré enojada- lo que si entiendo es que ser madre no es tan fácil como creías y te estás comportando como una idiota
– Tu vida anterior era un asco, no me des clases de moral
– Mí vida un asco? Era mí propia jefa, trabajaba cuando quería y me acostaba con las mujeres que yo quería. Yo administraba mi puto tiempo
– A ti lo único que te importa es acostarte con alguien -se dirigió hacia las escaleras para subir
– Y a ti te hace falta acostarte con alguien, pero tienes que encontrar alguien que te soporte -la dejé hablando sola y abrí la heladera para sacar una cerveza
Alba
Llevo dos horas en la habitación pensando y llorando. Se me vinieron muchos recuerdos a la cabeza e intenté calmar mis nervios. Me miré la cara, me sequé las lágrimas, inhalé, exhalé y bajé.
Natalia estaba sentada en el sofá escuchando música con una cerveza en la mano, me quedé observándola unos minutos hasta que decidí acercarme.
– Puedo? -le señalé el sofá
– Claro -se corrió hacia un costado para dejarme espacio
– Me convidas? -sostuve la botella y comencé a beber
– Ya voy por la segunda
Nos quedamos bebiendo en silencio por un largo tiempo, pero mí angustia seguía allí y yo quería hablar. No me gusta cuando las discusiones quedan como si no hubiese pasado nada, no es sano.
– Me rompí la espalda a los trece años, casi me quedé paralitica -le di un sorbo a la bebida- María se pasó todo el verano conmigo en mí cuarto, mirando películas todo el día. Mis demás amigas se iban a la playa y no solían visitarme, pero ella seguía a mí lado, siempre
Mis lágrimas comenzaron a caer sin poder retenerlas
– No puedo soltarle la mano ahora que me necesita, aunque ya no esté
Natalia me miró directo a los ojos y se paró hacia la tv, conectó la grabadora y se volvió a sentar
– Encontré sus películas caseras, necesitaba escuchar sus voces -me sonrió- tienes que ver esta
Natalia le puso play y allí estaban. Era una grabación de cuando llegó Theo a la casa después de nacido
– Ha quedado genial, azul lavanda y el cielo azulPablo estaba detrás de María grabando la secuencia, ella sostenía a Theo
– Cuando has pintado el cuarto?
– Cuanto estabas en el hospital, quería sorprenderte
– Lo tendrías que haber hecho hace tres días, huele mucho a pintura -María se giró a mirarlo, con su cara de enfadada
– Pero la pintura ya se secó, no traería a Theo aquí si estuviera húmedo
– Desde que entré se siente el olor, Pablo
– Hice todo y creí que te gustaría
– Tu no lo hiciste, contrataste para que lo hicieran -María comenzó a reír- no pintaste una nube en tu vida
– Bueno pero yo fui supervisor de todo el trabajo– De ninguna manera el dormirá aquí
– Cómo que no? Es su cuarto María
Natalia paró la grabación y comenzamos a reír
– Insinúas que es normal que seamos unas madres patéticas y que queramos matarnos la mitad del tiempo?
– Más de la mitad -le saqué la lengua
– Creo que tenemos que dejar de querer encajar en sus vidas
– Odio esta casa, hay fotos de ellos por todos los rincones y no me hacen bien
– Si debemos quedarnos aquí tenemos que dejar de andar en puntillas como si fueran a volver, no van a volver
Natalia estiró su brazo por detrás de mí cabeza y me recosté en ella. Apoyó su cabeza contra la mía y allí nos quedamos con los ojos cerrados y en silencio.
Necesitábamos esa conversación.
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Bajo mis reglas | Albalia
FanfictionAlba y Natalia deben dejar de lado su mutuo rechazo para poder criar juntas a Theo, después de que sus padres mueran en un accidente automovilístico. ¿se enamorarán? o solo compartirán el amor por su ahijado?