capítulo 3: decisiones

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Un ruido en la cocina me hizo despertar, me incorporé y fui a ver qué estaba sucediendo. Al abrir la puerta me encuentro a Alba abriendo la estantería y sacando cajas de cereal

– Que haces? -miré a mí alrededor y habían muchas cosas desparramadas por distintos sectores- ah no, estás loca

– Cuando estoy nerviosa necesito ordenar todo bien, desde cero

– Lo vuelvo a repetir, estás loca -abrí el refrigerador y saqué de su interior un jugo de naranja y una mermelada, no recuerdo la última vez que comí y mucho menos en la que desayuné- llamó alguien?

– Solo Sabela, la abogada de María. Dijo que está en camino


Segundos después sonó el timbre, yo me senté para prepararme una tostada y Alba fue a recibirla. No tardaron en escucharse los murmuros y pasos acercándose hacia mí

– Hola Natalia -me apretó la mano y me miró con lástima- con Alba ya compartimos algunos momentos pero a ti no te conocía, es una pena que sea en esta circunstancia. Lo lamento mucho

– Si, una lástima

Entiendo que me mire con esa pena porque yo tampoco se como tratar a las personas en situaciones así, pero es molesto y ahora que me está pasando entiendo esa sensación
Alba se sentó a mí lado y ella frente a nosotras, sacó algunos papeles del interior de su bolso y los colocó sobre la mesa

– Se que son momentos muy difíciles, pero supongo que tienen muchas preguntas

– Eh, si -Alba la miró intentando prestarle la máxima atención posible- Theo es lo que más nos preocupa a las dos, queremos saber que va a ser de el

– Me informaron que tuvo una buena noche en servicios sociales, estuvo al cuidado de una profesional, pero es fundamental que no se aleje de sus afectos y por eso hay buscarlo y traerlo aquí

– Bueno, pero quién lo cuidara? -pregunté y tomé un sorbo de mí jugo intentando así sacar mis constantes nudos en la garganta

Sabela nos mira desentendida y sostiene uno de los papeles que dejó a la vista. Se toma unos segundos para leerlo y nos vuelve a mirar

– Disculpen, María y Pablo nunca les comentaron sus planes de custodia?


– No -respondimos al unísono y mirándonos confundidas


– María se acercó a mí a sus 8 meses de embarazo para redactar un testamento. Ella quería tener todo bajo control así que pactamos una cita y hablamos sobre quién querían que se haga cargo de Theo si por algún caso ambos fallecieran y -hizo una pausa y nos quedó mirando- decidieron que fueran las dos

– Perdone, se refiere a las dos? Cómo? -suspiró frustrada y me quedó mirando fijo

– Podría aclarar eso? -al preguntar dejé de mirar a Alba que estaba enojada y volví a mirar a la abogada

– Yo se que no es lo ideal para formar una familia

– Tiene que haber un mal entendido, ni siquiera nos llevamos bien

– Cada vez que nos vemos hay conflictos – me quedaba muy poco jugo pero de los nervios me lo tomé igual

– Se que están abrumadas y créanme que yo intenté persuadirles, pero sepan que hay otra opción. Es algo muy serio, se trata de un niño y es una responsabilidad enorme

– Cuál sería esa otra opción? -pregunté intentando calmar a mis piernas que no dejaban de moverse involuntariamente

– Familiares que quieran tomar la custodia

Me estaba haciendo una broma? Yo soy la puta tía, la única que tendrá en el árbol genealógico paterno. Si tengo algún tío y primos en alguna parte del mundo no estaría enterada y no permitiría que alguien desconocido se quede con Theo.

– Usted sabe que soy la única familia de Pablo y Theo, no?

– Claro que lo sé, pero también está la familia de María

– Conozco a dos de sus tías, las únicas que tiene por lo que tengo entendido

Alba hace un gesto con el hombro como de no tener idea de lo que estaba pasando en este momento, yo tampoco la tenía.

– Nos podemos tomar unos segundos para pensar? Por separado -no esperé su respuesta y me dirigí al patio trasero
Todo el asunto me está agobiando muchísimo y ya no se que hacer. Es mí sobrino y mí ahijado, mí única familia y no quiero dejarlo en manos de nadie más. Pero con 22 años no me veo capacitada para criarlo y menos junto a una persona como Alba, que con 21 tampoco lo está y nuestra relación nunca fue buena.
No puede ser que solo sean esas dos opciones, voy a seguir preguntando hasta que me diga otra forma de llevar su vida de ahora en adelante.
Agarré uno de mis cigarrillos, lo prendí y dejé que mí frustración se vaya en cada pitada.
Una vez que lo terminé, suspiré profundo y volví a entrar, ambas ya estaba sentadas en el mismo lugar que antes

– Bueno, ya pensaron algo?

– Qué pasa si solo una de nosotras decidiera cumplir por su cuenta los deseos de María y Pablo?

Alba se me adelantó

– O las dos, hipotéticamente

– Doy un aviso y se concede temporalmente la custodia y ya está, en cuanto a la situación económica el seguro cubre la hipoteca pero nada más, no tenían muchos ahorros. Pero no adelantemos los acontecimientos, de acuerdo? Centrémonos en Theo  -me mira, luego mira a Alba- a ver, yo sugiero que las dos se muden aquí mientras tanto, por Theo.

Alba comenzó a reír irónicamente y yo también. Mudarnos juntas? No aguantaríamos ni dos días, somos agua y  aceite.

– Mudarnos? -Alba se sigue riendo, y me mira para comprobar que yo también

– Si, por Theo. Hasta que decidan que van a hacer, es lo mejor

En esta situación estamos las dos, no pasaron ni 24hs de la tragedia y ya tenemos que decidir la crianza de Theo y nuestra convivencia momentánea, siento que nada bueno va a salir de todo esto.

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Hola, dejo un pequeño aviso:

Habrá actualización los días lunes, miércoles y viernes! Si en uno de estos días se complica subir, voy a estar avisando en mí twitter @powrxgirls

Bajo mis reglas | Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora