Tengo Un Regalo

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Fandom: Kingdom Hearts

Personajes: Haru y Hoshi

El Siemprejuntos es un amuleto de la buena suerte en forma de Fruto Paopu. La leyenda cuenta que mientras las personas permanezcan unidas a su Siemprejuntos, sus corazones no se separarán.

En las tierras de Dovlein, una niña de cabellos castaños estaba esperando a su amigo más querido junto al mago de barba blanca. Tenía una gran sonrisa en el rostro, estaba muy emocionada, pues había preparado algo para Haru, con ayuda de Kairi. Lo tenía en una caja pequeña, envuelta en un papel azul con un estampado de animales pequeños.

Estaba algo nerviosa, sus pies no paraban de moverse, estando atenta a la puerta, esperando escuchar el sonido de esta abriéndose, algo que no tardo mucho y cuando giro su cabeza, pudo ver al pelirrojo entrar. La pequeña se levantó de su asiento y fue corriendo hacia él, saltando a sus brazos.

—¡Haru! —dijo al abrazarlo, había dejado la caja en el sofá, mientras que el mencionado se quedó completamente rojo y sorprendido por tal visita—

—... ¿Hoshi? —pregunto el muchacho, apartando a la niña para mirarla a la cara— ¿Que haces aquí? Se supone que estás estudiando para ser una hechicera.

—¿No puedo hacer una parada para ver a mi mejor amigo y compañero de viajes? ¡Además, tengo un regalo!

—¿Eh?

Dejando al de ojos verdes otra vez sonrojado y con una mirada llena de asombro, la niña de cabellos castaños se acerco de nuevo al sofá, notando que Merlín de había quedado dormido. Volvió con el chico, dándole el regalo.

—¡Toma Haru! ¡Es para ti!

El chico, con un leve sonrojo en sus mejillas, agarro el paquete y lo abrió con cuidado. Sus ojos se asombrar on al ver un amuleto con forma de estrella realizado con conchas, cada de una color diferente, siendo unidas por un corazón de cartón.

—¿Que es esto...?

—¡Es un Siemprejuntos! —comenzó a explicar— Es algo que suelen llevar los marineros de mi Isla. Dice la leyenda que mientras dos personas mantenga consigo sus amuletos, sus corazones estarán conectados.

El chico se puso rojo ante tal información y está no se detuvo al ver como la niña sacaba otro, similar al que tenía Haru en sus manos.

—¡Este es el mío!

La niña agarro las manos de su amigo y con sus ojos marrones lo miro a los ojos, con una gran sonrisa.

—¡Gracias por ser mi amigo Haru!

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