Capitulo 10

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"Entonces... Alec es bueno contigo, ¿verdad, cielo?"

Magnus oye la voz de su madre al otro lado de la línea telefónica, mientras él está recostado en su linda cama, junto con Alec. Su hermano había salido, así que podían ser ellos mismos hasta que regresara. Las grandes manos de Lightwood siempre tocando el pequeño cuerpo de Magnus por debajo de la ropa.

"Sí, la verdad que Alec es muy bueno conmigo"

El mencionado escucha eso y sonríe. Sabe que hay tantas cosas escondidas detrás de esas palabras.

Después de la primera mamada que Magnus le hizo a Alec, ocurrieron cientos de ésas más. Alec quería agradecerle al menor, pero él decía que no era necesario o que simplemente se lo follara de una buena vez, pero éste le seguía diciendo que era demasiado pronto aún. Entonces el niño hizo un berrinche y no le ha hecho una mamada desde ese día. Y el mayor piensa que puede morir de frustración sexual.

"Me alegra, amor" le dice después su madre. "Ahora cuéntame, ¿cómo te va en el colegio? Te extrañamos por aquí" 

"Sí, la verdad es que- Oh" su voz cortándose, sintiendo la lengua de Alec en su cuello y parte de su hombro. 

Sacó el celular de su oreja,  tapando el micrófono para que su madre  no escuchara, se volteó hacia el ojiazul con falsa indignación. Lightwood no le dio mucha importancia, ya que siguió besando el cuello del menor, pasando su lengua por las marcas que dejaba.

"¿Qué haces, Alec? Estoy hablando con mi madre" su voz sonaba falsamente molesta, pero la verdad era que había extrañado ese contacto con el pelinegro.

"Shh, niño" le dijo Alec, subiéndose entre las piernas de Magnus. Sus deliciosos muslos a la merced de Lightwood . "Sigue hablando con tu madre, anda"

"¿Magnus?" la voz de su madre sacandolo de su aturdimiento. "¿Estás bien?" 

"Sí, sí, lo siento, má" aclarando su garganta, Magnus volvió a hablar. "En el colegio me va bastante bien, aunque aún está este chico; Imasu que sigue molestándome. Pero nada que no pueda controlar" le dice Magnus a su madre, sonriendo al sentir a Lightwood gruñir contra su cuello.

Entonces pronto Alec pierde el interés en la conversación, poniendo toda su atención en el cuello del menor, acariciando su cuerpo por debajo de las telas. 

De pronto se siente muy caliente como para contenerse al sacarle la camisa a Magnus por encima de la cabeza, sus ojos fijos en el pecho plano del menor, sin un rastro de vello, y eso es algo que a Alec lo vuelve loco.

Su atención va directo a los pezones del niño, rosados y perfectos. Con un dedo pasa suavemente su yema por ellos, sintiendo a Magnus sisear por el contacto y la frialdad de sus dedos.

"garbancito..." casi le ruega el menor. Necesita hablar con su madre y Alec sólo está logrando que gima hacia el otro lado del teléfono.

"Tus pezones me vuelven loco" sonriendo, Lightwood le dice. Ama tener a Bane a su merced, casi siempre el niño es quien controla la situación, siempre al mando, haciendo gemir a Alec. Pero hoy no; hoy es el turno de Alec, porque no hay otra cosa que ame más que los hermosos y sonoros gemidos que suelta Magnus para él. 

"¿Está todo bien, hijo?" la voz de su madre lo hace sentir sólo un poco mal, sino fuera porque Alec le acariciaba los pezones; sabiendo que es su zona más sensible.

"Sí, mami, sólo me siento..." su voz se entrecorta cuando siente la lengua rasposa de Alec pasar por uno de sus rosados pezones. Casi siente la necesidad de gemir, pero se controla; no quiere darle un espectáculo a su madre. "Un poco mal, pero nada de lo que debas preocuparte"

 Membalas Alexander┇(follame, Alexander)⇢Malec. (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora