Without hope. [✓ Yoonlice ✓]

Prólogo

Salí del taxi, después de haberle pagado, corrí hasta adentrarme al hospital, una vez adentro, puse mi mirada en el elevador que estaba a punto de cerrar sus puertas, lo que me hizo correr para alcanzarlo.

Hice una mini fiesta en mi mente al evitar que me dejara el elevador.

Honestamente pensaba que si salía media hora antes de casa, llegaría a buena hora para visitar a mi hermana que estaba en el hospital, pero no contaba con tanto maldito tráfico.

El elevador se detuvo y abrió sus puertas en el piso ocho. Caminé por el pasillo hasta poder llegar a la puerta 503. Estaba a punto de abrirla cuando la voz del doctor Lee me interrumpió mi cometido.

—Señorita Monoban, un gusto verla de nuevo...quería decirle algo importante sobre las quimioterapias de su hermana — Por el modo en que lo dijo, su cara triste y su voz muy, pero muy misteriosa...pude decifrar que no era nada bueno lo que me diría.

—¿Sucede algo malo con mi hermana, doctor Lee? — Mi mano despejó el pomo de su puerta, y lo miré.

—Lisa...el tratamiento no ayudo a vencer a la Leucemia, lo lamento mucho — Si de algo me agradaba el doctor Lee, era de que él no se andaba con rodeos al momento de decir algo bueno o malo.

Mi vista se nublo al momento en que mis lágrimas se acomularon en ellos, parpadee ida, mis lágrimas bajaron por mis mejillas y lo miré como si me hubiera tomado el pelo.

—Oiga, si esto es una broma, déjeme decirle que no es para nada graciosa — Él soltó un suspiro y negó con la cabeza.

—Sabe que yo no juego con la vida de mis pacientes...lo lamento mucho — Él paso por mi lado y se perdió por el extenso pasillo.

Mis lágrimas cayeron como cascadas, y negaba con mi cabeza repetidas veces.

Esto no era verdad, esto no era verdad.

Después de calmarme, ir al baño y lavar mi cara para borrar cualquier rastro de lágrimas secas, pude regresar a hacer lo que venía: visitarla y pasarla un rato agradable.

Solté un suspiro, me arme de valor para no llorar en frente de ella, y abrí la puerta.

Lo primero que mis ojos vieron, fue a una Jisoo pálida, con los labios secos y sin ese color rosa que tanto los definía, su cabeza estaba cubierta por una pañoleta de color rosa y sus ojos estaban abriertos, al momento de abrir la puerta y aparecer, ella me miró y sonrió. No tarde mucho en corresponderle la sonrisa.

Entre a su habitación y cerré la puerta, caminé hasta ella y me senté en el pequeño sofá que había a su costado.

—Escuche tu plática con el doctor Lee... — Abrí los ojos sorprendida y la miré. —Lamento que mi estúpido y débil cuerpo no haya podido adaptarse ni aceptar las quimioterapias y todos los medicamentos que me fueron administrados — Su voz se quebró y mi fortaleza y todo aquel valor que había tenido al abrir la puerta y dejado de llorar, se fue al caño al verla derramar la primera lágrima.

—No, Unnie...tú no tienes la culpa de nada, ni tu cuerpo — Tomé su mano, la cual no tenía intravenosa.

—C-Cuando muera, quiero que seas feliz Lisa, no quiero que te dejes caer, tampoco quiero verte sin esa sonrisa que tanto te clasifica...no quiero que mi ausencia te haga caer al vacío — Apreté un poco su mano.

—No sé que voy a hacer sin ti...no quiero que te vayas, no quiero que me dejes; no creo poder continuar esto yo sola — Sabía que era egoísta por ese lado, sabía que le estaba negando la paz a Jisoo, su cuerpo estaba débil y ella también y lo único que ella quería era estar en paz, sin ningún dolor, sin ninguna pena...sin nada que la hiciera sentir mal; pero yo le estaba negando aquella paz, en estos momentos.

—No Lisa, tienes que vivir tu vida...tienes que cumplir nuestro sueño por ambas — Cerre los ojos y me incliné, apoye mi frente con la espalda de su mano, y ahí lloré.

Sentí como su otra mano acariciaba mi cabello, y también la escuchaba soltar sollozos.

Después de llorar un rato, trate de tranquilizarme, me levanté de dónde me había inclinado y la miré, ella me sonrió débilmente, y yo le sonreí con tristeza.

—Unnie — Llamé su atención mientras sorbia mi nariz. —Te traje lo que te prometí — Abrí mi bolso que cruzaba en mi pecho, y saqué una barra de chocolate, a ella le encantaban los dulces y claramente no podía comerlos, pero siempre le traía uno a escondidas.

—Lisa, pero dijiste que me lo traerlas solo si pasaba esta gran prueba...y no fue así — Yo sonreí y negué con la cabeza. Le quite el envoltorio a el chocolate y lo puse en su mano, y ella lo agarro firme.

—De todas maneras te lo daría — Ella sonrió.

Levantó su mano y la dirigió a su boca, pero antes de que está llegará, su mano perdió fuerza y cayó a un costado de la cama, el chocolate que le dí, cayó al piso rompiéndose ante el impacto.
Fue entonces que me dí cuenta de que el aparato que hacía el sonido de su corazón al palpitar...se paró.

Mis lágrimas volvieron a mis ojos, y me puse a llorar como nunca en mi vida lo había echo.

—¡Jisoo! ¡Jisoo, no te vayas! ¡No me puedes dejar aquí! ¡Eres una egoísta, no puedes irte para siempre y dejarme aquí! ¡Jisoo! ¡Levántate y sal de esa camilla! ¡Levántate! ¡Jisoo! — Mis gritos (como era de esperarse) llamaron la atención de las enfermeras, las cuales entraron rápidamente a la habitación, checaron el monitor que marcaba los latidos de su corazón...y después me miraron con una mirada triste y de lástima.

—Lo siento mucho señorita — Negué con la cabeza, negué muchas veces, y empecé a gritar su nombre por toda la habitación.

—¡Jisoo! ¡Jisoo! ¡No te vayas, prometo ser buena hermana! ¡Lo juro! ¡Jisoo! — El doctor Lee entro a la habitación, miró a Jisoo y se acercó a abrazarme, desde que Jisoo tenía Leucemia, y empezó a tener el hospital como una segunda casa; él nos trataba con mucho afecto y cariño, como si fuera nuestro segundo padre.

—Ella ya está en un lugar mejor, era lo que ella quería...descansar — Mis llantos eran imparables.

Desde ese día, mi mente se nublo, toda la felicidad se evaporó, y quedó una inmensa tristeza y vacío en mí...desde ese día, mis ojos borraron todo atisbo de color y diversión, y ahora todo para mí era blanco y negro...mi boca y mi cerebro olvidó toda la información de lo que se necesitaba para sonreir, y para ser feliz.

Ese día, morí con mi hermana...con Jisoo.

—LaOmmaChida❤️