Capitulo 3

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Yo estaba atónita, creí que era una broma, sentía que me empezaba a faltar el aire y el me miraba desafiándome.
-Yo...n..no pensé...
Me estaba ahogando, me faltaba oxígeno.
-Es...¿u...una...brom..a...?
-Javier! Trae los mejores platos de la casa!.
Ya era tarde, mis pulmones pedían auxilio por el susto.
Comencé a buscar mi inhalador en mi cartera, mis dedos tartamudeaban tratando de abrir los bolsillos y mi respiración se volvía dificultosa.
Vi que Victor se levantaba y se acercaba a mi.
En ese momento sentí miedo de lo que pudiera hacer, no sabía si iba a acuchillarme, apuntarme con un arma o qué; a pesar de que pidió la comida y ya había entendido su broma de mal gusto, temía de sus acciones.
Me agité más y sentí como mis pulmones se cerraban.
Para mi sorpresa el chico se acerco y abrió mi cartera rompiendo con el "los varones no deben abrir cartera de mujer" facilitándome la búsqueda.
Me moví mejor y visualicé mi inhalador trasparente, detrás de un pliegue de tela.
Lo tomé y lo destapé, deje caer la tapa desesperada y me lo llevé a la boca mientras veía con el rabillo del ojo que Victor tomaba la tapa del suelo con un aire de preocupación.
Lo presioné y aspiré ondo. Sentí más vida, aire, viento, luz. El aire volvió a mi y me trajo conmigo el oxígeno que necesitaba; Victor puso su mano sobre mi espalda y se arrodilló a mi lado.
-Disculpe Madame, no creí que fueras... asmática. -bajo la cabeza avergonzado.-Lo siento por asustarte, quise que sea una sorpresa...
Ya más tranquila, lo miré y noté pena en sus ojos; me enterneció un poco.

-Ya, estoy bien, sólo no vuelvas a hacerlo; porfavor.
Sonreí a medias para ver como él sonreía y volvía a su lugar.
En el lugar comenzó a sonar una música suave y de a poco comenzaron a entrar comensales denuevo, ¿habría sido que los anteriores eran actores o la gente se espanta tanto con una luz roja y  una sirena?

Javier nos trajo unos platos de ternera con salsa y pure de papas, a mi parecer estaba exquisito.
Me pregunto quién será este tipo que con una seña vaciaba un restaurante. Debía ser alguien muy importante; o bien, alguien que planeó demasiado una primera cita.

Decidí no preguntárselo en ese momento.

Luego de cenar, (vuelvo a decir que la comida estuvo exquisita, por que realmente lo estaba)
me dió la mano para levantarme y dijo que él se encargaría de pagar aunque yo haya insistido en ayudarle, ya que era un lugar prestigioso.
Cuándo estabamos por salir del lugar, recordé los valores que me habían enseñado mi mamá en casa. Volví sobre mis pasos y Victor me miró confundido.
Me paré frente a nuestro mesero.
-Javier, gracias por servirnos esta noche, has sido muy amable...
Javier se limitó a sonreír y asentir.
Después de todo, nos servió toda la noche de buena actitud.
Creo que todas las personas merecen reconociento, aunque estén remuneradas por el cargo que posean.
Al girar a la puerta noté que Vic me miraba con algo de celo, lo que me pareció algo...posesivo, para ser solamenteuna chica a la que conoció hoy mismo.

Me ayudó a subir a su auto y me llevó a casa como todo un caballero, observarlo manejar el vehículo era agradable. Llevaba un aire serio pero cuándo me dirigía la miraba su rostro parecía endulzarse y tomar un aire tierno.
Sin dudas era un chico muy misterioso.
Llegamos a mi departamento y se apresuró a abrirme la puerta del auto.
Bajé con cuidado y noté que miraba mis tacones, quiza temía que me lastime, o simplemente no los había notado antes.
Me acompañó a la puerta y me tomó la mano con delicadeza, a pesar de ser el doble de grande que la mia, tenía las manos bastante suaves y arregladas.
-Gracias por la velada, lo siento por...asustarte.-Se volvió a disculpar. Reí congraciada.
-Gracias a ti, no olvides pasarme el número de tu contacto.- O él tuyo...-Me atreví a mirarlo a los ojos miel.
-Yo soy el contacto.- Me miró a los ojos también. ¿Qué? O sea, él... ¿qué?.
Mi cara habrá sido chistosa por qué lanzó una carcajada.
Su risa empezaba a gustarme demasiado...
-Soy el dueño del restaurante, por eso yo soy el contacto.-
Bajó la mirada.
-Ah ya.. tiene más sentido.- emití una leve sonrisa ya más entendida.
Me tendió un papel.
-El número del...contacto.- Parecía avergonzarse, se sonrojó un poco.
Lo tomé, obvio que quería su número.
¡Era un bombón de pies a cabeza!
-Bueno my lady...- Se acercó y creí que me besaría, pero se ladeó y besó mi mejilla, por un lado me alegró ya que no soy de las que se lanzan a besar el día que los conozco, pero por otro lado hubiera podido hacer una excepción con el personaje que tenía enfrente.
Se dió media vuelta y caminó con las manos en los bolsillos del pantalón, llegó a su auto, aguardó a que yo entrara al departamento y se marchó.
Decidí escribirle  en ese momento para que tuviera mi número.
Le envié un simple "Ya te agendé :)" y me respondió con un "Me alegra leerlo".
Decidí dejarlo así  ya que me parecia pronto para entsblar una conversación y decidí irme a dormir. Aunque poco lo logré por quedarme pensando en nuestra cita de hoy y todo lo que había pasado en el día.
Al siguiente día me desperté y me sentía extraña, no tenía ganas de levantarme, tenía la nariz bien trancada. Con esfuerzo me levanté y todo me pareció moverse en sentido contrario por un momento. Fuí al espejo y mi rostro daba pena, ojeras, bolsas bajo los ojos, nariz roja y cansacio.
Me había engripado, quiza por haber dormido con el ventilador encendido o haber tomado cosas frías ayer.
-Hola.-esbocé y mi garganta dolió.
Sara vino corriendo y moviendo la cola.
-Hola linda...-la acaricié mientras sentía la garganta arder.

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