the broken hearts club.

#하나; 𝕱𝖎𝖗𝖘𝖙 𝕳𝖊𝖆𝖗𝖙𝖇𝖗𝖊𝖆𝖐.

Zackary.

Sacudió sus cabellos impaciente, le molestaba tener que esperar tanto en el tráfico, aunque no le preocupaba realmente, pues había salido temprano de su trabajo y estaba dedicido a llevar a su novio asu restaurante favorito y allí, pedirle matrimonio. Las ansias lo carcomían vivo, pero trataba de mentalizarse única y exclusivamente en la música de la radio, sonaba "Leave a Message" de Gnash.

Marcaba el ritmo de la música con sus dedos golpeteando dulcemente el volante, manejó un poco más adelante, deteniéndose en el último semáforo antes de llegar a su nidito de amor. Miró de reojo la pequeña cajita donde se encontraba el anillo de compromiso por el cual había trabajado arduamente, tan sólo fue pensar en eso y llegaron a su cabeza cientos de recuerdos hermosos que compartía con su pareja.

Su linda sonrisa, su cabello suave y su delicado cuerpo. Junto a esa personalidad que tanto adoraba, tan tierno, cómico, cariñoso...tan él.

Posiguió el camino, cada vez más emocionado, repitiéndose mentalmente un "Relájate, todo saldrá bien."

Lástima que estaba equivocado.

Llegó a su departamento, uno muy pequeño del que él pagaba la renta, pero lo veía suficiente para compartirlo con su chico, iba a saludar como era de costumbre con un "¡Ya llegué, amor!" Pero había algo que no le cuadraba, la voz de otro chico desde su cuarto, desde su cama, donde hacía del cuerpo de su novio lo que él quería, se acercó el silencio y abrió la puerta de un empujón, enfadado, pues la primera idea que había tenido era certera:
su novio lo estaba engañando.

Los corrió inmediatamente de su casa, de ese pequeño espacio que creía su nido de amor, queda de más decir que la relación de cinco años que tenía con el chico estaba que rota, al igual que el corazón de Zackary, y ¿cómo evitarlo? Su primer amor, su primer beso, su primer todo. Ya no había un más "nosotros" y él no sabía lidiar con eso.

Antes de eso, hizo caso omiso a los intentos de disculpa de su ahora ex-pareja, mientras los maldecía en silencio, ahorrándose las explicaciones.

Cuando ellos se fueron, el dolor comenzó a brotar, al igual que las punzadas en su corazón, que marcaban el inicio de su llanto.

Salió de casa por la noche, para ser exactos a las 11:09 p.m., frustrado, sin lograr soltar la caja con el anillo de compromiso en su mano, en busca de algo de alcohol para olvidarse de su situación por un momento, acudió al bar más cercano de su casa, al que solían reunirse él y sus amigos, el Bar Washington, donde pidió de lo más pesado que pudieran darle, necesitado de olvidarlo a él y todo lo que le pudo haber hecho sentir.