Voces...
Es lo único que he tenido en mente, estar consciente y no llevarme a la locura eso creía, imagínate estando
en plena oscuridad, saber si estoy muerta o viva no se que tanto tiempo,
pero, llegaron de repente esas voces y
en especial "UNA VOZ" que no desespera contando su día a día, leyendo el libro con un título llamativo e interesante "Memorias de una Geisha" la voz lo lee tan meticuloso, tranquilo sabiendo que lo estoy poniendo atención con mucha
paciencia. "Memorias" la palabra se me a quedado en la cabeza, diciéndome a mi misma, "no tengo memorias" no se nada, única respuesta que me puedo dar, esas memorias nunca existieron para mí;
estresante para mi estúpido cerebro
me da igual una parte después lo sabré, ahora lo que quiero hacer primero es salir de esta oscuridad
eterna, sin importar que, una parte
de mí no quiere.
Un cosquilleo interrumpe estos dichos pensamientos, la oscuridad eterna desaparece como una simple tortuga
la desesperación se vuelve intensa:
-Despierta-
- Por favor que despiertes-
Despertarme...
La oscuridad fue reemplazado, con una luz sin poder describir, el cosquilleo si fuera humo llevado con el viento, al fin pude despertarme, no
medí el ti
Esos pensamientos fueron interrumpidos por pisas rápidas acercándose como si alguien estuvieran corriendo además los gritos de las enfermeras diciéndole espere, no entre es algo así, la puerta se abrió de golpe así viendo una persona agitada al verme se acerco y se abalanzó hacia a mi abrazarme diciéndome -no sabes lo preocupado que estuve por ti- Se escuchaba que estaba sollozando y algo feliz.
-Disculpa pero ¿Quien eres?- sentí como se tenso, dejo de abrazarme y me miro y dijo
-¿No te acuerdas de mi?, Soy Ruben.... Tu hermano-
