La Poción de Circe (Percico)

Extra 1. Halloween

— ¡Boo! —gritó Will apareciendo detrás de un arbusto tratando de asustar a Noam y Jason quienes venían juntos.

— ... ¿Debería asustarme? —rió Noam.

— ¿De qué se supone estás vestido, Will? —Jason lo miró de pies a cabeza.

— Soy Luis Miguel. —sonrió.— Entiendes la referencia, ¿no?

Jason negó con la cabeza. — ¡Su apodo es el Sol!

Mientras tanto, del otro lado, Percy esperaba a Leo junto con Piper fuera de la cabaña del hijo de Hefesto.

— ¿Y qué se supone que haremos hoy? Según tengo entendido no celebramos Halloween.

— Bueno, festejamos Navidad y no es de nuestra cultura. —sonrió victorioso el de ojos aguamarina.

Piper estana disfrazada de Tiana, de la Princesa y el Sapo, llevando un vestido celeste que le quedaba bien con su tono de piel. Mientras tanto, Percy estaba vestido de una anémona con varios peces payaso a su alrededor.

La puerta sonó fuerte cuando Leo salió de su cabina, vestido de vampiro y con toques de pintura roja saliendo de las comisuras de sus labios.

— Wow Leo, por fin te veo arreglado y bañado. —Percy ahogó una risa diciendo tal comentario.

— Silencio, apuesto a que nunca viste a un vampiro tan sexy como yo. —lamió la punta de su dedo índice y la puso en su cadera, haciendo un sonido con su boca como si quemara.— Tsss.

— Bien bien, ya sabemos eres caliente, Leo. Ahora, tenemos que ir por los demás si queremos terminar lo planeado.

Asintieron y comenzaron a caminar en busca de sus compañeros.

Afuera de la cabina más lúgubre, Hazel esperaba recargada en el marco de la puerta, con un disfraz de bruja, ansiando ver el vestuario de su hermano.

— Ya salgo Hazel. —Nico afirmó para después salir mostrando su vestuario.

— Oh, Nico qué alegría... ¿Por qué tienes esa manta? —lo miró de nuevo, solamente tenía una sábana blanca sobre él y con un par de agujeros en lo que serían sus ojos.

— Soy la sábana embrujada, tenebroso, ¿eh? 

— N-Nico, ¿por qué te vestiste así? ¿No te gusta Halloween?

— Para nada, en lo absoluto. 

— ¿Tendremos de nuevo esta conversación? —se acercó rodeándolo con un abrazo.— Ya sé que este día tiene muchos cambios dentro del inframundo. Pero eso no nos debe afectar, ¡Sé feliz! Iremos por unos cuantos dulces y hacer bromas 

Sonrió de lado y asintió. Salieron de su cabina caminando hacia la orilla del bosque donde se encontrarían con sus amigos, sería una noche inolvidable.

Caminando, llegaron a su punto de reunión, estaban en un pequeño claro dónde la luz de la luna iluminaba completamente, estaban todos sentados en forma de círculo sobre unas cuantas piedras de gran tamaño. Todos voltearon a ver a los hermanos hijos de Hades cuando llegaron.

— Por fin llegan. —Leo los recibió, pero miró fijamente a Nico.

— Soy una sábana embrujada. No quiero preguntas.