Pokeshipping Week 2019

Día 1: Alto Mando Misty

Nota: Personajes sin edad definida, pero están, obviamente, por encima de los 18 años.

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Su cuchara queda flotando entre el plato y su boca, escuchando la conversación que se desarrolla sin que él tenga que interrumpir, bajando lentamente el cubierto mientras digiere lentamente la noticia de la cual, por su sorpresa, obviamente no se encontraba enterado. Y justo como debe de ser, no se tarda mucho tiempo en demostrar su desconcierto. 

—Misty… ¡¿Qué?!

El silencio encima de la mesa es repentino, los platos llenos de comida quedan fácilmente olvidados mientras todas las miradas se concentran en su repentina sorpresa e incredulidad, incluso los Pokémon que se encontraban corriendo por toda la sala, se han detenido abruptamente al escuchar su grito y la manera en que ha dejó su plato a medio comer. 
Al momento, su madre y el profesor Oak no hacen otra cosa más que seguirlo mirando, antes de verse entre sí como si se estuvieran preguntando quién de los dos explicaría las cosas, sus amigos presentes, Gary y Tracey, simplemente guardan silencio con una expresión llena de nervios, casi seguro de que si les prestaba un poco mas de atención, podría ver como el sudor bajando lentamente por la sien de cada uno.

—Bueno, Ash, han pasado muchas cosas…

Es Gary el primero en tomar la palabra, deshaciéndose de los nervios fácilmente y actuando como si todo aquello no fuera la gran cosa, dándose incluso el tiempo para tomar de su bebida, restandole todavía más importancia a su duda, si es que eso era posible.

—Bueno hijo —llamó suavemente Delia, dejando sus cubiertos a un lado y sonriendo tan amablemente como normalmente lo hacía, hacia notar unas cuantas arrugas en las esquinas de sus labios—, pensamos que lo correcto, sería que primero descansaras y luego ponerte al tanto de todo.

Su mirada viaja entre su mejor amigo y ex rival, quien está tan fresco como una lechuga mientras continúa su cena, mientras su madre simplemente sigue sonriendo, de esa manera tan amable y linda en que ella siempre sonreía. 

—Entonces, a pesar de haber regresado, ¿no pensaban decirme nada? —pregunta con incredulidad en su voz, sintiendo repentinamente de más el silencio junto al asiento vacío que en desde que llegó, había deseado que en algún momento de la noche no se encontrará así—. ¿Por eso ella no está aquí? 

El silencio se hace presente una vez más, aumentado tras sentir su tristeza en aquella última frase, una pregunta a la que todos decidieron sacarle la vuelta, con tal de que la cena pudiera terminar de la manera más pacífica posible. 

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Ha recorrido el camino desde Pueblo Paleta hacia la calle de la victoria, tras haber hablado con el Profesor Oak al día siguiente y que este moviera algunos contactos que aún tenía por ahí, se le había concedido el permiso de atravesar la Calle de la Victoria con sus viejas medallas, ya que atravesar toda la región le costaría mucho tiempo y no es como si ahora tuviera tiempo para hacer todo el viaje que había realizado hace varios años. 

Fue ahí, cuando estaba por subir las escaleras que lo llevaría al edificio, tras haber atravesado los enrevesados laberintos y respondido los acertijos, la vio. 
Tan hermosa como la recordaba, vestida de una manera más elegante y formal o al menos a sus ojos, muy diferente al estilo de ropa que solía utilizar cuando aún era líder de gimnasio. 

Antes de ser llamada para competir como potencial candidata a un puesto superior a de ser un simple líder de gimnasio. Una competencia que terminó con su victoria por encima de varios otros y su nombramiento como miembro del Alto Mando de Kanto.