Mi dolor en tinta escarlata

¿Por Qué No Decir Adiós...?

Hoy el techo se ve más alto, más lejano, más inalcanzable. Me hace recordar lo pequeño que soy, siempre subestimado por mi apariencia...
Quien alguna vez tuvo todo un universo por compartir con la humanidad, ahora se encuentra vacío, cual agujero negro, hundiéndose en sí mismo dentro de su propio abismo.
¿Alguna vez pertenecí aquí? No recuerdo haber sentido eso alguna vez...
Mejor dicho, no recuerdo haber sentido eso sin que después me hayan hecho trizas y pisoteado toda esperanza y ganas de avanzar. He perdido mucho, he fallado aún más... Y me he repetido infinidad de veces que es parte de la vida, que esto me da mas experiencia, me hace más sabio.
Pero la verdad es que... Solo me quita poco a poco cada motivo para seguir despertando.
Pedí mucho, creo yo, cuando busqué amor sincero, cuando eso murió hace mucho... Justo desde el día en que nací. Aquellas palabras que siempre le dicen a quien tiene padres separados, que "está condenado a repetir la misma historia" me parecían tan estúpidas... Lo son. No sé cuándo o cómo encontraron la manera de sumergirse a la médula de mi alma, y se esparcieron como cáncer. Tan silencioso y tan mortal...
Dicen que seguir aquí ya es una lucha ganada, que debo ver mi fortaleza en ese logro. En este momento solo veo a la oscuridad regresar, con esa muy reconocible expresión.
"Te lo dije".
Llegué al mundo a luchar contra la oscuridad, sin saber que la oscuridad se había convertido en el mundo. Estoy frente a frente, y ese monstruo de incontables rostros espera que me rinda por fin...
¿Por qué no hacerlo...?
No siento culpa del dolor que podría provocar a quienes dicen quererme. Si estás leyendo esto, tú también sabes que solo sería temporal.
¿Un año? ¿Tal vez dos? Digamos que diez porque quiero idealizar ese momento. Luego de eso, todos se olvidan que estuviste aquí.
Así que no puedo sentir culpa por personas que me van a olvidar... Eso no me retiene aquí.
No creo que deba seguir buscando motivos para quedarme... Solo son excusas para evitar la verdad, esa que no quiero reconocer.
Ya no soy necesario aquí.
Nunca lo fui.
Quizá... Ya sea tiempo.
Las rodillas están por vencer al peso de mi existencia. Ser consumido por el monstruo oscuro ya no se escucha tan mal. Y desaparecer de la existencia se vuelve tentador.
Siento que, cruzando eso, encontraré la paz que se me niega aquí. Las voces al otro lado me aseguran que así será...
Debo levantarme. No por algo, no por alguien...
Solo...
Debo levantarme.