Espías sin límites [Terminada]

capítulo 4

Jack comenzó a jugar conmigo me trato de tumbar al suelo pero yo lo tumbe primero, el me agarra de la cintura y me tumba contra el suelo quedando arriba de mi agarrándome de las muñecas. Se acerca a mi cara, rápidamente le doy un golpe en la rodilla y lo volteo dejándolo tirado en el suelo..

- ¿Que pretendes hacer - le dije molesta-nunca vuelvas a intentar besarme

¿Qué diablos le pasa?

Cambio mi cara a seria

- ¿Por qué no le disparaste? -le digo seria

- ¿Qué?... ¿De qué hablas? -me dijo adolorido

-¿Por qué no le disparaste? ¡Lo Podías haber hecho!

-¿Disparar? ¿Disparar a quien? -me dice adolorido y confuso

-¡A P maldición!- grito molesta

-Bueno.... El te tenía.. Te podría hacer algo y... -me dice nervioso

-¡No puedo creer lo idiota que eres! ¡Llevo años buscándolo y tratando de capturarlo!

- ¿Como querías que le diera? ¿Te podría haber lastimado a ti? y además....-me dice nervioso... yo lo detengo

- Ya deja de preocuparte por mí

Lo fulmino con la mirada me levanto y me voy

- No sé que pretendes hacer conmigo, pero ya déjalo -dije seria

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Me voy desvistiendo mientras entró a mi departamento quitandome todo para entrar a la ducha

Esto es muy extraño.

Exámino la habitación y noto que hay algo extraño

Escucho algo en la suela de mis botas titilando

No puede ser posible

¡Mierda!

De repente tocan la puerta bruscamente

Tome mi bota y busque cuidadosamente hasta que descubrí un rastreador en la suela

No puede ser

Vuelven a tocar la puerta más fuerte, veo sigilosamente por debajo de la puerta y logro detallar los zapatos de muchas personas detrás de ella

- Hay que entrar -dijo unos de los hombres

Mierda.

Me levanto rápidamente y voy hacia mi habitación, me pongo una camisa larga que me llega por los muslos la cual estaba tirada en la cama, aun tengo mi ropa interior puesta, busco un abrigo largo y me lo pongo, abro una gaveta donde tengo armas y tomo una, la dejo debajo de la mesita para tratar lo más rápido posible en pensar como escapar, sin querer muevo la mesa con mi pie y hace que el arma se me caiga

¡Maldición!

Aun escuchando que le están dando golpes a la puerta, rápidamente saco otra pistola
Mientras abro la ventana de la habitación, montándome y saliendo, cierro la ventana y me sostengo de las finas orillas, camino con cuidado por la orilla de la pared del gran edificio buscando una ventana abierta..

¡Bingo!. Encontré una

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- ¡Busquen en todas partes! Tiene que estar aquí - dice un agente aun en mi apartamento

- ¡¡Despegado!! No hay nadie - les responden los demás

- Señor escapo - dice el chico

- Bajen, no debe haber ido tan lejos