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Hoja de Avellano estaba nervioso se habia llevado a los cachorros al claro que tenia una charca ya que no sabía adonde llevarlos y si les dejaba solos moririan.
Estaban en el lugar donde solia dormir Hoja de Avellano dentro de un hueco que habia entre las raices de un arbol, la entrada era estrecha pero el interior era lo suficientemente amplio para un solo gato.
Penso que aquel seria el mejor lugar para unos cachorros ya que el gato blanco y marrón habia puesto un lecho para dormir mas comodamente y las entradas que habian eran lo suficientemente estrechas para que ningún zorro, tejón, oso o lobo pudiera entrar pero el verdadero problema era como conseguiria alimentar a los cachorros ya que aún necesitaban leche aunque no tardarian mucho en abrir los ojos y poder empezar a comer presas que pudiera cazarles.
Hoja de Avellano oyo como uno de los cachorros maullaba, se trataba de la cachorrita blanca.
"Tienen hambre, necesito una reina para que pueda amamantarlos"
Hoja de Avellano empezo a dar vueltas nervioso pensando donde podria encontrar una gata que les pudiera amamantar, penso en ir a alguno de los clanes y pedirle a alguna reina que alimentara a los cachorros pero sabia que cuando le vieran darian la voz de alarma para matarlo, por lo que sacudió la cabeza disgustado y volvio a mirar a los cachorros.
El cachorrito negro era el mas grande de los tres el cual estaba tumbado durmiendo y apoyado en él tambien dormido estaba el cachorrito rojo mientras que la cachorrita blanca se estaba acercando patosamente a sus hermanos para recibir el calor de sus cuerpos.
Hoja de Avellano al ver a esta ultima se acordo de la madre de los cachorros ya que la cachorrita era una replica de ella y al pensar en la reina se le ocurrio que quizas encontraria a alguna reina en el poblado de los Dos Patas al igual que habia encontrado a la madre de los cachorros.
Hoja de Avellano tras darles un lametón a cada uno de los cachorros sin pensarselo dos veces se fue corriendo a la barrera que separaba la arboleda en la que se encontraba su claro y el poblado de los Dos Patas.
Llego en seguida, paso por el hueco de debajo de la barrera verde, cruzo el Sendero Atronador y una vez en las calles del poblado empezo a vagar buscando una gata que aun pudiera amamantar cachorros.
Estuvo un largo rato caminando, con el oido agudo intentando escuchar algún maullido, mirando a todas partes para ver si veia a alguna gata con algún cachorro, pero los unicos gatos que consiguio ver eran solitarios rebuscando entre la basura.
Les pregunto a algunos sobre alguna gata que pudiera amamantar a unos cachorros pero lo unico que logro fueron bufidos, comentarios sarcasticos o algunos gatos incluso huyeron al verle.
"Estos gatos estan locos" cuando Hoja de Avellano habia perdido toda esperanza y empezaba a ocultarse el sol oyo un maullido y un bufido, se paro y miro para ver de que se trataba, hasta ahora no se habia dado cuenta de que estaba delante de una vivienda enorme de Dos Patas, la vivienda estaba bastante destrozada como si hiciera tiempo que ningún Dos Patas viviera en ella pero justo en aquel momento habia olor a ellos en aquella casa.
-¡Me dijiste que no vivian Dos Patas en tu casa!- gruño un gato dentro del recinto.
-¡Y no vivian, han venido hoy!- le respondio la voz de una gata algo decepcionada -¡¿Si no como podría vivir yo ahí?!- añadio mordazmente.
-Siendo una minina domestica y habiendome mentido- el gato que habia dicho eso salto al muro que rodeaba la vivienda.
Era un gato blanco tirando hacia canela con la cara, las orejas y otras varias partes de su cuerpo marrones oscuras y sus ojos eran azules, ademas para sorpresa de Hoja de Avellano entre sus fauces llevaba colgando un cachorrito que era igual que el gato que le llevaba solo que mas marron y en el corazón de Hoja de Avellano se prendio una llama de esperanza.
-¿¡Por que te mentiria?!- le pregunto una gata indignada que tambien saltaba al muro.
Era una gata marron con tonos grisaceos atigrada de ojos ámbar e igual que el otro gato de sus fauces le colgaba un cachorro, en comparación al otro aquel gatito era atigrado de color canela.
-No se dimelo tú- el cachorro marrón con tonos mas oscuros maullo irritado y el gato que le llevaba lo dejo encima del muro  y se sento.
-Perdona- suspiro el gato blanco y marrón -Pero es que me pone nervioso no encontrar un hogar en el que podamos vivir tranquilos junto a nuestros cachorros- miro tristemente a la gata atigrada y esta tambien se sento dejando al cachorro en el muro y acercandose a su pareja.
-Tranquilo, encontraremos un hogar- le ronroneo poniendo su cabeza bajo la del gato y este se apoyo en ella.
Entonces Hoja de Avellano salto al muro dispuesto a conversar con aquella familia ya que sabia que tenia la solución para ellos, cuando la pareja le vio se sorprendio y ambos erizaron el pelaje despegandose y rodeando con la cola protectoramemte a sus cachorros pero Hoja de Avellano tan solo bajo las orejas humildemente.
-Tranquilos no quiero haceros daño- les aseguro pero los gatos no alisaron el pelaje.
-¿Que quieres?- le pregunto la gata con los ojos dilatados.
-No he podido no escuchar vuestra conversación y sentir pena por vosotros- la pareja se miro mutuamente avergonzados -Y me he acercado solo para deciros de que tengo la solucion para vosotros- les dijo alegremente Hoja de Avellano pero los gatos tan solo alisaron un poco el pelaje.
-¿De verdad que has encontrado un lugar tranquilo en el que pueda vivir una familia de gatos felizmente?- le pregunto receloso el gato de cara marrón oscura y Hoja de Avellano asintio con la cabeza.
-¿Como es el lugar?- le pregunto la gata.
-Es un claro que tiene una charca en medio, el claro esta en una arboleda que no esta muy lejos del poblado de los Dos Patas- describio el guerrero acordandose del arbol en el que se encontraban los gatitos y preguntandose si estarian bien.
La pareja se miro entre si como si intentaran ponerse de acuerdo en silencio.
-¿Por que nos ayudas?- pregunto el macho receloso.
-Por que vosotros necesitais mi ayuda y unos cachorros que estan en el lugar que os he dicho la vuestra- la pareja le miro perpleja pero Hoja de Avellano no tenia rostro de estar mintiendo al contrario, cara de preocupación y de ruegue para que la familia fuera al claro.
-Guianos- le pidio la gata atigrada mientras ella y su compañero alisaban el pelaje y cada uno cogía el cachorro que habian dejado en el muro, Hoja de Avellano contento bajo del muro junto a los otros dos gatos y emprendieron su marcha.
-¿Los cachorros del claro son tuyos?- pregunto la gata atigrada con la voz amortiguada por el pelaje del cachorro.
-No- Hoja de Avellano decidio contarles toda la historia para que ellos no tuvieran que preguntarle y molestar asi a los cachorros. -Hoy antes de que saliera el sol me he despertado y he ido ha cazar algo pero como no he conseguido cazar nada, habia ido al poblado de los Dos Patas para conseguir algo de comida, allí me he encontrado con una gata con tres cachorros, le habia sugerido ayudarla y al dejarme he cogido uno de sus cachorros y la he seguido al lugar donde ella queria ir, tenia que cruzar uno de estos senderos por los que pasan los monstruos de los Dos Patas y como le daba miedo cruzar he cruzado yo ha sus cachorros pero cuando tenia que cruzar ella...- Hoja de Avellano recordo como la habia atropellado el monstruo y un escalofrio le recorrio el cuerpo, miro a la pareja y vio que le habian entendido por sus caras de horror.
-Entonces decidi llevar a los cachorros a mi hogar es decir el claro al que os llevo- la gata atigrada le miro con horror.
-¡¿Nos estas contando que hay unos cachorros solos en una especie de bosque desde la mañana y sin comer?!- le espetó la gata atigrada.
-¿Por que creiais que necesitaba vuestra ayuda?- les pregunto con ironía el gato marrón atigrado y blanco.
-Mejor nos damos prisa- sugirió el gato de ojos azules.
Aligeraron el paso pero no fueron corriendo por los cachorros que llevaban, Hoja de Avellano iba mas despacio para igualar el paso de ellos cuando podia ir corriendo pero sino la pareja no se sabria el camino.
Hoja de Avellano vio por fin el Sendero Atronador y tras el la barrera hecha por finos y duros palos verdes, pero tambien con lastima y con horror observo el cuerpo destrozado de la madre de los cachorros y la pareja tambien devio de verlo.
-¿Es ella la madre de los cachorros?- pregunto el gato blanco con la cara marrón con lastima.
-Sí- suspiro Hoja de Avellano.
-¿No deberiamos quitarla de la carretera y enterrarla?- sugirio la gata gris y marrón atigrada con tristeza.
-Sí, pero no hoy por que tenemos prisa- les recordo el proscrito -¿Sabeis cruzar?- les pregunto Hoja de Avellano ya que no queria otro accidente como el de aquella mañana.
-Sí- respondio con seguridad y valentía la gata atigrada mientras que su campañero miraba con temor el Sendero Atronador.
-No- respondio con miedo.
-¿Quieres que cruze al cachorro que llevas por ti?- le pregunto el guerrero, el padre del cachorro le miro receloso despues miro al Sendero Atronador y por ultimo al cachorro con cierta pena.
-Sí, no quiero que le ocurra nada- suspiro el gato blanco con la cara marrón.
-Se que contigo no le ocurriria nada malo pero si asi te sientes mas seguro- le tranquilizo su compañera restregandose contra él y este ronroneo dandole un lametón en la oreja.
-Si no os importa cruzare yo primero- pidio Hoja de Avellano y al ver que el gato blanco y marrón dejaba su cachorro en el suelo para que lo cogiera él vio que lo aceptaba pero antes le dio una mirada furiosa de advertencia.
Hoja de Avellano cogió al cachorro aguzo el oido miro hacia los lados y al ver que no venia ningún monstruo cruzo el Sendero Atronador llegando asi al otro lado y dejando al pequeño cachorro en el suelo.
Hoja de Avellano miro al otro lado donde vio a la pareja hablando aunque mayormente parecia que la gata atrigrada le estaba dando las explicaciones a su compañero de como cruzar un Sendero Atronador mientras este asentia nervioso, al de un rato la gata le dio un lametazo en la mejilla a su compañero cogio al otro cachorro y cruzo con exito el Sendero Atronador.
Al llegar a la otra orilla dejó a la cria junto a su hermano.
-¿Falta poco para llegar al claro?- le pregunto la reina cansada.
-Sí- Hoja de Avellano se dio la vuelta y miro a la arboleda que se extendia ante ellos detras de la barrera.
-Es ahí- le explico y la reina no parecio relajarse mucho -Tranquila el claro esta cerca-
Tras decir aquello llegó el gato de ojos azules quien suspiro aliviado al llegar al otro lado.
-No me he sentido tan aliviado en toda mi vida- resollo -¿Los cachorros estan bien?- pregunto buscando a los cachorros con la mirada y al verlos les dio un lametazo a cada uno.
-Podemos seguir con la marcha- ánimo el gato de ojos azules.
-Bien- Hoja de Avellano paso atraves del hueco estando al otro lado de la barrera y les hizo un movimiento con la cola para que pasaran.
-¿Podrias coger a nuestros cachorros mientras cruzamos?- le pregunto el gato blanco y marrón y Hoja de Avellano asintio, se agacho y la gata le paso el cachorro que ella llevaba, Hoja de Avellano lo cogio del pescuezo arrastrandolo asi un poco y el cachorro maullo, Hoja de Avellano le lamio la cabeza para reconfortalo y el cachorro se callo.
El gato con la cara marrón le dio el cachorro que llevaba pero este no maullo y tras que los cachorros estuvieran en el otro lado de la barrera sus padres pasaron y ambos miraron la arboleda que se exponía ante ellos.

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El gato de la imagen es el gato con la cara marrón.

El Clan del Proscrito 1#La Arboleda AlejadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora