Ustedes son ... ¿Mis Padres?

Capítulo 1

Narradora:

Conan: Ugh no debí venir aquí en primer lugar.

Conan se encontraba en la puerta principal del aeropuerto de Francia.

12 horas de vuelo, desde Japón hasta Francia.

Y todo por haber escuchado sobre el ladrón más buscado internacionalmente ... Lupin III.

Invento una excusa al profesor, a Haibara y a Ran. Incluso le quito el chip rastreador a sus lentes.

Pero tenía que viajar a Francia por algunas razones.

Quería saber el ¿Por qué algunos consideraban un ladrón bueno a Lupin?

Se decía que es una persona que opera desde el lado incorrecto de la ley, y sin embargo no es "malvado"; todos aquellos a los que Lupin vence son en todo caso, villanos mucho peores que él.

¿Entonces es igual que Kaito Kid?

Eso se preguntaba ahora ... se alejo de sus amigos y de su "acosador personal", en este caso sería Kid, solo para averiguar de ese ladrón.

Ya le bastaba con uno al que atrapar, incluso Conan parecía que sentía una atracción hacia el, esa es otra de las razones por las que quería alejarse ... quería pensar bien las cosas, y eso que por apenas pudo salir del campo visual de Kid.

Solo acordarse de Kid su corazón latía rápidamente y su rostro se ponía carmín.

Volviendo al otro tema, la curiosidad de saber cómo trabajaba el Ladrón Lupin III lo ponía ansioso ... tenia que buscar al Inspector Zenigata.

Al salir de sus pensamientos no se dio cuenta de cuando había entrado a un autobús, al ver por la ventana el paisaje verde y unas cuantas casas decidió que era mejor bajarse.

No sabia en donde se encontraba, por error suyo dejo el teléfono móvil en casa del profesor Agasa, su único consuelo era la tarjeta de crédito que le dieron sus padres para sus gastos y a parte de eso tenía un pasaporte falso, cortesía del profesor Agasa.

El sol ya casi se iba, caminando lentamente por las casas veía los campos arados.

No le gustaba no pensar en nada, cuando eso ocurría a su mente venia Kid persiguiendolo siempre, a donde sea que fuera.

Disfrazandose de hombre, mujer o anciano ... el lo seguía a todas partes, incluso lo salvaba algunas veces.

Acordarse de eso le sacaba una sonrisa, incluso un pequeño sonrojó cuando se acordaba las veces en que Kid quería robarle un beso, cosa que nunca pudo lograr. Pero un beso en la mejilla o en la mano, es lo único que podía hacerle.

Aparte de eso también sentía curiosidad de quien se encontraba detrás del monóculo.

Todos los recuerdos que tenía con él,  lo hacían sentirse feliz ... incluso estaba aceptando el hecho de que esté enamorándose de ese ladrón.

Al estar tan metido en sus pensamientos no pudo ver que una parte del camino estaba resbaloso por el barro ... solo fueron unos segundos, se cayo de golpe, no hubo ningún rasguño excepto en la parte izquierda de la cabeza. 

Su cabeza se golpeó en la lámina de hierro de un azadón.