–Te decía que me salvaste, Erick –arquee una ceja, normalizando ya el color de mis mejillas y el acelerado ritmo de mi corazón–. Ayer cuando volví a mi casa, Emilia me estaba esperando ahí, mis padres la dejaron entrar porque ella y sus padres son buenos amigos de mi familia, pero Emilia estaba a poco de entrar en celo, así que anduvo muy cariñosa cuando me encontraba en mi oficina y al llegar a mi casa lo intentó también.
¡Por eso la marca de labial! Pensé, pero no lo dije, simplemente me quedé admirándolo, esperando que continuara hablando, aún yo no entraba en el tema de conversación así que no veía porque lo había salvado si lo único que hice fue llorar como un cachorro abandonado y dormir en sus brazos.
–Cuando volví a casa, ella reconoció tu olor en todo mi cuerpo y ni siquiera quiso acercarse, después simplemente se fue.
Mi rostro seguramente enrojeció de nuevo a causa de las palabras de Joel, aunque no me sentía mal, estaba feliz de saber que le quité encima a la chica esa y por la sonrisa con la que él venía, me imaginé que también.
–¿A ella le gustas?
–No lo sé, supongo –se encogió de hombros, deteniendo su auto en la entrada de mi universidad–. Somos amigos desde hace mucho, nuestros padres viven pensando que seríamos una pareja perfecta, imagino que tanta presión hace que ella lo considere también.
–¿A hecho cosas como esta antes?
–Sí, muchas veces –Joel se acomodó mejor en su asiento, apagando el motor del auto–. Pero no es como que me importe, normalmente lo hace cuando está cerca de su periodo de celo, luego se disculpa. Es una buena amiga si quitas las ganas que tiene de lanzarse en busca de un alfa.
–Creo que es en busca de ti, no de cualquier alfa.
–Me tiene sin cuidado, no estoy interesado en ella y mi alfa tampoco.
–¿Y siempre es así? ¿Tu alfa y tú suelen estar de acuerdo con sus gustos?
–Nos llevamos mejor de lo que crees, le entrego mi confianza y él no me decepciona.
Joel hablaba con una naturalidad increíble, no me imagino que pasaría si le cedo el mando a voluntad a mi omega, seguro para este segundo ya estaría besando los labios de Joel, o rogándole que me lleve con él, que no quiero apartarme ni un segundo de su lado, que quiero que me...
No, no quiero que me muerda.
Nadie me va a morder nunca más, primero muerto.
–Debe ser lindo llevarse tan bien con ese otro lado –suspiré, recargándome en el asiento, observando como cada vez la cantidad de personas que llegaban a la universidad iba aumentando.
–¿Nunca lo has hecho?
–Solo durante el celo, nunca a voluntad.
–Ese otro lado no es malo, Erick –su pulgar acarició el dorso de mi mano y solo entonces recordé que aún su mano tomaba la mía, fue increíble, me sentía tan a gusto que casi ni lo consideré–. No es como que tu omega vaya a ir y suicidarse, solo hace lo que tu corazón quiere y no te atreves a hacer por miedo.
–A veces el miedo es bueno, Joel, me salva de muchas cosas.
–Confía en tu instinto, tu omega por voluntad propia nunca te llevaría a que hagas algo malo.
¿Qué diría Joel si le dijera que mi omega a voluntad ahora quería besar sus labios más de lo que deseaba siquiera respirar?
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THE PERFECT OMEGA | Joerick
FanfictionCuando eres la perfecta definición del omega imperfecto, pierdes todo pensamiento positivo de algún día encontrar el amor de tu vida. Erick Colón tiene veinte años, un hijo de tres y un lazo roto debido a su ingenuidad ¿Qué alfa querría encargarse d...