Look after you // Evan Peters (TERMINADA)

Capítulo 47

<<Sorpresas>>

Elliot caminaba por las calles de St. Louis, el día estaba soleado, y parecía ser un poco más feliz que el resto de los días. Se sentó en una banca y comenzó a revisar su teléfono celular, su mente estaba completamente inmersa en su gran problema, y es que el hecho de haber dejado embarazada a la novia de su mejor amigo, era un problema serio.

Los minutos pasaron y decidió pararse, el aire fresco de la tarde parecía hacerse aún más notorio y por lo tanto sabía que debía volver a casa. El chico puso sus manos en los bolsillos de su chaqueta y emprendió rumbo a su casa. Además, tenía una cena con sus padres, y aunque los odiaba y no quería estar con ellos, le habían dicho que era algo realmente importante.

Estaba con su mente apegada a sus problemas internos, cuando de pronto  chocó con una mujer, y a esta se le cayeron sus lentes de sol. El chico se puso nervioso, como si aquello hubiera sido el peor de los crímenes, sin pensarlo tomó los lentes y los depositó en unas manos suaves, cuando de la nada se encontró con dos ojos azules idénticos a los de él.

— Lo lamento mucho... No fue mi intención, discúlpeme señora— Elliot le sonrió, aquel rostro le era más que familiar.

Los ojos de la mujer se iluminaron como dos ampolletas, cuando recordó aquel rostro.

— Tú eres el chico que rescató al conejo de mi hijo, qué gusto me da verte... — Jessica le sonrió y Elliot hizo lo mismo, aquello fue extraño, como si las sonrisas se dieran de forma natural y con más ganas de seguir haciéndolo.

— Claro que la recuerdo señora— Elliot tragó saliva, le daba cargo de conciencia saber que esa mujer era la madre del chico al que siempre le hacía daño.

— Mira las coincidencias de la vida, es como si el destino quisiera que te agradezca realmente por el favor que le has hecho a mi hijo— Jessica lo miraba emocionada.

— Claro, no fue nada, es sólo que no podía dejar que ese conejito se perdiera.

— Mi hijo Evan no podría vivir sin orejas — Ambos rieron— ¿ Cuál era tu nombre?— Elliot recordó que había mentido sobre su nombre.

— Bill, Bill Turner— le sonrió nuevamente.

— Oh, Bill— Jessica lo miró reflexiva. Se llamaba Bill como su hijo.

— ¿ Se encuentra usted bien? — Elliot notó la mirada perdida de la mujer.

— ¿Te parece aceptar tomar el té conmigo? Creo que la vida se ha empeñado en juntarnos... Tengo un hijo, y me recuerda a ti—Elliot no quería ir, porque sabía que era la madre de Evan, pero algo en su interior, le dictaba aquello, seguir a esa amable mujer sin miedo a nada.

— Encantado... — El chico le sonrió.

Ambos caminaron hasta la casa de los Peters, aunque Elliot ya la conocía por completo.

— Muy linda casa... — Elliot fingió jamas haberla visto.

— Mi esposo y yo nos hemos esforzado mucho— Jessica se sentó en el sofá al igual que Elliot. Pidió dos cafés a la sirvienta que estaba trabajando en ese momento y a los minutos la misma persona llegó con el pedido y galletas caseras.

— ¿Y a qué te dedicas? — la mujer tomaba café y miraba fijamente a los ojos de Elliot.

— Estudió medicina... No hago mucho.

— Genial, ¿ Cuántos años tienes?

— Veintiuno.

— Tengo un hijo de veinte...él es mi vida entera, se llama Evan y tiene Asperger, la vida no ha sido fácil para él, pero Evan es brillante.