No es otro cuento de hadas

Emanuel

La noticia de haber sido elegido para ser el estudiante de intercambio me vino de de diez. Ya no soportaba a mis compañeros de clase. Día tras día intentaba desaparecer. Sonaba la campana para entrar a clases y era mi tortura. Mis compañeros me golpeaban, se burlaban de mi sin razón alguna. Intentaba aliarme a ellos pero siempre las cagaba, todo me salía mal y de vuelta volvía a ser "la nena" del salón. Familia no tenía, mi madre me abandonó de pequeño y mi padre quien sabe donde andará. Vivo en el mismo albergue desde pequeño, muchos niños pasaron, varios cambios de personal y yo aún seguía ahí, esperando vaya a saber que. Dejé Barcelona de noche y llegue a eso del mediodía a Argentina. Me recibieron algunos directivos del colegio al cual iba a pertenecer de intercambio durante el ciclo lectivo. Ya llevo más de un mes aquí y la verdad me han recibido muy bien aunque no supe hacer amigos. Soy algo popular de entre las muchachas de la clase pero que va, no me interesa ninguna de ellas. Hasta que la ví a ella, Carola. Tan guapa pero ni me pesco. La

ví llorando supongo ah de ser por algún niñato que no sabe cuidarla. Esperé su llamado casi una semana y no me ha contactado, no perderé las esperanzas sino que más da. Después de todo volveré a mi país.

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Tiré el papel, me da igual ese niño. La semana se me pasó en un abrir y cerrar de ojos. Tendré que cumplir con mi palabra y someterme a Miguel. Sino terminará por dejarme y tanto que me costó que volviera conmigo y a confiar en mi. Todo es mi culpa, él era el novio perfecto. En una fiesta me emborraché, pastillas y alcohol no son buena combinación, un tipo se me acercó me besó y no lo detuve. Él nos vió y cagué toda la relación. Dice haberme perdonado pero aún no lo supera y actúa de esta forma. ¿Será que ya no siente nada por mi?. Intenté sacarme todos esos pensamientos raros de mi cabeza, Miguel si me amaba sólo está un poco resentido.