Escena 3: Éxito

416 37 1
                                    

El pequeño Erick lo consiguió. se volvió el reemplazo de Lowel, el nuevo primo Oumo. Nadie batalló con él, pues era muy obediente y bueno. Aparte de que cantaba muy bien y hermoso. Él era como un ángel caído del cielo para todos los que estaban involucrados en la función. Finalmente, la noche llegó. Aquellos millonarios que pagaron para ver el estreno, se mostraban muy ansiosos e impacientes para ver la ópera. Antes de que ésta empezara, Karl Heinz dio el anuncio del cambio de actor principal para que el publico no se sientiera estafado ni decepcionado. Aseguró que sería algo fenomenal y hermoso con el nuevo actor que protagonizaba la obra de Anibal. Erick al principio, sintió unos nervios incontrolables, pero reunió el suficiente valor para poder cumplir con la producción. Usaba los vestuarios que Lowel usaba, solo que obviamente tuvieron que hacer ajustes debido a que Lowel era unas tallas más grande y Erick era demasiado delgado y pequeño para esos vestuarios. De lo único que se quejaba, era de lo pesados y extravagantes que eran varios de esos vestuarios, pero agradeció que no lo maquillaran tanto como lo hacían con el anterior Primo Oumo. Los actos de la obra estaban corriendo de la forma correcta, no había ningun error notable y el publico parecía disfrutar la obra. Karl Heinz se encontraba en uno de los palcos más cercanos al escenario junto a sus hijos, que muy apenas miraban lo que pasaba en la obra con cierta aburrición o desinterés. Pero Reiji, quien estaba ahí con ellos, no estaba nada cómodo. Maldecía en su cabeza en cierto modo, pues el Vizconde usaba su palco favorito, el palco 5. Pero no se podía quejar del todo, logró su propósito de hacer que Erick protagonizara la obra y cada nota musical era un segundo de tranquilidad y emoción, aquella emoción que sentía cada que escuchaba música muy buena.

Finalmente, llegó el último acto, en el que Erick cantaría aquella canción con la cual "audicionó" para estar en la ópera. Su vestuario hacía que se viera hermoso: tenía un traje blanco puro, parecido al de un verdadero príncipe. Tenía adornos plateados con diamantes colocados sobre la tela de una forma perfecta y simétrica. Su cabello estaba recogido con una coleta muy pequeña y tenía una diadema de plata encajada entre su hermoso pelo castaño como un adorno algo afeminado pero a la vez, llamativo. Por último, tenía una enorme capa que arrastraba, del mismo color blanco puro que su traje, solo que tenía texturas grises para que resaltara un efecto aún más majestoso. Aquella apariencia combinaba con su angelical canto y su hermosa apariencia. No sólo el vestuario, también la escenografía y las luces blancas combinaban, la cual era un paisaje nocturno con algunos extras vestidos de ángeles sosteniendo unos caballos blancos, adornados con plumas. Reiji no pudo evitar ruborizarse con esa aparición del chico en esa obra. Era algo perfecto para sus ojos, algo muy codiciado que deseaba ver: belleza sincera en el canto y la apariencia. Madame Giry y su hija Meg miraban con orgullo al chico desde los bastidores, forjando sonrisas en sus rostros. Erick tenía a todos "hechizados" con su canto, pero hubo alguien, aparte de Reiji, que quedó totalmente asobrado con su aparición en la ópera: el Vizconde Raoul. El hombre joven, tras escuchar la voz y estudiar con la mirada al Primo Oumo, reconoció que ese era Erick, su amigo de la infancia con quien jugaba, cantaba y lo protegía de peligros pequeños o irreales. Supo que aquel gran cantante era el pequeño y dulce niño a quien le llamaba "Pequeño Eri".

"Erick:
Think of me, think of me fondly
When we've said goodbye

Remember me, once in a while
Please promise me you'll try

When you find that once again you long
To take your heart back and be free

If you ever find a moment
Spare a thought for me

We never said our love was evergreen
Or as unchanging as the sea

But if you can still remember,
Stop and think of me

Think of all the things
We've shared and seen
Don't think about the way
Things might have been

Think of me, think of me waking
Silent and resigned

Imagine me trying too hard
To put you from my mind

Recall those days, look back on all those times
Think of those things we'll never do
There will never be a day
When I won't think of you

Raoul:
Can it be?
Can it be Erick? Bravo!
Long ago, it seemed so long ago
How young and innocent we were
He may not remember me,
But I remember him

Erick:
Flowers fade, fruits of summer fade
They have their seasons, so do we

But please promise me that sometimes
You will think of me!"

Una vez que Erick terminó su canto, el público de inmediato se levantó, empezó a aplaudirle tan fuerte y lanzar rosas al escenario, dando a demostrar que quedaron encantados y conmovidos con la producción, en especial la última canción del último acto cantada por el pequeño ángel musical. Erick sonrió de forma tan alegre ante los aplausos e hizo unas cuantas reverencias para dar las gracias a los espectadores. Karl Heinz también se levantó y aplaudió con todo el entusiasmo junto a su hijo Reiji, el resto de los chicos Sakamaki simplemente aplaudían estando sentados. Incluso Meg y el resto de las personas en el backstage del escenario le aplaudieron. Aquel fue un gran momento de victoria tanto para Reiji como para Erick. Pero no todos celebraban eso. Lowel se había enterado de que la obra no fue cancelada y que usaron a un suplente de último momento para que hiciera del Primo Oumo. Le dio gracia saber que su reemplazo era un simple corista y bailarín de fondo, pensaba que un niño de "nivel inferior" no iba a iluminar el escenario como él creía que lo hacía. El vanidoso cantante había mandado a alguien a ver la obra para que le contaran lo detalles de como había sido la ópera. Esperaba oir que el público le había abucheado al chico y que se iban a retirar de forma furiosa, pero no fue así. El "espía" llegó corriendo al carruaje donde Lowel esperaba noticias y le dijo que la producción fue un éxito y que habían amado al nuevo Primo Oumo. La noticia hizo que Lowel se sorprendiera y se desmayara.

Dentro del teatro, los bailarines, los actores, los cortistas y el resto de los encargados del backstage celebraban el gran éxito en el cual obviamente todo estaban involucrados. Algunos bebían alcohol, otros hablaban de lo emocionante que fue hacer la producción y otros pocos se escondían y se besuqueaban. Uno de los involucrados en eso último, era obviamente el vampiro más mañoso y encimoso: Raito, quien se escondió y se empezó a besuquear con una de las bailarinas. Pero esto ya fue algo que muchos ignoraron, la única que no lo hizo, fue Madame Giry, quien forzosamente trataba de poner orden a las bailarinas que también estaban de encimosas con el vampiro. Meg quería ver a su hermano, por lo que empezó a buscarlo y supuso donde encontrarlo: en aquel cuarto donde solía encender una vela dedicada al recuerdo de su amado y difunto padre.

My Diabolik Angel of Music (Yaoi Fanfic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora