-CARRETERA-
Años habían pasado y aún sentía esa energía cada vez que pasaba por esa vieja y vacía carretera, aún escuchaba los gritos, aún sentía los rasguños y aún daba oido a las plegarias imploradas por su familia.
Recorrió el sendero y ahí estaban, esa señora delgada de cabello castaño junto a dos niñas pequeñas posadas frente a ese gigantesco árbol silvestre. Una leve sonrisa apareció en su boca, estaban bien y aún presentes.
Aliviado suspiró y siguió camino.
Aquella señora fue asesinada fríamente por su esposo junto a sus pequeñas hijas y no estarían tranquilas hasta que su culpable marido tuviera un final igual que ella. Para siempre y por siempre...