-EDIFICIO-
La lluvia caía rápida y ferózmente sobre el cuerpo de aquel joven; su vista directa a una sola dirección, el vacío.
¿Qué tendría que hacer?, ¿Cómo lo tendría que hacer?, ¿Por qué lo tendría que hacer? ¿Qué lo llevó a hacerlo?
Tras esa pregunta el recuerdo invadió nuevamente la cabeza de aquel joven. La sangre, la desesperación y agonía, todo eso que lo llevó ahí; a lo más alto de un edificio.
Pequeñas lágrimas se desbordaban de sus grandes ojos, su cuerpo tembloroso se acercaba cada vez más a la orilla de ese gran edificio, mientras sus pies se movían volvía a ver a su madre, desplomada en el piso desangrandose tratando de arrastrarse y defenderse para salvar su vida, y su padre quien la seguía sosteniendo más fuerte por cada movimiento que hacía, lanzando una nueva apuñalada una y otra vez hasta que el cuerpo de la débil mujer no realizó otro movimiento.
Los ojos de ese chico que habían apreciado todo ese acto a carne viva atrás de un armario escondido experimentó la sensación más desgarradora de su vida; Ver la muerte sangrienta de su madre.
"Solo me defendí." El chico trataba sin cesar despojarse de esa culpa que lo consumía, de nuevo esas aturdidas imágenes volvían a su cabeza. Su padre debajo de él, extremadamente borracho y con esa sonrisa cínica que lo caracterizaba. Sin pensarlo dos veces enterró el cuchillo en el tórax de su padre una, tras otra vez. Era demasiado tarde cuando reflexionó lo que acababa de hacer.
La rabia y la necesidad de venganza lo consumieron por completo. Sin embargo, dos cuerpos sin vida se encontraban en el suelo de aquella vieja casa, sangre por todos lados y ese silencio tan aterrador para el chico.
Tan sólo con ese recuerdo pudo aclarar su mente y decidir lo que iba a hacer. Iba a estar junto a su madre.
Sin más dió el paso final, cayendo de espaldas de aquel edificio, sentía el aire junto a esas pequeñas gotas de lluvia que se mezclaban con las lágrimas que derramaba pasar por su rostro y cabello llevándolo a otro lugar, llenando esa paz en su interior. Poco a poco cerró los ojos y se dejó caer rápida pero pacíficamente al vacío extendiendo los brazos.
Esperando su fin en un par de segundos...
