CAPÍTULO 21 DAÑOS SEVEROS A TERCEROS

14 3 0
                                    

- ¡Me dejaste solo por casi 16 años!

- Stefan, hijo, te lo puedo explicar todo – respondió mi madre.

- No me llames hijo Lilith

- Está bien Stefan, entiendo tu enojo, te he fallado tanto a ti como a tu padre. Pero las cosas se complicaron demasiado en casa.

- Papá siempre te quiso, te esperó por años y no diste ni señales de vida.

- Tu padre y yo no estábamos bien Stefan, las peleas eran diarias.

- ¿Y eso fue motivo para abandonarme todo este tiempo?

Tras esa pregunta el silencio inundó el lugar, Lilith no sabía que decir, su rostro estaba completamente inundado por la tristeza, o quizás solo estaba intentando encontrar la manera de mentirme, la manera de parecer ser la víctima de la situación, me abandonó la mujer más importante de mi vida, quien se supone que debería cuidarme, quien se supone que debería estar conmigo.

- ¿No piensas responder? – pregunté a pesar de que la ira y el odio invaden mis pensamientos.

- Te contaré todo.

- Estoy esperando a que empieces.

- Tu padre y yo discutíamos siempre, no pudo realizar sus sueño por nosotros, al principio tu padre no quería que te tuviera.

- Eso lo sé, me lo dijo antes de morir – respondí.

- Pero aquí estás, te amaba y siempre pensó en ti primero, pero las peleas conmigo eran terribles, los insultos, el descontrol por la bebida de tu padre y mis celos hicieron que todo fuera un infierno.

Es cierto, conocía de las discusiones en casa, conocía del problema con el alcohol de mi padre y sospechaba que eso era el motivo para que mi madre nos dejase, pero el desinterés no es por ello.

- Empecé a salir en las noches, me empecé a juntar con personas que no debía y poco a poco me metí en un mundo que no debía de haberme acercado, bebía todas las noches, empecé a consumir drogas, marihuana, cocaína, heroína y varias más, pero una noche tu padre al llegar a casa me vio en ese estado y tú estando cerca de mí.

- ¿Por qué? – pregunté.

- Porque no sabía qué hacer y me dejé engañar.

- ¿Qué pasó después?

- Tu padre llamó a la policía, me detuvieron y me llevaron a una clínica de desintoxicación.

- ¿Y te detuvieron por 16 años?

- Tienes esa misma manera sarcástica de decir las cosas de tu padre.

- Aprendí muchas cosas de él, sobre todo a no abandonar a nadie.

- Estuve 2 años en la clínica, conocí a alguien dentro y me enamoré de él, al salir vi que habías crecido y como tu padre te había cuidado muy bien sin mí.

Esa no me parece una excusa, entiendo lo de la clínica, pero no que nunca haya vuelto a mi vida.

- ¿Por qué no volviste?

- Me fui a Londres, allí me podían ayudar mejor que aquí.

- ¿Ayudar?

- Stefan, mientras estaba en la clínica me diagnosticaron cáncer de colon y de útero, el tratamiento fue costoso y doloroso sin decirte que largo.

Para ti: Sin NombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora