¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐃𝐞𝐜𝐢𝐫𝐭𝐞 𝐋𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨?||𝗘𝗱𝘀𝗼𝗻 𝗔́𝗹𝘃𝗮𝗿𝗲𝘇

Capítulo 25.

Edson.

No fue mi mejor partido pero tampoco lo hice mal. Se notaba que estaba desconcentrado.
Llegamos al hotel y lo primero que hice fue llamar a Fanny. Se tardó un poco en contestar.
- ¿Hola?.- dijo con una voz un poco adormilada.
- Princesa, ¿Estabas dormida?.- pregunté.
- Si, bueno son las dos de la mañana.
- Perdón no lo sabía. Te dejo para que descanses.
- No te preocupes mi niño. Si, mañana hablamos.
- Te amo.
- Te amo.- colgó el teléfono.
Creo que esto va a ser lo más difícil, lidiar con el horario, Fanny solo lleva unas horas de haberse ido y ya estoy volviéndome loco.
Me recosté en la cama, no podía conciliar el sueño, no sabía si iba a soportar estar separado de ella tanto tiempo.

Fanny.

Desperté con un poco de temperatura, me sentía mal. Mi mamá me llevó a un doctor, pero nos tardamos horas buscando uno, hasta que finalmente lo encontramos.
Me reviso y me dijo que me había enfermado por el cambio de clima, me recetó unas vitaminas y nos regresamos a casa.
Esto me daba una razón más para odiar este lugar.

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Me encerré en mi recámara, agarré mi celular y decidí llamar a Edson por videollamada.
- Hola princesa.
- Hola amor. ¿Cómo estás?
- Pues bien, solo que te extraño mucho.
- Yo también te extraño. Llevo un día aquí y no aguanto más.
- Hey Fanny. Solo hay que esperar hasta que regreses y todo será como antes.
- Si, tienes razón.- dije un poco desanimada.
- Mi niña, debes de disfrutar el lugar. Ámsterdam es una ciudad muy bella. Deberías de recorrerla.
Edson tenía razón, pero no estaba segura.
- Si tal vez.
- Se que no es fácil estar separados preciosa, pero hagamos otra promesa.
- A ver dime.
- Prométeme que vas a disfrutar el lugar.- lo mire fijamente.- tu no sabes si en un futuro tu y yo estaremos juntos ahí y serás mi guía.- dijo riéndose. Solo rodeé mis ojos y me reí también.
- Está bien, te lo prometo.- dije con una sonrisa.
- Bien.- me contestó.- Te dejo princesa, tengo que hacer tarea.
Solo asentí con la cabeza.
- Te amo.- dije antes de cortar la videollamada.
- Te amo.
Terminando de hablar con Edson,  decidí poner en marcha la promesa: conoceré Ámsterdam.
Me dirigí a la puerta, mi mamá me detuvo.
- ¿A dónde vas?.- preguntó seria.
- Saldré a recorrer la ciudad.- contesté un poco animada.
- Estás contenta, ¿Qué pasó?.- preguntó sospechosa.
- Digamos que alguien me motivo para disfrutar esto.- dije burlandome un poco.
- Fue Edson ¿Verdad?.
- Si mamá.- me sonroje.- Le hice una promesa y creo que me ayudará a qué no se me haga más pesado la estancia aquí.
Me dio un abrazo y salí de la casa.

Edson.

Esperaba que cumpliera la promesa, quiero verla feliz aún estando lejos de ella.
Mientras hacía tarea volteaba a ver a la ventana y el no ver a Fanny ahí enfrente me destrozaba. En mi cabeza se venían varios recuerdos: cuando comenzamos a ser mejores amigos e hicimos un teléfono con vasos y pasábamos horas platicando, cuando veía como se arreglaba cada día para ir a la escuela, cuando nos distanciamos por culpa de Daniela y cuando nos reconciliamos.
Cada momento que viví con ella fue especial y quería seguir viviendo momentos así con ella.

Fanny.

Estaba recorriendo las calles, tomaba fotografías y comprando cosas, sinceramente era un lugar hermoso y me sentía mal por no conocerlo antes.
Estaba parada en un puente contemplando la vista, hasta que un chico chocó conmigo haciendo que tirará mi bolsa.
- Oye.- dije quejándome.- Ten más cuidado.
- Lo siento, no te había visto. Estaba un poco distraído tomando fotografías.- dijo mientras recogía mi bolsa.- Aquí tienes.
Agarré mi bolsa y le sonreí.
- No te preocupes.- le contesté.
- ¿Eres nueva aquí?.- preguntó.
- Si, ayer me mudé aquí.- contesté.
- Bueno, bienvenida a Ámsterdam.- dijo.
- ¿Tú no eres nuevo o si?.- pregunté.
- No, llevo 6 meses viviendo aquí y la verdad ha sido la mejor decisión que he tomado.
- No creo que piense lo mismo.- dije.- Deje todo lo que amo.
- A mi también me costó adaptarme al principio, pero no me arrepiento.- me dijo.- ¿Cuál es tu nombre?.
- Fanny, mucho gusto.- dije estirando mi brazo.
- Axel, el gusto es mío.- estrechamos nuestras manos.- Te molestaría si te invito un café, no es por presumir pero es el mejor cafetería aquí en Ámsterdam.
- Si, está bien.
Me llevó a la cafetería, ambos ordenamos un capuchino.
- Entonces Fanny, ¿De dónde eres?.- me preguntó.
- Soy de México, de la Ciudad de México.
- Yo también soy de México, pero de Querétaro.-contestó.- Cuando dijiste que dejaste todo haya ¿a qué te referías?.
Tomé un suspiro.
- A casi todo, mi escuela, mis amigos, mi casa y mi novio.
- ¿Novio?.- preguntó confundido.
- Si, Edson es de quién más me cuesta alejarme.- dije bajando la mirada.
- Bueno, pero lo están intentando. Hay muchas parejas que se separan porque no soportan el amor a distancia.- me dijo y mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas.- ¿Cómo se conocieron?.
Me reí un poco.
- Nuestra historia es complicada, no todo ha sido color rosa, al menos al principio.
- Vamos cuéntame.
Le conté toda nuestra historia, TODA, parecía que estaba disfrutándola se veía en su cara. Cuando termine de contársela quedó totalmente impactado.
- Y todo eso tuvimos que pasar para poder estar juntos.- agregue al final.
- ¡Wow! La verdad que valientes fueron ambos, para enfrentar todo eso y que al final triunfará el amor. Yo no podría.
- ¿Por qué no? ¿Hay alguien?.- pregunté.
- Bueno si, hay una chica que va en el mismo  curso de fotografía que yo, pero no he tenido el valor para hablarle.
- Te doy un consejo.- asintió con su cabeza.- Dile lo que sientes, yo me tarde mucho tiempo para decirle a Edson mis sentimientos por el pero llega un momento en el cual te cansas de ocultar lo que sientes y mira... Ahora estoy con el chico que amo. No sabes si eso te puede pasar a ti.- dije encogiendo mis hombros.
- Si tal vez, pero no sé siento que si lo hago me voy a quedar paralizado y quedaré como un idiota enfrente de ella.
- Y ¿Cómo se llama la chica?.- pregunté un poco curiosa.
- Katherine, es de aquí de Holanda. Es una chica muy linda.- dijo mientras me mostraba una fotografía de ella.
Escucharlo hablar así, me recordó cuando yo le decía a mis amigas lo mucho que me gustaba Edson, hablaba todo el día sobre el sonrojándome cada vez que lo hacía. Y pensar en el me hizo extrañarlo más que nunca y mis ganas de tenerlo cerca aumentaban cada vez más.