¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐃𝐞𝐜𝐢𝐫𝐭𝐞 𝐋𝐨 𝐐𝐮𝐞 𝐒𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨?||𝗘𝗱𝘀𝗼𝗻 𝗔́𝗹𝘃𝗮𝗿𝗲𝘇

Capítulo 34.

Edson.

Estaba platicando con Matheus y Sebastián en la habitación:
- ¿Cómo vas con tu chica?.- me preguntó Matheus.
- Todo va muy bien. Hubo un pequeño mal entendido pero todo se arregló afortunadamente.- contesté.
- Me alegro por ustedes, merecen estar juntos.- opinó Sebas.- Por cierto ¿Si te irás a la ULA?.
- ¿La Universidad de Los Angeles te llamó?.- preguntó Matheus sorprendido.
Rodeé mis ojos, no quería tocar ese tema porque aún no estaba seguro de lo que iba a hacer.
- Si, pero no sé...- Matheus me interrumpió.
- Es una muy buena universidad, deberías aprovechar está oportunidad.
- Si lo sé pero...- ahora me interrumpió Sebas.
- Yo le dije lo mismo.- siguiéndole la corriente a Matheus. Empezaron a murmurar entre ellos que me molestó que no me dejaran hablar.
- ¡Bueno me van a dejar hablar!.- les grité y los dos me voltearon a ver.- Aún no he tomado la decisión porque quiero hablar con la universidad si le pueden ofrecer un puesto a Fanny.
- ¿Y? No te han dicho nada.- dijo Sebas.
- No, cada vez que intento llamar el teléfono está ocupado.- contesté desanimado.- Y me preocupa porque pronto será la graduación y ya debo de estar inscrito.
Matheus colocó su mano en mi hombro y me dijo:
- No te desesperes, verás que pronto habrá respuesta.- lo mire y asentí con la cabeza.- Ya es hora de irnos.
Salió de la habitación y Sebas y yo agarramos nuestras cosas para irnos al estadio.

Fanny.

Había ido a casa de Edson para preguntarle a sus papás a qué hora se irían al estadio y si podía irme con ellos:
- Nos vemos a las 4.- dije despidiendóme.
- Si Fanny.- me dijo su mamá.
Regresé a casa para comer algo antes de irme. Entré y me lleve una sorpresa:
- ¡Mamá! ¡Papá!.- grité emocionada y me lancé a darles un abrazo a los dos.- Que bueno que llegaron. ¿Por qué no me avisaron.
- Queríamos darte una sorpresa.- contestó mi papá.- Nos alegra estar en casa.
- A mi también me alegra estar de regreso.- dije.
- Por cierto, ¿qué pasó con Edson?.- preguntó mi mamá poniéndose seria.
- Todo está bien entre nosotros, afortunadamente se aclaró todo ese mal entendido.- dije sonriendo.
- Me pone muy contento que hayan podido arreglar las cosas.- añadió mi papá.
- Si, de hecho hoy jugará. Quedé con sus papás para irnos.
- Pues los acompáñanos.- dijo mi papá.
Me pareció buena idea que mis papás me acompañarán, sería la primera vez que todos iríamos a ver jugar a mi novio.

~~~~~~~~~~~ 4:00 p.m.

Llegó la hora de irnos, sus papás nos estaban esperando afuera de la casa. Les agradó la idea que mis papás también fueran al partido.
Mi mamá le contaba a su mamá sobre Ámsterdam, su papá y mi papá hablaban de fútbol y yo solo observaba mi celular.

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Al llegar al estadio, me asomé por el palco y veía la cancha, mi corazón se aceleraba, quería ver jugar a Edson ya.

Edson.

Salimos a calentar y vi que Fanny estaba ahí, con su familia y la de ella. Me mandó un beso y yo también, me alegraba que fuera a verme.

«Durante el partido»
Edson jugó todo el partido. El equipo ganó 3-2 y avanzaron a la final.

Todo el equipo estaba eufórico, ¡habíamos avanzado a la final!. Jugaría mi primer final, estaba emocionado, fuimos a festejar un momento con la porra, de ahí salí corriendo hacia donde estaba Fanny y le mandaba besos, estando a su lado todo lo bueno llega. Ella me respondió haciendo un corazón con sus manos y también me mandó un beso.

Fanny.

Estábamos tan emocionados, no tanto como Edson lo estaría en este momento, su mamá estaba al borde de las lágrimas, su papá y mi papá hablaban de lo bien que había jugado el equipo y yo no podía estar más orgullosa de el.

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Saliendo del estadio, su mamá me sugirió algo:
- Fanny, ¿Por qué no vas al hotel donde se hospeda el equipo?. A Edson le daría mucho gusto verte.
Su idea me parecía increíble, pero luego en los hoteles cuando se hospeda un equipo no dejan pasar a alguien más.
- ¿Cree que me dejen pasar?.- le pregunté.
- Claro que sí. Mira...- dijo sacando un gafete que decía acceso especial.- cuando llegues al hotel te pones este y no habrá problema.
Acepté el gafete y le di un abrazo.
- Muchas gracias.
- De nada. Cualquier problema me llamas en ese momento.- me guiñó el ojo.

Edson.

Regresamos al hotel, antes de subir a las habitaciones Matheus, Sebas y yo nos quedamos a cenar algo en el restaurante.
Platicábamos de como nos imaginábamos la final, también contra que equipo nos gustaría enfrentarnos.
Cuando terminamos, Matheus se fue a su habitación y Sebas y yo a la nuestra.

Sebas me ganó el baño, mientras esperaba a que saliera le marcaba a Fanny pero no me contestaba, suponía que habrían pasado a cenar a algún lado y no lo escuchaba. Por fin salió Sebas del baño y me dí una ducha.

Fanny.

No hubo ningún problema y me dejaron pasar, tome el elevador pero no tenía ninguna idea en qué piso y mucho menos la habitación estaría Edson.
Afortunadamente, me encontré a Matheus que estaba esperando el elevador y me dijo en dónde estaba Edson.
- Muchas gracias.- dije saliendo.
- De nada.- dijo mientras se cerraban las puertas.

Me dirigí hacia la habitación, toque la puerta y me abrió Sebas. Le hice una seña para que no dijera nada y así poder sorprender a Edson.
- Escóndete en el armario.- me dijo susurrando.
Le hice caso y me metí al armario, el me ayudó a cerrar la puerta.
- ¿Todo bien Sebastián?.- gritó desde el baño.
El se espanto que dejó azotar la puerta, me quería reír pero no podía hacer mucho ruido.
- Si, si todo bien.- dijo aguantándose las ganas de reírse también.

Cuando salió del baño se puso de lado de su cama (estaba enfrente del armario) estaba buscando una playera, yo me estaba mordiendo los labios.

Edson.

Terminé de ponerme la playera cuando sentí que alguien me tapó los ojos. ‘Ese perfume me resulta familiar’ pensaba. Me di la vuelta y era Fanny, me emocioné tanto que la abracé.
- ¿Tú qué haces aquí?.- dije dándole un beso.
- Quería verte.- contestó.- ¿Te gustó la sorpresa?.
- Bastante.- le di otro beso.
- ¿Vas a quedarte?.- intervinó Sebas.- Digo a dormir porque no podrán...
Nos comenzamos a reír, le aventé una almohada.
- Si, solo dormiremos.- le contestó.
Sebas se recostó en su cama y nosotros hicimos lo mismo. Se recargó en mi pecho, le acariciaba su cabello mientras se iba quedando dormida. Mi piel se erizaba cuando sentía la respiración de Fanny en mi cuerpo, dentro de poco también me venció el sueño.