El joven Cuauhtémoc abrió los ojos muy temprano en la mañana, no podía dormir sentía que algo malo iba a pasar, veía al techo sin saber qué hacer, de reojo vio la figura de su esposo, en esa oscuridad solo podía entre ver los rizos de su cabello.
-Ari- susurro - Aristóteles- repitió de la misma manera, pero al ver que no reaccionaba y que por el contrario empezó a roncar dejó de intentarlo, temo solo miro al techo.
Entre los ronquidos de Aristóteles solo pensaba en la entrevista dada el día anterior, estuvo durante meses pensando en si arriesgarse a presentarse como candidato a la alcaldía de CDMX y muchos medios le alentaban diciendo que era una gran opción debido a las grandes aportaciones que su fundación había hecho para ayudar a las madres y padres solteros de CDMX, muchos pensaban que con su gran don de organización podía llegar a lograr grandes cosas, y cuando por fin se decidió varios medios le habían hecho entrevistas pero esta última le causó una mala espina, le preguntaron sobre su pasado y cuál era su relación con el ex candidato presidencial Ubaldo Ortega, temía que con eso fuesen a distorsionar las respuestas.
Mientras él estaba absorto en sus pensamientos los ronquidos habían cesado y con una voz cansada se dirigió a su esposo.- ¿qué pasó amor?, ¿no puedes dormir? - le dijo dándose vuelta en la cama para verle la cara a su esposo.
-No Ari, no puedo dormir, siento que va a pasar algo malo- Temo se sentó en la cama y prendió la lámpara de noche.
-Tahi- Ari también sentó en la cama y acerco a Temo hacia si para poder abrazarle y acariciarle el cabello- Pase lo que pase yo voy a estar contigo, tienes que tener claro, señor Cuauhtémoc López que yo, Aristóteles Córcega estoy a vuestro servicio, además que ya hemos pasado muchas cosas juntos.
-Si Ari, lo sé, perdón por despertarte, solo es que no tengo un buen presentimiento.
-ya veo... ¿Sabes que te puede ayudar a relajarte? - pregunto Ari a Temo brindándole una de esas miradas coquetas que tanto vuelven loco al joven López.
-Ari... No creo que sea el momento...
-Nada de que no es el momento, es el momento ideal, para que te calmes y relajes un poco- con ese argumento Aristóteles convenció a Temo a hacer lo que él decía.
-Está bien Tahi, pero la próxima vez que me lo propongas así vas a tener un castigo- le miro de forma coqueta de vuelta mientras se mordía el labio.
-perfecto Tahi, entonces ahorita vuelvo - Aris se levantó de la cama y se puso sus pantuflas para poder salir de la habitación.
-espera Tahi, ¿a dónde vas? - preguntó Temo.
- ¿cómo que a dónde? A la cocina a hacerte una torta como las que te hacia papancho para que te tranquilizaras cuando eras niño, ¿a qué creías que me refería Cuauhtémoc? - preguntó de una manera inocente.
Temo se puso rojo como un tomate y solo pudo tartamudear, ante esta respuesta Aristóteles se puso a reír.
-se lo que pensaste, pero para eso tienes que poner más de tu parte Tahi, tu sabes que soy difícil de conquistar - termino con su tono egocéntrico y guiñándole el ojo mientras salía de la habitación.
- ¡Eres un idiota Tahi! - grito riendo Temo desde la habitación.
-Lo sé- le respondió Ari desde la cocina.
Luego de que Ari llegara con dos tortas de jamón con queso y luego de terminar de comer entre risas y comentarios coquetos como los que acostumbraban decirse, se abrazaron en la cama y se miraron a la cara.
-Tahi, gracias por siempre estar ahí para mí- dijo el joven López.
-y siempre lo estaré amor, eres lo mejor de mi vida, ¿sabes algo? - temo le miro intrigado- siempre tenemos que recordar los votos que dijimos el día de nuestra boda, ya sabes, yo acepte estar contigo en las buenas y en las malas...
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Aristemo: Los errores del corazón.
FanfictionAristoteles Córcega un famoso cantante internacional junto con su esposo Cohactemoc López un político destruido por los medios de comunicación sin escrúpulos toman la difícil decicion de dejar todo en CDMX e irse al lugar donde su corazón se unió...