Capítulo II~Recuerdos En Las Cajas

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Al despertar Cuauhtémoc se volvió a ver solo en esa enorme cama que compartía con su marido, quien claramente no estaba a su lado.
-Ari- grito para saber donde se encontraba su esposo - Aristoteles - repitió, nadie despertó, se levantó rápidamente de la cama para poder ir a buscar aristoteles, en cuanto salió de la habitación volvió a gritar el nombre de su esposo para ver si este le escuchaba, pero en vez de una respuesta lo que sono fue muchas cosas callendose y un grito de dolor que provenía del salón, Temo al escuchar esto rápidamente salió corriendo a ese lugar donde se encontró a Aristoteles sentado en el piso afirmándose la pierna quejándose y en frente de él unas cajas llenas con cuadros y álbumes.
-Tahi, ¿que paso? - preguntó Temo preocupado.
-nada amor, es que quería preparar una sorpresa bonita para hoy que es nuestro último día aquí, pero sacando las cajas un loco grito mi nombre y me pegue la pierna con la mesa de centro y me cai- respondió Aristoteles.
-Perdón amor pero no sabia que estabas haciendo eso- se defendió.
-esta bien Tahi, solo esperemos que no le haya pasado nada a mi pierna porque es en la que tuve el accidente, aunque bueno - sonrie- no estaría nada mal que me volvieras a cuidar co en aquella ocasión, inclusive podrías darme otros tipos de atenciones - dijo Aristoteles con una tono coqueto sonriendole a su esposo.
-eres un payaso- río Temo- aunque le recuerdo señor Ari que con una pierna rota ese tipo de atenciones se verían pasadas ya que no podrías hacer esfuerzo con las piernas.
-entonces mejor me cuido la pierna y así puedo obtener las recompensas que tanto me gusta-ambos rieron.
-okay pervertidostoteles, ¿que son estas cajas? - pregunto Temo mientras su marido levantaba las cajas y las dejaba sobre la mesa de centro.
-Pues es una caja que pensé que habíamos perdido en la mudanza cuando nos fuimos de la privada para vivir aquí, son cajas que contienen álbumes y fotos de todos estos años juntos, desde que nos conocimos hasta que nos vinimos para acá después de nuestra luna de miel - Ari se acerca a Temo y le sonríe mirándole a los ojos - pensé en serio que se habían perdido, pero por mera coincidencia, mamá Dora - ambos rieron por el comentario - ella, me llamó y me dijo que había encontrado esta caja oculta en el departamento en que vivíamos, tal parece que se nos olvidó allí, y pues... Quería que hoy que es nuestro último día nos diéramos el tiempo de recordar todo lo que hemos vivido juntos señor Cuauhtémoc Lopez de Córcega - enfatizó en lo último, pues Aristoteles amaba como sonaban sus dos apellidos.
-está bien señor Aristocles Córcega de López, acepto su oferta.
-¿enserio?, ¿Aristocles? Rompiste todo el ambiente romántico que había armado - se quejo Ari.
-Si, pero sabes muy bien que no tardamos nada en volver a formar el ambiente - al decir esto temo puso sus brazo al rededor del cuello de Ari pidiendo a este que se encogiera un poco para poder tocar sus narices, Ari entendiendo la indirecta lo hizo. Sus narices se tocaban y sus ojos se encontraron entre sus respiraciones tranquilas - contigo Aristoteles el ambiente siempre es romántico - Temo se puso de puntitas y acerco su boca a la de Aristoteles, quien al ver esto tomó de la cintura a Temo con una de sus manos y tocándole los labios a su esposo quien le miraba de una forma muy tierna.
-Temo, siempre voy a anhelar tus besos--quita sus dedos de los labios de su esposo y cierra los ojos para luego obligar a su esposo a apartarse de él antes de que sus labios toparán - pero ahora mismo no, porque recién despertaste y te huele mal la boca, ve a lavarte los dientes mientras yo preparo esto aqui - dijo Aristoteles con una sonrisa traviesas mientas su esposo lo miraba con odio.
-ahhh eres insoportable amor - le reclama- solo te aprovechas porque te amo demasiado Aristoteles, pero tienes razón, me voy a duchar y a lavar los dientes para poder seguir con nuestro día - sonrió Temo dándose la vuelta para ir al baño.
-¿y si te acompaño en la ducha? - pregunto Aris con un tono coqueto.
-No Aristoteles, me rechazaste el beso yo te rechazo el ducharnos juntos - le respondió el más bajito de los dos.
-Eres un rencoroso Cuauhtémoc - dijo Aris antes de empezar a sacar las cosas de dentro de las cajas y acomodarlas en la mesa de centro.
Temo ya listo fue al salón para sentarse con su marido en frente de una mesa de centro llenos de álbumes y fotos.
-entonces, ¿los vamos a revisar?- preguntó a su esposo.
-obviamente amor, de hecho escoge uno tu y veamos que recuerdos se nos vienen a la mente- Temo escucha esto y elige un álbum enorme de color azul con el borde negro, en la portada decía "recuerdos Familias López y Córcega"
-Recuerdo este álbum-mencionó temo - este lo hicimos con muchas fotos que juntamos de nuestras infancias y de antes de ser novios ¿verdad? - pregunto con cierta ilusión a su Tahi.
-Asi es amor, aunque aún recuerdo que nunca pudiste conseguir fotos tuya de antes de los 12 años - Aris sonríe y abre el álbum para empezar a ojearlo con su esposo, pasando las páginas veian fotos de sus familias, muchas de las cuales tenían a personas que ya no estaban en este mundo.
-Mira Ari, recuerdo ese día - dijo Temo apuntando una fotografía en la que estaban todos comiendo en casa de abuela Imelda - ese fue el primer día en que nos conocimos, aún recuerdo que tu papá le dijo al mío que nosotros nos  habíamos caído bien bastante rápido - le dijo Temo a su esposo.
-Tienes razón Tahi, yo también recuerdo eso, pero lo que más recuerdo de ese día es aquel delicioso pastel que se desperdicio por culpa de mi galanura- ambos rieron.
-jamas me lo perdonaras. ¿Verdad? - preguntó Temo.
-nunca- contestó Ari rápidamente para que luego de unas risas ambos siguieron viendo las imágenes, se toparon con la foto que ambos se tomaron cuando Temo entró en el equipo de béisbol, más adelante fotografías del cumpleaños y primera comunión de Dave, aunque en esta última Temo no aparecía por ninguna parte.
-Recuerdo muy bien ese dia- comentó Aris
-como no, si es un Trauma para ti - se burlo Cuauhtémoc.
-¿como no?, te recuerdo, Tahi, que por ir a buscarte al terminal por tu loquera de irte a Toluca, le tuve que pedir a julieta que me llevara, y de esa casi no salgo - se rio- por lo que obviamente ese día lo recordar muy bien, si casi pierdo mi vida - hace una pausa mientras le toma la mano a Temo y le mira directo a los ojos - y Julieta casi me mata en el auto - Aris sonríe y le da un beso en la mejilla a su esposo.
-Ari, ese día casi cometo una locura, si no hubiese sido por tu llegada inesperada o la de Diego, quisas nunca hubiésemos llegado aquí-suspira - quisas nunca hubiésemos sido Aristemo.
-Tahi-le interrumpió Aris - nosotros estábamos destinados, nuestras almas estaban unidas desde que nacimos, mejor sigamos viendo las fotos-termino de decir mientras seguía cambiando las páginas del álbum, cuando llegaron a la última imagen era la foto de la boda de la abuela Imelda y Massimo, Ari la observó detenidamente y pasó sus dedos por la imagen de su mamá, su abuela y su tío Eugenio.
-pusiste tus ojitos tristes, Tahi - señaló Temo - ¿los extrañas mucho?.
-No te imaginas cuanto - respondió Ari con la voz quebrada- Mi tío Eugenio siempre tenia un buen consejo o te apoyaba en los momentos más difíciles, y mi abue... Aunque fue la persona que más nos rechazo al principio, luego se transformó en la mujer que más nos defendió ante la sociedad y mi mamá, la mejor mamá del mundo que la vida me arrebato tan pronto y de manera tan injusta, yo enserio los extraño Temo - dijo Ari ya llorando, Temo llevo la cabeza de Ari a su pecho para poder acariciarlo y abrazarme.
-Tahi, ellos siempre van a estar aquí, con los dos, y yo creo que los tres deben estar felices de que tu hayas logrado tanto en tu vida, y sobre todo de que eres feliz- Temo mira a Ari y le da un beso en la frente.
-tienes razón Tahi, es mejor seguir viviendo felices para que se sientan orgullosos - terminó Aristoteles.
-Bueno ya que terminamos este vamos con otro, así tu te distrae y olvidas las penas.
Ambos sacaron a la vez el álbum que Eduardo les regalo el día de su graduación, y empezaron a hogearlo detenidamente, muchas de las fotos eran del tiempo en que Aristoteles estuvo en el hospital luego del disparo, pero las fotos más importantes se encontraban casi al final de este, la antepenúltima foto mostraba una foto de todas la personas de CDMX que se habían transformado en su familia, sonriendo, esa imagen había sido tomada el día en que Matias fue adoptado por Diego y Mateo. En la penúltima foto aparecen Aristoteles y Temo uno frente al otro diciendo sus votos el día de su matrimonio, y en la última, toda la familia, con ellos en medio, el mismo día dmde su boda.
-esta foto me encanta Tahi- menciono Ari- ese fue el mejor día de nuestrad vidas, cuando ambos nos unimos en sagrado matrimonio, para estar juntos por siempre.
-tenes razón Aristoteles, ese día siempre lo tendré en la memoria, como entraste del brazo de tu abuela Imelda quien te entrego a mi, ay... Ese día te veías muy guapo, con tu traje blanco y corbata roja.
-y tu también te veías muy galán Temistocles, con tu traje también blanco y tu corbata amarilla - Aris aprovechando la situación mira coquetamente a Temo - pero de ese día lo que más recuerdo es nuestra luna de miel - se ríe un poco antes de continuar- por fin te pude ver con el traje amarillo que casi me vuelve loco.
-no casi Aristoteles, te volviste loco, estuve sin poder caminar bien como por dos días - menciono con una falsa indignación Temo.
-Si, pero no te quejes que bien que me la devolviste en nuestro primer aniversario - se burlo Aris- yo te juro que el primer día pensé que tendría que volver a usar muletas.
-Eres un tonto- le dijo Temo entre risas - pero te amo con todo mi corazón Tahi- termino diciendo mirando a los ojos a su esposo y con un sentimiento tan grande que casi parecía que se le iba a salir el corazón del pecho.
-Y yo te amo también mi Tahi- añadió de la misma forma Aristoteles. Ambos acercaron sus caras y chocaron sus frentes, se miraron a los ojos y vieron en ellos el amor que los catorce años se habían dedicado el uno al otro, sus corazones rápidamente sincronizar on sus latidos, al igual que sus respiraciones, se tomaron de las manos y Temo sonriendo le susurra a Ari - te dije que me iba a vengar- dicho esto se separo rápidamente de Aris y se fue al cuarto.
-¿pero que pasó tahi?- le grito del salón Aristoteles.
-pues que me voy a poner a empacar porque si no, no alcanzamos - respondió Temo - si quieres venir a ayudarme estaría genial - agregó.
-Pero Temo, ¿y los álbumes?- preguntó Ari con pena en su tono.
-Amor, es mejor que los revisemos en Oaxaca, así podemos apresar mejor que de verdad comenzaremos una nueva vida llena de nuevos recuerdos - contesto Temo.
-Me parece bien amor - le dijo Aris - y mejor te voy a ayudar porque sino, no hay premio después - Aris se levantó y se fue corriendo a la habitación para ayudar a su esposo a empacar.
Ya era bastante tarde y los Aristemo ya habían terminado de empacar todo para al día siguiente irse a Oaxaca.
-Tahi, ¿compraste los boletos ya? - preguntó temo cerrando la última maleta mientras Aristoteles estaba sentado en la cama con la laptop en las piernas.
-si corazón ya están listos, dos pasajes de camión a Oaxaca en clase ejecutiva para Aristemo a las 10 am - contesto Ari.
-muy bien, así llegaremos a eso de las siete u ocho de la noche a Oaxaca, esta perfecto Amor, eres el mejor esposo del mundo, te mereces un premio - dijo temo levantando una ceja.
-¿un premio?, eso se oye bien- mencionó Aris mientra su esposo apagaba las luces y se acostaba con el, la noche era fría, pero en la casa López Córcega casi ni se sentía la temperatura.

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⏰ Última actualización: Dec 31, 2019 ⏰

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