Luego de invitar a comer las Donus al motociclista desconocido:
- Así que... ¿recorrió media ciudad buscando este lugar?- dijiste para romper el hielo mientras bebías tu café- yo lo encontré de casualidad mientras volvía del trabajo.- agregaste.
- Así es- dijo mirando por la ventana- mi hermana me lo recomendó.
- Ya veo- por dentro estabas pensando cuál de sus 39 hermanas se lo había recomendado, pero sabias que sería imposible que un humano normal tenga tantos hijos. Te abofeteaste mental mente y seguiste hablando.- quien diría que un hombre como usted disfrutaría de los dulces.
- ¿Qué tiene de malo?- dijo volviendo su mirada algo molesto.
- Nada realmente-contestaste calmada- las apariencias suelen engañar mucho a veces...
- ¿Por qué lo dice?
- Así como me ve, formal y seria, soy una otaku empedernida.
- ¿Otaku?- dijo sorprendido-¿las personas que ven manga y anime?
- Así es...- dijiste bebiendo café- ...está familiarizado con el tema por lo visto.
- Algo así, mi hermano menor suele ver mucho anime, quiere que yo también vea sus series pero no dispongo de tiempo.
- ¿A qué se dedica? Si puedo preguntar...
- Soy guardia de seguridad.
- Oh vaya... apuesto a que hace muy bien su trabajo.
- ¿Por qué lo piensa?
- Porque con solo verlo creo que nadie querría meterse a luchar con usted.
Hizo una pequeña risa divertido por el ¿alago? Que le acababas de dar. En ese momento apareció la camarera trayendo el té, lo dejo en la mesa, hizo una reverencia y se retiró rápidamente.
- ¿Y usted señorita?
- ¿Yo que?
- ¿A que de dedica?
- Yo soy recepcionista en un museo de ciencias.
- Oh vaya, mi hermana mayor suele ir seguido al museo.
- Disculpe pero hay algo que me está matando la curiosidad- dijiste sin aguantar mas- ¿cuantos hermanos tiene exactamente?- el hombre robusto se sorprendió por la pregunta, pero contesto.
- 8 hermanos... ¿porque?
- Ah es que.... En tan solo un momento me ha mencionado 3 veces a sus hermanos..
- Ah... ¿sí?- se avergonzó- No me había dado cuenta.
- Se ve que es un hombre que quiere mucho a su familia.- Miro por la ventana algo sonrojado.
- S...si puede ser.
Las donas seguían en el plato, muertas de risa, así que decidiste comenzar tu para romper el hielo, tomaste una y diste un bocado. El azúcar lleno tu lengua de sabor y te hizo sonreír ante tan agradable sensación
- MMM...son deliciosas debes probarlas!
- ¿En verdad?- el sujeto que no se había quitado aun la bufanda la bajo:
Tenía un par de cicatrices al costado de la boca y unos colmillos apenas un poco más grandes de lo normal, le daba un toque justo de salvajismo y sensualidad que te recordaba a Katakuri. Era apuesto. No se podía negar. Te le quedaste viendo como comía con los ojos cerrados, disfrutando cada bocado: parecía un niño pequeño, eso te lleno de ternura y sonreíste.
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La chica del museo (Katatkuri x lectora)
FanfictionTu, una chica otaku que trabaja en el museo, por cosas del destino llevas a tu casa una caja con un objeto mágico: la tabla de Ahmen Rah. Y a la media noche descubres que tus figuras cobran vida!! y conoces a Charlotte Katakuri, tu Crush parado fren...