Micro ensayo 5 2019BA Sebastián Le Mura

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Sobre los conceptos del tiempo.

Convencionalmente al tiempo lo organizamos en pasado entendiéndose como aquellas acciones o acontecimientos que ya sucedieron, en presente al se lo entiende como los sucesos que están actualmente ocurriendo, y en futuro sabiendo conceptualmente que son aquellos sucesos que existirán en un tiempo posterior al presente.

Pero si tenemos en cuenta la biología del ser vivo, y la fisiología sobre la cual esta se trabaja, y la anatomía sobre la que esta se organiza, al igual que la física detrás de esta podemos llegar a encontrarnos con ciertas incógnitas.

El ser vivo percibe el entorno que lo rodea a través de estímulos sensoriales, ya sean visuales, auditivos o táctiles. Estos estímulos primero deben primero viajar a través del aire (en el caso del sonido o la luz para los sentidos del oído o la vista respectivamente) estando así limitados por la velocidad de la luz y del sonido las cuales varían según el medio por el que se difundan (por ejemplo: vacío, aire o agua), esta limitación de velocidad les confiere también una limitación en tiempo, mientras más lento viaje la luz o el sonido más tiempo tardaran en alcanzar el órgano del ser vivo en cuestión.

Una vez dentro de los órganos sensoriales, estos estímulos deben transformarse en señales eléctricas capaces de ser transportadas por los nervios del órgano sensorial (orejas, ojos o piel) hacia el cerebro. Esta conversión llevada a cabo por estos órganos especializados también conlleva un tiempo significante al igual que el tiempo que tardan estos estímulos en viajar por los nervios y alcanzar la corteza sensitiva en el cerebro para ser procesados y de esta forma crear una respuesta del cuerpo afine a la información recibida.

El balance total del tiempo transcurrido entre el suceso que creo el estímulo en el exterior y el tiempo que el cuerpo tardo en interpretar ese estimulo no es de más de una millonésima de segundo, pero, aun así, el desfasaje temporal entre una cosa y la otra es evidente.

De esta forma el cuerpo o el ser vivo en cuestión se encuentra atrapado en un tiempo sin presente ya que hasta que el cuerpo procese la información del estímulo el suceso que la provoco se sitúa en el pasado debido a que la información no viaja instantáneamente al cerebro, mientras tanto y hasta que el cerebro no procese dicha información el individuo no se percatará de tales sonidos, imágenes o etc. Colocando por lo tanto al suceso en el futuro junto con el porvenir y los sucesos que todavía no ocurrieron, o en este caso, con los hechos que todavía no fueron percibidos.

Micro ensayos entregados a la Facultad de Filosofia y Letras de la U.B.ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora