Nine

37.3K 427 15
                                    

Al tocar el timbre de salida, fui hacia un banco a esperar a Mark, él me había dicho que lo espere allí porque me quería llevar a un lugar.
Cuando vi que llegaba me paré y le di un dulce beso en sus labios.
-Lista para irnos nena?- me dijo acariciándome la mejilla.
-Si, claro papi- contesté.
Nos subimos a su auto y él empezó a conducir, yo cantaba las canciones que iban soñando y él con su mano apoyada en mi muslo de a ratos me miraba con tanto amor que yo moría de timidez y ternura a la vez.

-Llegamos- dijo abriendo la puerta.
Era un lugar hermoso, tenía un gran árbol con hojas anaranjadas, flores y un lago muy bonito. Frente al lago había un pequeño banco.
-Vamos a sentarnos- me dijo.
Nos sentamos, yo me acerqué a Mark y él rodeó mi cintura con su brazo. Yo apoyé mi cabeza en su pecho.
-A qué se debe que me hayas traído aquí, papi?
-Quería disfrutar del lugar que más me gusta con la persona que más me gusta- dejó de mirar hacia el frente y me miró a mi para continuar- Alyssa, no sé que es lo que hiciste pero te conozco hace tan poco y siento tantas cosas por ti, haces que sienta cosas que nunca sentí con tan sólo verte. Y es tan lindo sentirte entre mis brazos... realmente eres preciosa nena- dijo mirándome fijamente a los ojos y acercándose poco a poco para unir nuestros labios en un beso apasionado y dulce.
Yo me quedé atónita con eso que dijo, realmente sentía lo mismo y disfrutaba cada momento a su lado desde ese día en el que nos besamos por primera vez en su auto.

Seguimos disfrutando de la vista, de cada uno. Yo con mi cabeza apoyada en su pecho, sintiendo su perfume y su respirar, él abrazándome y acariciándome la cintura, dándome besos de a ratos. Fue mágico.

Se hizo algo tarde y nos subimos al auto de nuevo para volver.
-Nena, querrías quedarte a dormir en mi casa?- me preguntó acariciándome la pierna.
-Si papi, claro- respondí yo muy segura, realmente tenía ganas. Pero le tenía que decir a mi madre, inventarle de que me quedaba a dormir en lo de alguna de las chicas.

Cuando llegamos a la casa de Mark, que por cierto quedaba en frente a la mía, por si lo habían olvidado, fuimos muy discretos, yo bajé rápido y entré rápido también asegurándome que mi mamá no estuviera viendo por la ventana. Al entrar, me aseguré de decirle que me quedaba a dormir en lo de Irina y a Irina le advertí que si llamaba mi madre le dijera que si estoy ahí. Ella obviamente se volvió loca preguntándome en dónde estaba, que le contara ya y todas esas cosas. Yo le dije que al otro día en el colegio le contaría.

La casa era muy linda, abajo se encontraba el living con un gran sofá y un smart. Luego seguía la cocina, bastante grande. Después, al costado había una habitación que Mark me contó que usaba de oficina, para organizar y hacer sus cosas del trabajo. Arriba, estaba su habitación y el baño. Y sobraba otra habitación donde tenía cosas que le faltaban acomodar por la mudanza.
Mark me contó que él vivía en otra ciudad, en una gran casa, pero que se endeudó mucho porque él se había ido a visitar a su familia a otro país, y dejó a cargo su casa con un amigo. Pero que el "amigo" vivía de fiesta y se le pasó todo y no pagó nada. Entonces, justo cuando consiguió esta casa lo aceptaron en el colegio como profesor de inglés. También me contó que aparte de ser profesor es empresario. Que tiene muchos negocios con personas muy importantes.
Sobre su familia me contó que su padre vive en Italia, con sus abuelos. Que su madre lo abandonó de muy pequeño y que lo último que sabe sobre ella es que es una alcohólica y que anda en las drogas. Que nunca quiere hablar sobre ella.
Yo le conté sobre mi vida también.
Toda esa charla en el sofá, yo acostada apoyando mi cabeza en sus piernas. Fue lindo escucharlo.

Luego de terminar de hablar, pedimos una pizza.
Comimos en el sofá también escuchando música y contándonos anécdotas graciosas. Nos reímos mucho.
Al terminar de comer, yo estaba entretenida viendo videos de música. Pero Mark apagó el smart, me agarró y me llevó hasta él, sentándome en sus muslos mirándolo a la cara.
Empezamos a besarnos descontroladamente, él me apretaba las nalgas por adentro de la falda, yo prendida a su cuello besándolo y acariciándolo.
Me sacó la falda y las bragas, me dio vuelta y empezó a acariciar mi parte. Masajeaba mi clítoris haciendo que suelte fuertes gemidos, luego introdució dos dedos, los movía a un ritmo que me daba tanto placer, y mientras lo hacía me besaba el cuello. Yo lo agarraba de la parte de atrás de su cuello, él seguía y yo me movía hacia adelante y hacia atrás para sentir más. Él respiraba aceleradamente y yo soltaba gemidos incontrolables. Hasta que me vine en sus dedos, él los llevó hacia mi boca y yo los chupé.
-Así nena, así le gusta a papi- me dijo mordiéndose los labios.
Se sentía tan bien que me tocara, era tanto placer.

Luego se hizo tarde, subimos a su cuarto y él me prestó una remera para dormir, ya que sólo tenía mi uniforme. Nos acostamos, yo me acerqué a su pecho y él me acariciaba el cabello.
-Cada momento a tu lado se siente tan bien- me dijo mirándome fijamente y sonriendo con esa sonrisa que me volvía loca.
-Siento lo mismo- dije dándole un corto beso.
-Buenas noches, nena-
-Buenas noches, papi-
Y nos quedamos dormidos, abrazándonos y sintiéndonos el uno al otro.

Yes, Daddy🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora