Querido padre, Ya han sido cinco meses que te marchaste. Y 10 diez en los que soy mujer casada. No puedo seguir siendo llamada una niña luego de haber pisado el altar. Sabes, quiero verte, no escribirte. He pensado que la distancia fue hecha para medir la intensidad de un sentimiento, lo que no sabe la distancia es que tú y yo somos infinitos, por que somos familia. Mamá solía decir que nadie está realmente lejos, si vemos la misma luna, eso es reconfortante. Pensar en ella es reconfortante. Mamá fue una mujer hermosa, yo seré tan hermosa como ella algún día, estoy segura de ello, por qué tú siempre decías que me parezco a ella. Ayer tuve la oportunidad de hablar con el príncipe heredero, es realmente una buena persona, me deseo felicidad y prosperidad, dijo que siempre podría acudir a él, porque al igual que tú y él emperador, seríamos aliados. El príncipe heredero es realmente bueno. Por otro lado está Lucius, es un buen esposo, dormimos en habitaciones separadas, pero solemos tomar el té juntos en las tardes, supongo que el tomo tu lugar... Pero si acaso vuelves, podríamos hacerlo los tres juntos.
Amaia
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