—¡Jimin! Limpia esta mesa—hablo en voz alta mi jefa, el conseguir un trabajo fue casi un milagro para mi, aun así fue una tortura al empezar.
¡Tengo la jefa más odiosa y mandona del mundo mundial!
Me lleno de miles de tareas en cuanto llegue, jamás pensé que ser un mesero iba a ser tan difícil, lloro por dentro. Aun así no estoy en forma de quejarme, conseguí un empleo, si bien el sueldo no es el mejor pero con algo se empieza.
—Vaya trabajo—bufe molesto mientras con el pequeño trapo color celeste limpiaba la mesa de madera, justo cuando había terminado, la puerta sono dando la llegada de un nuevo cliente, rápidamente termine la mesa y me encamina hacia aquella persona—
Su cabello corto me hizo parar de golpe,¿Será la chica de hace unas semanas?
Llevo tiempo sin verla y mentiría que no he estado ansioso por volver a ver a la chica con la cual choque, aun así el trabajo me quito un poco de tiempo y no he tenido tiempo de buscarla por aquel lugar de nuestro reencuentro.
Sujete la libretilla contra mi pecho y sonreí, esperaba con ansias verla.
—Buenas tardes cual es su pedí-do—mi sonrisa desapareció no era ella, era un chico, debí de imaginarlo cualquier persona puede tener es corte, quizás mi mente no lo entiende y no quiere aceptar que no volveré a ver a aquella chica—
....
Colge con cansiaso aquel mandil que ya no era tan blanco que digamos.
Talle mi cuello y me dirigí listo para salir de aquel local. Ya eran las 8:45 de la noche, al parecer la jefa quería que nos quedaramos un poco más, bueno que me quedará un poco más, siento que esa señora me odia.
Negué con la cabeza mientras reía, saque el pequeño paraguas color rojo el cual apenas había comprado, los días de lluvia continuaban y no quería mojarme diariamente.
Salpique con mis botines el agua acumulada en los charcos, que estaría haciendo en estos momentos Jeongyeon. Tal ves soy un tonto por pensar en una persona que ni siquiera estableci una buena conversación, solo se su nombre y nada más, sonreí como tonto.
—Tan solo debo olvidarla—suspire cansado mientras seguí mi caminata a mi hogar—
—Ji-Jimin—una voz suave sonó a mis espaldas haciéndome sorprender y voltear de inmediato—
—Jeongyeon—ahí estaba ella, usaba el mismo suéter que traía cuando choque con ella,pero estaba totalmente empapada a causa de la lluvia, su cabello corto ya no estaba tan esponjoso, sus labios daban una tonalidad morada a causa del frío y su cuerpo tiritiaba por el viento y las frías gotas, salí de mi trance hasta que la escuche estornudar—¡Jeongyeon! Estas totalmente mojada, te vas a resfriar—hable preocupado mientras ponía mi paraguas arriba de ella, lo cual era tonto, ya que ya estaba mojada—
—Tu suéter esta totalmente mojado y ademas es muy delgado, ten ponte mi chamarra—dije mientras le ayudaba a retirar el suéter color gris y acomodada mi chamarra en sus hombros—acompañame—dije mientras empezaba a caminar—
—¿A donde?—dijo mientras me seguía y se ponía debajo del paraguas—
—A mi casa, esta muy cerca y sirve que te secas—le sonreí mientras ella me miraba extrañada—
—¿Que intentas hacer? Puaj~ eres un pervertido por llevarme de esta manera a tu casa—dijo con un tono de voz un poco molesto mientras posaba su mano en su pecho totalmente ofendida—
—¿Que? No, no, no. No pienses otra vez en eso—dije un poco apenado al darme cuenta de mis palabras—No te haré nada, solo que mi casa esta cercas y puedes arreglarte e irte a tu casa, dudo que tu casa quede cercas, ¿O si?—
—En realidad no—
—Lo ves, no te haré nada, tan solo quiero ayudarte—sonreí amablemente a lo cual ella correspondio—
—Esta bien Jimin~ah—sonrío tiernamente haciéndome sorprender por lo linda que se veia—
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Ayer fue el cumpleaños de Jeongyeon, la felicite por todas las redes sociales que tengo excepto esta, perdón. ;;
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Ghost Love
Science FictionJimin, un chico que caminaba tranquilo entre las calles de Seúl, hasta que chocó con Jeongyeon una chica un poco rara.