Capítulo 1

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—¡Maldita sea!

Gruñí y puse la almohada sobre mi rostro. Mi hermana Emma era todo un caso.

—Katie, es tarde. ¡Maldita sea, es muy tarde!, ¡Despierta!

Emma entró a mi habitación haciendo un gran estruendo con la puerta. Idiota. Sólo quería seguir durmiendo, eso es todo. Di la vuelta, dándole la espalda a mi exasperada hermana.

—Katie, no es momento para tu maldita flojera. ¡Muévete!, ¡Sal de esa cama de una buena vez!, ¡Katherine!—. Y después de un fuerte tirón, terminé fuera de la cama. En el suelo. Hice una mueca al sentir el frio en mis desnudas piernas. —Te lo mereces, floja de mierda.

Gruñí en respuesta.

—Es el primer día de clases y ya vamos tarde, genio.

—Entonces déjame dormir más —respondí por primera vez, mi voz era ronca y sosa—, faltaremos hoy, Emma. De cualquier manera, el primer día no sirve para nada. El tonto director dará la charla sobre valores y los anuncios de bailes y esa mierda. En el primer día de clases nunca hay clases, sólo presentaciones.

—Por eso mismo —repuso ella—, es el día que más me gusta.

Emma es mayor, tiene 2 años más que yo. Y aunque ante los demás se muestra como una adulta seria y responsable, Emma es una esnob cuando está en casa.

—De acuerdo —acepté y ella sonrió triunfal—, tomaré una ducha rápida.

—Prepararé el desayuno, angelito. —Puse mis ojos en blanco, fastidiada. Odio cuando ella se comporta como una adulta—. Nos iremos en la camioneta de mamá, ella se llevó mi coche.

Emma salió de mi habitación y escuché sus tacones al bajar las escaleras.

Suspiré agotada.

Tomé la toalla del perchero y me tabaleé hacia el cuarto de baño con los ojos entrecerrados.

Treinta minutos más tarde me encontraba en la barra desayunador, tomando una taza de café y una tostada con canela. Emma sabe que odio el café y supe que lo había hecho aposta cuando trató de esconder la sonrisa en su rostro.

—Tú eres mala, hermana —ella rió en respuesta y se sentó a mi lado.

—Necesitas terminar pronto o tendrás que ir andando. No me molestaría verte haciendo algo productivo por una buena vez en tu vida. —Reí falsamente y ella sorbió de su taza, de pronto se puso seria—. Sabes, mamá estuvo muy extraña por la mañana. Recibió una llamada hace una hora y salió disparada a casa de Loraine.

—¿De verdad? —pregunté distraída. Esta tostada estaba buenísima. Oh Dios mío, es grandiosa. ¿Saben cuántas veces prepara el desayuno Emma? ¡Nunca!

Emma estudia cocina gourmet. Quiere ser chef y todo eso, pero jamás prepara comida en casa. Vaya ironía. Un casi-chef en casa y mayormente te alimentas de porquerías compradas en tiendas de conveniencia.

—Sí, fue todo muy raro. Ella se puso como loca, incluso llamó a Sarah y Jess —eso llamó mi atención, olvidando por un segundo la deliciosa tostada a medio comer que yacía en mi plato. Sarah y Jess eran las mejores amigas de mamá cuando estaban en secundaría, pero algo sucedió que las obligó a separarse. Lo peor es que ellas son las madres de dos de mis mejores amigos y sigue siendo extraño cuando alguna de ellas viene a casa por sus hijos. Loraine, en cambio, siempre estuvo en el punto medio. Mantuvo su amistad con todas y eso es fantástico—. Alain está en problemas, eso escuché decir a mamá. ¿Sabes quién es Alain?

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⏰ Última actualización: Nov 07, 2014 ⏰

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Easy come, easy go |l.h|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora