Capitulo 2

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Peter llego hasta donde Emma estaba, pero ella ni siquiera se dio cuenta de su presencia ya que estaba muy concentrada en su libro.

-Hola-dijo el mientras se sentaba a su lado.

Emma levanto la vista y se sorprendió al verlo pues no se había dado cuenta de que estaba ahí.

- ¿Cuándo llegaste? -pregunto Emma y Peter soltó una carcajada.

- ¿Qué estás leyendo? -le pregunto Peter sin responder a su pregunta.

-¿Para qué? Para que también me digas que pasa al final de este libro.

- ¿sigues enojada? -pregunto con una sonrisa, a lo que ella solo lo miro obvia.

- ¿Quieres algo?

-solo quería hacerte compañía.

- ¿Por qué no solo te vas con alguien que si quiera tu compañía? -dijo Emma, a lo que el rio.

-Es más interesante estar contigo- dijo Peter mirándola con una sonrisa- ¿Por qué estás aquí sola y no en la cafetería?

-Porque prefiero estar sola aquí leyendo un buen libro que estar sola en la cafetería rodeada de un montón de gente.

- ¿Qué acaso no tienes amigos? -pregunto Peter sorprendido.

-Eso no te importa.

Peter abrió la boca para decir algo, pero no dijo nada. En cambio, la miro con el ceño fruncido.

- ¿Qué? - Pregunto ella confundida.

-No sé cuál es tu nombre- dijo Peter, a lo que ella comenzó a reír-esto es serio ¿Cómo te llamas?

-Eso no te importa- Dijo Emma y justo después el timbre sonó indicándoles que tenían que entrar a clases-Adiós Peter- dijo y tomo sus cosas para después irse dejando a Peter solo.

Ahora Peter estaba más interesado en la misteriosa chica y estaba dispuesto a conocerla mejor y saber cuál era la razón de que fuera tan fría y cerrada. Emma en cambio no tenía ninguna intención de acercarse más a él, pero no podía negar que si le intrigaba saber porque su interés hacia ella.

Emma entro al salón de clases y se dirigió a su asiento para después sacar su libro y seguir leyendo. Minutos después Peter entro y la vio leyendo, así que se dirigió a su asiento y poco después una chica se le acerco.

-Hola-dijo la chica.

-Hola Leila.

- ¿A dónde fuiste en el receso?

-Eso no importa-dijo Peter- ¿Sabes cómo se llama esa chica? -pregunto señalando a Emma con la cabeza.

- ¿Hablas de Emma?

- ¿Así se llama? -pregunto con una sonrisa, a lo que la Leila solo asintió.

- ¿Por qué querías saber? -pregunto entornando los ojos.

-Es solo curiosidad-dijo Peter mirando a Emma para después dirigir su vista a Leila- le intente hablar hace poco, pero parece que no le interesa socializar.

-Ella es así desde que llego aquí- dijo Leila ganándose una mirada confusa de parte de Peter-veras, ella llego a esta escuela hace 4 años y desde que llego no habla con nadie, siempre se la pasa leyendo y siempre que alguien intenta acercársele se aleja. Es muy rara.

Peter le dirigió una mirada a Emma, como intentando descifrarla, entonces ella levanto la vista de su libro y, por un fugaz momento sus miradas se cruzaron. Después el profesor entro al salón y comenzó la clase, la cual transcurrió normal.

Cuando las clases finalizaron Emma estaba frente a la escuela esperando a sus primos para irse a casa cundo Peter aparece a su lado, por lo que ella rueda los ojos y él le da una sonrisa.

- ¿Qué quieres? - Pregunta Emma.

-Así que te llamas Emma- dijo el con una gran sonrisa.

- ¿Estuviste preguntando por mí? -Pregunto ella con un tono burlón.

-Necesitaba saber tu nombre.

- ¿Por qué? ¿Por qué habiendo tantas persones en esta escuela, te interesa hablar con la única persona que no quiere hablar contigo?

-No lo sé, tal vez porque cuando veo tus ojos me recuerdan a los míos antes- dijo Peter mirando a la nada.

- ¿A qué te refieres? -Pregunto ella confundida.

-A unos ojos que al verlos puedes ver el vacío y la soledad reflejados en ellos. Unos ojos sin esperanza- dijo Peter con cara seria mientras veía un auto que acercaba a ellos.

Emma abrió los ojos como platos y abrió la boca para decir algo, pero él la interrumpió.

-Adiós Emma- dijo con una sonrisa que denotaba tristeza y se dirigió hacia el auto que se había detenido frente a ellos.

Peter entro en la parte de atrás del auto y este arranco. Peter estaba sentado justo a su hermano menor Daniel y su madre estaba al volante.

-Peter adivina-dijo Daniel a su hermano mayor.

- ¿Qué? -pregunto Peter con una sonrisa.

-La maestra dijo que era uno de los niños más listos que conocía.

- ¿En serio? -pregunto Peter con una sonrisa mientras le alborotaba el pelo a su hermano.

Daniel era un niño de 5 años, siempre sonreía y se preocupaba mucho por su hermano mayor.

-si-dijo Daniel mientras quitaba la mano de Peter de su cabeza.

-y ¿Cómo te fue en la nueva escuela Peter? - Pregunto su madre sin despegar la vista del camino.

-Bien. Es un poco agobiante que todos te pregunten cosas, pero estoy seguro que en una semana ya no me prestaran atención - respondió Peter mientras se quitaba la cánula.

-Espero que puedas hacer buenos amigos.

-Si, como yo-dijo Daniel.

-Claro-dijo Peter.

-Y ¿no tuviste problemas para respirar o algo? -pregunto su madre mirándolo cuando se detuvieron en un semáforo.

-No-dijo Peter- estoy bien, en serio.

-Okey-dijo su madre volviendo a dirigir la vista al camino.

Siguieron charlando por unos 20 minutos hasta que llegaron a su destino que era un hospital. Después de parquear el auto se dirigieron dentro del edificio, donde a Peter le hicieron un chequeo de rutina.

Traspasando barrerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora