Capitulo 3

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"La tristeza es siempre el legado del pasado; los arrepentimientos son dolores de la memoria."

Narra Emma

Luego de que Peter se fue llego mi prima Elena y nos quedamos en la entrada de la escuela esperando a que Kevin llegara con el auto.

Yo no podía dejaba de pensar en lo que Peter había dicho, no podía aceptar que el haya sacado eso solo de ver mis ojos, me parecía irreal.

Luego de unos 5 minutos llego Kevin en el auto y Elena se subió al frente y yo atrás.

-Oí que hoy llego un chico nuevo- dijo Elena- Y que está enfermo.

-Sí, Emma ¿No está en tu clase? - pregunto Kevin con la vista en el camino.

-Sí, se llama Peter y es un chico muy molesto- respondí mirando por la ventana.

-Es que a ti te cae mal todo el mundo- dijo Elena mirándome-no deberías ser tan dura con él. No creo que sea nada fácil estar enfermo.

-Elena tiene razón- concordó Kevin-no deberías ser mala con él.

-Pues yo creo que él es un odioso.

Luego ellos siguieron hablando, pero deje de prestar atención. Tenían razón al decir que tener una enfermedad no es algo fácil, pero eso no cambiaba el hecho de que Peter era sumamente molesto.

Fuimos a recoger a Alex y luego nos fuimos a casa. El día paso normal, excepto por el hecho de que yo no podía dejar de pensar en lo que Peter había dicho, pues él tenía razón yo sentía un vacío que me devoraba el alma, pero no creía que el fuera capaz de entender.

Desde la muerte de mis padres mi vida cambio bastante, yo cambie bastante. Luego de lo que paso tuve muchos problemas en mi escuela y pasé por muchas cosas, hasta que mis tíos decidieron cambiarme de escuela, pero ya no era lo mismo, yo había cambiado y empezó a gustarme estar sola, tal vez porque ya no creía que alguien pudiera aceptar a alguien como yo o por el hecho de que empecé a ver a los demás de manera diferente pues todos parecían ser tan felices y no valoraban las cosas que tenían y eso me hacía enojar.

Al día siguiente me desperté por la alarma de mi teléfono y me preparé para ir a la escuela.

Cuando llegué al salón no había muchas personas y el profesor no había llegado así que fui a mi asiento en la esquina y me senté a leer mientras esperaba que comenzara la clase.

Estaba leyendo cuando alguien me llama, levanto la vista y es Peter.

-Hola- dice Peter con su típica sonrisa- ¿Qué estás leyendo?

-Eso no te importa- digo serrando el libro.

Él se sienta en el asiento junto al mío y me mira expectante.

-Quiero saber tu historia- dice mirándome a los ojos- me gustaría saber por qué eres así, que te hiso ser tú.

-Eres demasiado persistente, deberías aprender que cuando una persona no te quiere cerca, no deberías fastidiarla.

-Tal vez sea cierto, pero detrás de una persona fría se esconde un corazón herido y me gustaría ayudar a sanar el tuyo.

Esto último lo dijo mirando al teyo y luego me miro y en sus labios se formó una amplia sonrisa. Yo lo mire con el ceño fruncido, dudando de sus palabras.

-Entonces dime- dijo después de unos segundos- ¿Cuál es tu historia?

-Solo digamos que la vida no me ha tratado muy bien.

-Pero según se llegaste aquí hace 4 años y desde entonces ya eras así, entonces debió pasar antes de eso ¿no?

-Sí, pero porque haya pasado hace años no significa que lo haya olvidado. El tiempo no cura nada, solo te acostumbras a vivir con el dolor, además me gusta ser así.

-Y... ¿también te gusta aislarte de todo y de todos?

-Mira, yo no te pedí que me entendieras y mucho menos que me ayudaras.

Él se mantuvo unos segundos mirando hacia adelante, sin ninguna expresión en su rostro y con la mirada perdida, y luego hablo.

-Yo sé lo que se siente sentirse vacío, perdido y que la vida de asco. Se lo que es querer escapar y que todo desaparezca. Y puedo decirte que se puede salir de ese oscuro y profundo hoyo que te despedaza por dentro, pero tienes que querer estar bien porque este mundo no da nada sin un poco de esfuerzo. Yo solía ser como tú, me gustaba estar solo, odiaba que la personas me hablaran porque sabía que nadie sería capaz de entender lo que yo sentí y eso, sin saberlo, me estaba matando, intente escapar de todo envés de enfrentarlo y eso me estaba destruyendo poco a poco. No podemos escapar de las personas y tampoco de los problemas por mucho que queramos, así es la vida.

Mientras él hablaba yo lo miraba sorprendida. Me costaba asimilar lo que estaba diciendo. Parecía como si hubiera pasado por un infierno, pero a pesar de eso siempre llevaba esa estúpida sonrisa en su rostro y yo no podía entender cómo.

-Parece que tú también has pasado por mucho. -le dije cuando termino de hablar.

-bueno, cada persona tiene sus penas secretas que el mundo no conoce; y muchas veces llamamos a una persona fría cundo solo esta triste.

No dije nada, él tenía razón. Las personas tendemos a juzgar a otros sin conocer su historia.

El profesor llego y la clase empezó. En todo el trascurso de la clase ninguno de los dos dijo nada hasta que fue hora del recreo. Yo tomé mis cosas y salí del aula. Fui al lugar de siempre, el viejo árbol que está cerca de la cancha, y me senté bajo el árbol. Me puse a leer un libro mientras comía hasta que Peter apareció.

-El nombre de viento- dijo leyendo la portada del libro que tenía en las manos- Ya lo leí. Es muy bueno.

Él se sentó a mi lado y yo cerré el libro.

-Entonces dime- le dije- ¿Qué enfermedad tienes? - el pareció sorprenderse ante mi pregunta, tal vez porque hasta el momento no había mostrado interés en saber nada sobre el- Si vas a seguirme a todos lados por lo menos quiero saber algo sobre ti.

El rio ante esto y luego dijo:

-Pues no nací enfermo, sufrí un accidente hace algunos años-su cara denotaba tristeza y melancolía, pero había una pequeña sonrisa en ella.

El voltio a verme y le hice un gesto para que siguiera hablando.

-Hace tres años yo iba en auto con mi padre camino a casa y un conductor se pasó en rojo, no recuerdo muy bien lo que paso, solo recuerdo el choque, la sangre, las sirenas y el dolor- hiso una mueca extraña antes de seguir- Cuando desperté estaba en un hospital con un montón de máquinas conectadas a mi cuerpo, intenté moverme, pero mi cuerpo no respondía. Luego me dijeron que habíamos tenido un accidente y que mi padre había muerto- mientras hablaba miraba a la nada y no había expresión es su rostro- En cuanto a mí, tenía 5 costillas rotas y varias lesiones. Una de mis costillas me había perforado el pulmón derecho así que tuvieron que operarme para reparar el daño. Estuve unos 6 meses en terapia hasta que sufrí un colapso pulmonar y necesité varias operaciones más. Estuve casi un año moviéndome de hospital en hospital, recibiendo terapia y haciéndome las cirugías que fueran necesarias hasta que por fin se terminó y me permitieron volver a casa, aunque tenía que seguir un estricto tratamiento y estudiar desde casa. Eso duro 1 año y luego mis pulmones volvieron a fallar. Me asieron varios exámenes y dijeron que mi pulmón derecho estaba muy dañado y el izquierdo tenía varios problemas, lo que significaba que necesitaba un trasplante, de hecho, todavía lo necesito, pero soy portador de la rara sangre dorada o Rh nulo. Este tipo de sangre es la más rara del mundo y solo hay unos 50 caso conocidos en el mundo de personas que la posean. Así que, aunque encontráramos a un donante de pulmón compatible también necesito una transfusión de sangre del tipo más raro del mundo. Llevo 6 meses en la lista de espera y muchos doctores dicen que voy a morir, que no hay manera de salvar a alguien en mis condiciones.

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⏰ Última actualización: Dec 24, 2019 ⏰

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