Prologo.

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Emma solía ser una niña muy alegre, que siempre sonreía y amaba jugar, nunca se quedaba quieta y no hacía falta estar mucho tiempo con ella para que te sacara una sonrisa. Pero después de la muerte de sus padres ella cambio, se alejó de todos, nunca sonreía, siempre se la pasaba sola leyendo, levanto barreras y se alejó de todos y de todo pues había perdido la fe en el mundo y ya no quería formar parte de él.

Se preguntarán que paso. Bueno cuando Emma tenía 10 años, el 12 de octubre, ella y sus padres, Marco y Camila, estaban llegando a casa después de haber salido al parque de diversiones, Emma estaba muy feliz y no dejaba de sonreí, entonces cuando llegaron a casa ella fue corriendo a su cuarto para abrir el nuevo juguete que le habían comprado.

Mientras Emma jugaba sus padres estaban en la cocina preparando la cena cuando alguien toca la puerta y el Sr. Marco va abrir, pero en cuanto lo hace se encuentra con un hombre encapuchado apuntándole con un arma, el de inmediato levanta las manos.

-No diga nada y entre a la casa- le dijo el encapuchado y el Sr. Marco obedeció.

Cuando llegaron al comedor la Sra. Camila estaba poniendo los platos en la mesa, pero cuando los vio dejo caer los platos que tenía en la mano causando un fuerte estruendo que hiso que Emma saliera de su cuarto para encontrarse con un hombre encapuchado apuntándole con un arma a su padre y dándole una bolsa a su madre mientras le decía que entrara todo lo de valor dentro. Emma al ver esto se ocultó en una oscura esquina de la sala detrás de un mueble.

La Sra. Camila temblando tomo la bolsa y empezó a meter dentro todo lo de valor que había en la sala, como celulares, una laptop y otras cosas. Cuando vio que ya no quedaba nada se giró hacia el encapuchado temblorosa, el hombre saco unas esposas de su bolsico y esposo al Sr. Marco a un mueble que estaba cerca después apunto el arma hacia la Sra. Camila.

-Lléveme a las demás salas de la casa- Le dijo el encapuchado, a lo que la Sra. Camila sin decir nada se dirigió al pasillo para hacer lo que le decía.

El Sr. Marco intento zafarse de las esposas, pero fue inútil. Emma cuando vio que el hombre y su madre desaparecían por el pasillo se levantó y corrió hacia su padre con lágrimas amenazando con salir. Emma se arrodillo frente a él.

-Emma, linda, tienes que irte de aquí- le dijo susurrando el Sr. Marco a su hija.

-Pero ¿Qué va a pasar con ustedes? - Pregunto Emma ya con lágrimas saliendo de sus ojos.

-No te preocupes por nosotros, vamos a estar bien. Tu vete y busca ayuda.

Emma asintió y abraso a su padre.

-yo voy a volver con ayuda. Te quiero mucho papa- Dijo Emma.

-Yo también te quiero hija- le respondió su padre con los ojos cristalizados temiendo lo peor.

Emma se levantó y se dirigió a la puerta, la abrió y antes de salir por ella miro a su padre. Luego salió de la casa, pero antes de que pudiera irse oyó como algo dentro de la casa se rompía y tras unos segundos de silencio oyó un disparo. Aterrada por lo que le pudo haber pasado a sus padres se giró y abrió la puerta de la casa con un movimiento desesperado y lo que vio la dejo paralizada.

El Sr. Marco se encontraba tendido en el piso sobre un charco de sangre y con una bala en la cabeza, el ladrón estaba sangrando por una pierna y tenía el arma en la mano y la Sra. Camila estaba a un lado del cuerpo inerte de su esposo con lágrimas en los ojos y con una expresión de horror en el rostro. Al parecer el Sr. Marco se había zafado de las esposas con una navaja y después había atacado al ladrón con la misma causándole una herida en la pierna, pero después el ladrón lo había matado.

Cuando la Sra. Camila ve a su hija paralizada en la puerta con lágrimas resbalándole por el rostro se empieza a acercar a ella lentamente y sin hacer ruido, pero antes de que pudiera llegar hasta Emma el ladrón se da cuenta de la presencia de la niña y apunta el arma hacia ella. La Sra. Camila al ver que el ladrón le apuntaba a su hija avanzo con rapidez hacia el para evitar que dispárese y al llegar hasta él lo taclea causando que el hombre le disparara en el abdomen y que ambos cayeran al piso.

- ¡corre! - le grito la Sra. Camila a Emma al ver que no se movía.

Emma con lágrimas mojándole el rostro salió corriendo fuera de la casa sin entender porque algo tan malo le había pasado. corrió lo más rápido que pudo hasta que se encontró con su vecino, Don Félix, que al verla correr de esa manera y con lágrimas cayendo descontroladamente la detuvo y le pregunto qué pasaba. Emma solo pudo tartamudear un par de palabras antes de empezar a llorar desconsoladamente.

-Oye, tranquila Emma- Intento, inútilmente, calmarla Don Félix-tu ve a casa de la Sra. Carla y cuéntale lo que paso, yo iré a tu casa a ver qué está pasando y llamare a la policía ¿bien?

Emma solo asintió y se dirigió a donde le había dicho.

Al día siguiente la casa donde vivía Emma estaba llena de policías y acordonada con cinta amarrilla.

Los padres de Emma habían muerto y el culpable se había escapado.

Emma fue enviada a vivir con sus tíos.

Después de ese día Emma cambio, ya no era la misma, la niña alegre y cariñosa se convirtió en una persona fría, solitaria y triste pues en tan solo una noche todo su mundo se había destruido en mil pedazos y ya jamás volvería a ser como antes. 

Traspasando barrerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora