¿You are real?

Cap IV: ¿Eres real?

    ¿Como fue que se dejo llevar?, como era posible que ahora estuviera en una pequeña habitación en un departamento cerca pero lejos de su casa, tenía miedo, solo vio como otra vez la volvía a ver, pensando que se estaba volviendo loca, sin pensar con claridad cuando fue que esa mujer tomara su mano y se la llevará como si nada, y como ella ya había dicho cuando vas a un psicólogo ellos te hacen ver débiles y estúpidos, ¿Por que no se liberaba? ¿Porque no pidió ayuda?, simple. Para la gente que la rodeaba y ella misma se decía que no era real.

Ahora estaba en un casa, ajena, robada, le sacaran los órganos por ser una idiota sin remedio que se dejo llevar como niña pequeña atraída por un dulce, y eso caía mal, no le pasa de a uno de niño para que suceda ya siendo un adulto. Miro al piso cuando escuchó como ella empezaba a caminar a su dirección, apretó la falda con fuerza, respirando con dificultad, quería apartar ese sentimiento atorado en su garganta.

— Ya están listas las galletas, pediré un pizza de cena y para mañana a la hora del almuerzo en la institución ¿Que te gustaría comer?, tenía pensado... ¡Yakisoba! ¡Son tan ricos! Te los puedo preparar y alistar en un bento pequeño — la de cabello azabache se quedó callada luego de estar hablando literalmente sola, se enfoco en él silencio sepulcral de la estancia en la sala, viendo a Dahyung algo un poco mas pálida — ¿Que pasa? ¿No te gustaron las galletas? Oh ¿No te gusta él Yakisoba?

— Quiero ir a casa — Murmuró — No quiero preocupar a Unnie ni a Oppa

— No los preocuparás, no si les dices que fuiste con una amiga a comer y luego a jugar vídeo juegos — Dahyung se quedo callada mirando a quien era su amiga hace años atrás, viendo con atención cada detalle para contarle a sus hermanos con quien estuvo y avisar a la policía — Come una, las hice para ti

— Como se que nos les pusiste nada para hacerme daño, para dejarme dormida por días, para asesinarme y llevarte mis órganos, o incluso venderme y ganarte la vida — La cara de Sana se desfiguro al escuchar todo lo que Dahyun pensaba que haría aunque no fuera verdad.

— Yo no haría eso — Minatozaki se levantó y camino para sentarse a su lado — Solo quiero que sepas que ahora estoy aquí contigo

— No eres real, nada de esto es real, yo te vi morir, te vi en una caja de madera tres metros bajo tierra, eres un producto de mi niña interior que te impide dejar ir y te a creado a como ella piensa que serias si estuvieras viva

— Estoy viva — Ella tomó la mano de Dahyung y la deposito en su mejilla — Me puedes tocar — tomo la otra y la dejo en su pecho — Me puedes sentir, me escuchas hablar y sientes mi calor, Dubu yo estoy bien, estoy frente a ti y no planeó hacerte daño

— N-No, no es verdad — Empezó a sollozar.

— Como puedo comprobarte que verdad estoy aquí — Sana se mordió él labio inferior mirando los ojos llenos de lágrimas, envolvió sus manos en él cuello pálido y se fue acercando con lentitud.

Fue un momento, un lapso de unos segundos en los cuales Kim no supo reaccionar a lo que había sucedido, se sintió real, especial y hermsoso, tanto que solo supo olvidarse de su propia existencia.

    — Hola — saludo cortes mente con una reverencia a los amigos y compañeros de sus hermanos, estos rodeaban la mesa de la sala principal — Oppa y ¿Jennie-Unnie?

— Arriba

— Gracias, con permiso — Aunque fuera su casa debía actuar educada mente, toco suave y despacio la puerta marrón, la cual era la habitación de la mayor — Unnie ya vine, estaré en mi habitación no voy a cenar

Jennie salio del cuarto algo desorientada, se quedo escuchando musica que se quedo dormida, pero tratándose de sus hermanos no importaba como luciera, los enfrentaría igual — No pensaba hacer nada de comida, pero quiero saber que comiste tu

— Fui invitada con unos compañeros de la clase a jugar y comer pizza en un Arcade cerca por él barrio del este, nos llevaron en bicicleta algunos y de pie nos regresamos él resto, incluyéndome

— ¿Un grupo en conjunto? — Dahyun asintió temerosa, esperaba que creyera su mentira, muy obvia, ¡Ella no salia con nadie de su clase ni les hablaba! Podía ser a unos cuatro pelados pero no lo hacia — Al parecer esas citas con él psicólogo hacen efecto, esta vez si, ahora te relacionas con chicos de tu edad, antes eramos solo nosotros tres, mira no mas, seguirás en citas hasta terminar él año, ve a habitación no molestes a Nam

Ella asintió incrédula, ¿Le creyó de verdad? Cuando piso su habitación él peso de sus hombros decayó, puso pasador y con su bolso se fue a sentar en la cama, la abrió mirando él bento que traía adentro metido entre cuadernos y libros, tenía miedo que la descubrieran, mas ahora que debía esperar para hablar con Lee Donghae sobre la situación. Cada vez mas pensaba en que si estaba loca.