Capitulo 5

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POV Yukiko

Maldición, esto es malo. Esto es muy malo. Pensé.

Aquel cazador de aretes estaba justo bajo del arbol en el que me encuentro escondida buscandome, tiene su katana sostenida por ambas manos esperando cualquier error por mi parte.

Mi cuerpo temblaba, no entendía por qué cada rincón de mi ser temblaba de miedo cada vez que veía a ese muchacho frente a mi.
Mantuve la respiración lo más que pude para que no me sintiera, pero al estar tan concentrada en aquello no me di cuenta que una pequeña rama estaba por crujir bajo de mi pie.
Al moverme solo unos centimetros para no perderlo de vista, el peso de mi cuerpo hizo que aquella rama crujiera.

Inmediatamente el cazador levantó su mirada clavando sus ojos sobre el arbol en que me encontraba, pero yo estaba tan arriba y tan escondida entre las hojas que no me vería a simple vista.
Hasta allí creí tener una oportunidad, el chiquillo tomó su katana ahora solo con una mano y la guardó en su funda, podría ser que realmente tengo una oportunidad, pero antes de que pudiese relajarme, él tomó velocidad y se lanzó hacia el árbol queriendo treparlo.

Maldición, maldición, maldición. Pensé.

Sí me encuentra estare perdida, no puedo luchar así, no bajo la luz del sol.
Es injusto, esto es muy injusto.

Comencé a desesperarme a medida que él seguía trepando por el tronco del árbol, por suerte el árbol que elegí era lo bastante largo para que me de unos minutos más de vida, pero él estaba tan determinado a encontrarme que no se detenía en su cacería.

Estaba a unos cuantos metros de mí y yo cerré mis ojos esperando ser encontrada, he estado tratando de no dejar salir tanto de mi olor, es una vieja tecnica que uso en contra de los cazadores, he sabido que tienen particulares habilidades.
Por primera vez en muchos años volví a sentirme indefensa y vulnerable.

Lo merezco, pensé.

- ¡Companchiro! - la voz de otro joven provocó que el pelirojo se sobresaltara y detuviese su andar - ¡¿Qué estas haciendo?! - le gritó al verlo trepado en el arbol - Menitsu está llorando desde que te fuiste - le gritó al cazador.

Sentí que la calma volvía a mi, una pequeña sonrisa se dibujó en mi rostro al ver que si tenía una nueva oportunidad.

- ¡Les dije que se fueran! - la voz del chiquillo pelirojo estremecía cada parte de mi cuerpo, la ira en su voz y los gritos que quedaron ahogados en su garganta era algo que hasta a mi me provocaba culpa - ¡Ella está aqui! ¡La puedo oler! - ante sus palabras abrí mis ojos de par en par, el miedo se volvio a apoderar de mi ser al saber que ahora serían dos cazadores que me han encontrado.

- ¡No digas tonteras!, Hay luz del sol, ya estaría muerta de ser así - por favor, por favor trata de convencerlo...haz que se vaya...

- ¡No me ire hasta revisar cada rincón de este lugar! - él estaba decidido a terminar con mi vida. Maldición Muzan, por qué tenías que entrometerte en la batalla.

- Entonces...- el otro muchacho hizo una pausa tomando aire y luego formar una extraña postura - ¡Te demostrare que te equivocas! - le grito mientras respiraba con profundidad y concentración.

Espera...¿Está tratando de encontrarme?

Debo hacer algo, debo actuar ya...¡Piensa, Yukiko, piensa!.

Rápidamente saqué mi abrigo que me cubría de unos pequeños rayos del sol que tocaban mi cuerpo, mientras hacía esto instantaneamente pequeñas heridas comenzaron a aparecer en mi.
Lancé mi abrigo en dirección al muchacho que seguía trepando y logre darle en el rostro para cubrir sus ojos y huir.
Salté con extrema velocidad hacia otro árbol mientras los rayos de la luz del sol que lograban alcanzarme iban dejando huellas en mi cuerpo.

Los gritos de furía de aquel muchacho venían tras de mi acompañado de su compañero.
Cada vez las quemaduras iban afectando más mi velocidad, me dificultaba saltar entre los arboles y en cualquier momento caería al suelo derrotada por las quemaduras.
Logré saltar un par de árboles más cuando aquello sucedió.

Ya está, lo intente.

Iba cayendo del último árbol al que había podido saltar, pues mi cuerpo ya no estaba respondiendo.
Cerré mis ojos esperando el impacto, pero aquello nunca ocurrió.
Sentí unos largos brazos tomarme en el aire mientras unos finos copos de hielo caían sobre nosotros.

Ésta técnica...

- Douma...- susurré y cerré mis ojos rendida por el dolor de las quemaduras.

POV Narrador

El rubio había sido enviado por Muzan, el mayor le ordenó que fuese por Yukiko. Sabía que la situación se complicaría para ella, asi que el demonio partió rapidamente en su búsqueda.

Llegó justo a tiempo, el peculiar aroma de la muchacha le guió hacía dónde había huído.
Pudo sentir además a los cazadores que la estaban siguiendo, pero no tenía tiempo para matarlos.
El sol era un arma que tenía a ambos demonios en desventaja.

Douma escondido entre las sombras logró seguir el paso de Yukiko, captó que la chica se estaba debilitando y tuvo que saltar con fuerza para poder tomarla en el aire antes de que ella tocara la tierra.

Hizo uso de una de sus habilidades menos comunes, formó sobre ellos una fina capa de copos de nieve, pero sabía que aquello era débil y solo soportaría unos minutos, los cuales utilizaría para sacar a Yukiko de aquel lugar.

El demonio cargaba a la chica en sus brazos mientras seguía moviendose entre las sombras, cada vez sentía a los cazadores más lejos, se sintió aliviado ante tal descubrimiento, pero al ver las heridas en el cuerpo de Yukiko juró que volvería lo más pronto posible para matarlos.

- Estarás bien - le susurró dejandola en la pared de una cueva.
Tras haber recorrido todo el bosque entre las sombras, Douma dio con una quebrada que le llevaba a una muy escondida cueva.
Pudo entrar junto a Yukiko y la dejó recostada en la pared. La observó detenidamente y vio como algunas heridas se expandían más en ella.
El demonio llevó su mano a la altura de su cabeza desordenando su rubio cabello mientras se preguntaba qué hacer.

Aquella chica era la única que realmente le importaba y no dejaría que muriese frente a él.

- Solo la sangre de Muzan podría salvarla...- susurró buscando un plan, pero pronto pensó lo que sería más obvio - y yo tengo mucha de su sangre - susurró esperanzado con las mejillas coloradas, pues había pensado en la forma "perfecta" para entregarle su sangre.

Douma mordió su propio brazo y succionó bastante sangre la cual mantuvo en su boca, con su mano abrió un poco los labios de Yukiko y los juntó con los suyos para entregarle la sangre que se había extraido. Aunque era una forma de salvarla, él disfrutaba la sensación como sí se tratase de un apasionado beso.

El demonio tenía sus ojos cerrados mientras seguía uniendo sus labios a los de Yukiko. Sintió que el cuerpo de ella comenzaba a estremecerse y eso le obligó a que abriera los ojos.
No pudo evitar sobresaltarse al ver los ojos de Yukiko abiertos de par en par frente a él por aquel beso.

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PERDOOOOOOOON por la demora :c en verdad lo siento, andaba de viaje y quede full desconectada :((( pero he vuelto!

Sé que me he excusado en mis otros fanfics también, pero no está mal hacerlo jiji

Espero que les haya gustado el capi ♡

Muchas gracias por todo!

Una luz en la oscuridad / TanjiroxTu *Finalizada*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora