Crónicas de alguien como tú

Preguntas al viento

Qué sentido se le encuentra a la vida cuando se cree necesaria la compañía de alguien que simplemente no desea estar contigo, que estupidez del ser humano depender de aquellos que nos rodean, tan simple que es la vida y nosotros carajo como no la complicamos.
Entre mis días cotidianos y ese domingo melancólico donde aparentemente se tiene todo pero por dentro sientes que no tienes nada, me preguntaba repetidamente; ¿Qué es lo que me faltaba? Sería mi forma de ser tan loca y perversa, mi humor que va y viene como las olas del mar, tan impredecible, cambiante o mi físico que durante meses había trabajado en auto destruirlo. Porque no fui suficiente, ¿Acaso no soy suficiente?, ¿Acaso nadie podrá amar mis cicatrices, mis miedos, mi locura o mi afán por ser una ardilla parlanchina que habla al viento y escucha con atención deseando que alguien la escuche de la misma manera?.
Esa noche solo me podía percatar de la tremenda situación jodida en la que muchos hemos estado, queriendo compensar ese vacío qué tal vez no tengamos, ¿Quien lo sabe?, ¿Quien dice que necesitamos a ese alguien? , ¿Quien nos comprueba que la plenitud de la vida se tiene al encontrar la media naranja? Y ¿Quien diablos compara la felicidad con un pedazo de fruta?.
Mis preguntas son tantas, mis anhelos son tantos que siempre me prometo a mi misma una vida mejor al iniciar la mañana siguiente, que solo queda en minutos de reflexión antes de dormir, cuando la cordura llega y todo se ve más fácil de alcanzar, pero llega el sueño, ese en el que rebelas tus verdaderos miedos y alegrías logrando que al despertar renueves ese chip que la sociedad se ha encargado de introducirte y vuelvas a el día rutinario donde repites tus malditos hábitos de mierda que solo te llevan al mismo lugar del día anterior.