Chapter Four

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salimos de la cafetería hacia los solitarios pasillos — ¿por que nunca cambian el color de las paredes? — pregunté dirigiéndome bien, era el mismo amarillo chillón que en mi época.

— YeoJin — me llamo jihyo, le presté atención — tengo que felicitarte, lo estas haciendo muy bien.

— ¿bien? Mi mamá odia a mina y mina ni siquiera recuerda el nombre de ella ¿como se supone que lo estoy haciendo bien? — pregunté mirándola, alzando un poco la voz.

— tranquila cariño, no es fácil, pero te diré una cosa, tenés hasta la noche del baile de bienvenida para juntarlas, ellas deben besarse a las doce y diez, ni un minuto más, ni un minuto menos, de lo contrario, desaparecerás — mi corazón dio un vuelco en una curva mortal, creó que estaba empezando a olvidar mi infancia.

— dios ¿cómo voy a lograr eso? Mi propia madre me chamuya — le dije indignada.

— es por que te parecés a Chaeyoung...claro, la Chaeyoung que será esa noche — me dijo y esas palabras fueron desconocidas para mi.

— no entiendo.

— claro que no, sos la hija de mina — dijo. La miré con los ojos entre cerrados — escucha, Chaeyoung era una chica tímida, introvertida y asocial antes de esa noche, esa noche mina la salvo.

— recuerdo la historia: ella salio llorando del gimnasio y mina salio detrás de ella, se besaron y bla, bla, bla — jihyo negó con la cabeza ante mi reacción.

— exacto, empezó a salir con mina y cambio — mire al vacío recordando todas las peleas.

— no lo suficiente — dije nostálgica — jihyo ¿vos pensas...que si lo hago diferente ellas...nunca se divorcien? — ella me miro, levantó mi mentón para que la mirara a los ojos.

— eso nadie lo sabe cariño, eso es parte del presenté y les corresponde arreglarlo a ellas — asiento con los ojos llorosos.

— tengo que irme, ve, ve a hacer lo que debes — escondí mi cara en mis manos y saque las lágrimas. Cuando abrí los ojos ella ya no estaba.

El timbre sonó y una avalancha de gente me azotó contra los casilleros: yo luchaba por abrirme pasó entré la gente, y no veía a mamá, empujaba a personas por aquí y por allá hasta que por fin la vi.

— ma...Chaeyoung — salvé mi error.

— hola YeoJin — dijo y vi que tenia su mochila puesta.

— hola, eh... ¿por que tienes tu mochila? ¿no hay más clases?

— no. hoy ya no hay más clases, es viernes — la tía apareció de la nada.

— ¿lista? ¿vamos a tu casa chae? — preguntó.

— si, ¿quieres venir? — me miró.

— si, igual no tengo a donde ir — me encogí de hombros.

— ¿que quieres decir? — preguntó. Me puse nerviosa, no lo pensé bien antes de decirlo.

— ah...pues que...soy huérfana — solo dije lo primero que se me vino a la cabeza, cerré los ojos al darme cuenta de la tontería que había dicho.

— ¿que? — preguntó mamá afligida.

— pues...si, y me han echado del orfanato por que soy grande y se supone que debería ir con una familia adoptiva pero me escapé — eso, mentirosa profesional, pensé con sarcasmo.

— dios, que horror. Puedes quedarte en mi casa todo el tiempo que necesites — bingo.

— ¿en serio? Gracias — la abrace, ella correspondió mi abrazo. Hace mucho no abrazaba a mi mamá — te quiero — le dije. Pude oír como reía.

— eres muy tierna — me alejé un poco.

— en serio gracias — le Sonreí.

— como quieras — ella sonrió con ése aire de ❝todo va a estar bien❞ parecía tener esa cualidad, esa cualidad de decirte todo con la mirada, mina seria una tonta si no logra verlo.

— ¿ya nos vamos? — preguntó dahyun.

— claro, vamos — dije.

En el camino ellas hablaban de cualquier tontería, jamás la había visto tan feliz, era hermosa cuándo sonreía, tenia una vibra tranquilizante, pacífica pero divertida.

Llegamos luego de caminar unas cuántas cuadras, la casa de la abuela no estaba tan lejos de la escuela como mi casa. Entramos por la puerta de la cocina y ahí estaba la abuela, horneando algo, el aroma a dulce se olía desde lejos, ella se veía muy joven y hermosa.

— abuela — Murmuré. No la había visto desde los siete. Murió de cáncer en los pulmones y volverla a ver fue demasiado para mi. Unas lágrimas se derramaron por mi mejilla.

— ¿estas bien? — me preguntó mamá.

— si, es solo que...nada, no me hagas caso — sequé mis lágrimas y sentí el abrazo de mi madre

— Gracias Chaeyoung — le dije, y ella sonrió.

— mamá — la abuela se volteo agitando su hermoso vestido amarillo — ella es YeoJin, mi nueva amiga.

— un gusto en conocerla — extendí mi mano, la abuela la estrecho sonriendo.

— el gusto es mio, puedes llamarme taehee — le Sonreí.

— ¿se puede quedar ella un tiempo con nosotros? Es huérfana y no tiene dónde ir — le dijo. La abuela se afligió y me miro con ternura.

— quédate el tiempo que quieras cariño — acaricio mi mejilla.

— en serio, gracias a ambas — abracé a mi madre y luego a mi abuela.

Siempre le había pedido a dios un día más para estar con ambas, juntas, como en los viejos tiempos, jamás pensé que fuera posible y menos de esta manera, pero al parecer mi deseo superó todas mis expectativas.

LA HISTORIA DE MIS MADRES » ❛SCY&MMN❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora