Chapter Eight

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— ¿cómo debería empezar? — preguntó mientras pasaba su mano derecha por su cabello alborotado, haciéndolo hacia atrás.

— no se — musite llevando mi mano derecha a mi barbilla en posé pensativa.

Y luego recordé, mamá me había contado una historia, la primera vez que Mina le pareció atractiva fue en una fiesta que organizaba una compañera del colegio llamada JeongYeon. ¡Bravo YeoJin Por Fin Pensaste! — invita la a. La fiesta de JeongYeon, por lo que se es mañana.

— ¿y aceptara?

— la convenceré — me encogí de hombros.

— está bien — dijo y yo sonreí.

— invítala mañana, en el almuerzo — aconseje.

— ¿estas segura que no voy a terminar con una ensalada de pollo en la cabeza? — yo reí. Probablemente.

— no, pesada, me iré ahora — me giré y caminé para volver con las chicas. — ah, otra cosa — me volví para mirarla de nuevo — en el futuro, no digas que lo sientes, si no estas dispuesta a hacer nada para cambiarlo, por que es un más bien no me importa — ella asintió algo avergonzada y yo volví a mi sitió. Me senté junto a mamá y más allá estaba la tía Dahyun, en frente de JungKook sobre Taehyung.

— ¿de que hablabas con Myoui? — preguntó Dahyun.

— nada, cosas — dije sin darle importancia.

— uh cosas — Taehyung movió sus cejas rítmica mente. Mamá no dijo nada, estaba con la cabeza baja, bebiendo su batido.

— ¿que? ¿ella y yo? No, imposible — les dije. Mamá seguía sin decir nada — no es que sea tonta. No, creo que la subestiman pero nunca podría pasar. No es mi tipo y no lo va ser — deje en claro.

— Taehyung no era mi tipo — dijo Jungkook.

— bueno, eso no puedo negar lo, pero así estamos; Mina es menos el tipo de Chaeyoung que mío — la miré, ella me miro sin expresión. Volvió su mirada al batido.

— esa no me gusta — sólo dijo eso.

— obvio, ni a mi, pero a que es linda — le sonreí.

— ¡Aja! — Dahyun me apuntó con el dedo.

— eso no significa nada, puedo decir que sos linda, que es verdad; pero no por eso me gustas ¿o si? — ella frunció el ceño.

— ok, me ganaste — después de eso se quedó callada.

— entonces, ¿no es linda, chae? — mamá volvió a verme.

— eso supongo — se encogió de hombros.

— ahí esta, no es tan mala. Te compró un licuado y vino muy avergonzada por la que te hizo — le recordé.

— si. Es un ángel de persona. ¿podríamos dejar de hablar de Myoui? Me pone nerviosa — se expresó con un gruñido.

— ¿por que te pone nerviosa? Es solo una chica — pregunte levantando una ceja.

— ah...no es sólo ella.

— ¿acaso todos los chicos de esta mesa te ponen nerviosa? — pregunte una vez más con la ceja levantada — ¿acaso Momo también te pone nerviosa, o Jennie?

— esperó que no — saltó Dahyun pasando la mirada de Chaeyoung a Momo.

— ¡No! — exclamó desesperada.

— más te vale — comentó Dahyun.

— entonces no veo razón para que te pongas nerviosa si no te gusta, a menos que eso sea — me cruce de brazos.

— es intimidante — bajó la mirada revisando sus uñas, tratando de evitar mi mirada.

— estoy de acuerdo, pero yo soy más intimidante — dije.

— no, de eso no hay duda — hizo un mohín. Yo reí. Ella no sabia que yo era la hija de Myoui; si le hubiera dicho algo como eso, me hubiera dicho que estoy loca, definitiva mente, hubiera llamado a la policía si se me hubiera ocurrido decirle que soy su futura hija CON Myoui. Ahora entiendo porque el matrimonio no funciono; no fue un engaño, no fue la economía; fueron las diferencias entre estas dos personas que lograron crear su propia salvación, en un instinto de estar juntas, sin conseguir la gloria. Un desastre total.

— vamos a casa, tengo un montón de tarea que hacer — dijo mamá — ¿te quedas, Dahyun? — la miro. ella tenía la mirada perdida en la sonrisa encantadora de momo, a quién yo había cachado varias veces mirándola.

— si, me quedo un rato más — suspiro mordiendo su labio inferior.

— dios te ayudé, Dahyunnie — mamá dio una palmadita en su hombre y se levantó, me levanté con ella y le di espació para salir.

nos dirigimos a la salida pero antes de salir Mina se giró a vernos y dijo—: Chae nos vemos mañana — para después guiñarle un ojo. yo lo cabía en mi felicidad. todo iba genial, muy pronto volvería a casa con mi, algo cambiada, vida.

— ¿y a está que mosco le pico? — susurró mamá. saliendo junto a mi por la puerta después de sólo sonreirle nerviosamente.

— el mosco de la sinceridad y gentileza.

— pues, ya era hora — dijo, yo reí.

— ¿si te invita a salir? — pregunté como quien no quiere la cosa.

— ya, pero en el remoto caso, hipotéticamente hablando... — ella miro el pavimentó con inexpresivo semblante. — YeoJin, las personas como ella no salen con las personas como yo. por mucho que quisiéramos, lo cual no es nuestro caso, no funcionaria — pues tenía razón, lo suyo no funciono.

LA HISTORIA DE MIS MADRES » ❛SCY&MMN❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora