Capítulo 1

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POV Inés.

7:30. El despertador sonó indicándome que ya era hora de levantarme pero como era de costumbre me retorcí en mis sabanas pidiéndole a la nada cinco minutos más. Los minutos de paz se acabaron cuando cogí el móvil y vi el recordatorio de que hoy tenia debate electoral. Decidí levantarme y dirigirme a la ducha para poder repasar mentalmente lo que expondría esta noche, lo había preparado muchísimo pero no podía evitar ponerme nerviosa cada vez que las cámaras se ponían delante de mí y más después de mi ruptura con Xavi.

Xavi, suspiré al pensar en él. Desde que lo habíamos dejado me sentía triste e insegura. No quería que nadie viese que me sentía así , quería aparentar que estaba bien y que no me afectaba, supongo que se me daba bien porque eso es lo que creían mis compañeros, mis amigos e incluso mi familia, pero yo no.

Las gotas de agua caían encima de mi cuerpo desnudo mientras yo intentaba vaciar mi mente de todos los pensamientos negativos que habían caído encima de mí mientras pensaba en el que ahora era mi ex pareja. Salí de la ducha para elegir un conjunto de mi armario, opté por una americana rosa , una básica, unos pantalones negros ajustados y unos tacones del mismo color que los pantalones, me ondule el pelo y me maquillé un poco para ocultar cualquier rastro de las ojeras que pudiera tener de la noche anterior. Me dediqué diez segundos para mirarme en el espejo del salón y repetirme a mi misma que hoy sería un gran día.

Salí de casa y me subí al taxi que me llevaría de camino a la sede de Ciudadanos para acabar de ultimar los últimos detalles para el debate. En el trayecto aproveché para cotillear twitter y me fijé en varios usuarios que estaban contentos por qué iban a ver el rencuentro Irenés , siempre me había parecido gracioso pensar que había gente que quería que Irene Montero y yo fuéramos pareja, no pegábamos ni con cola. Como sentía curiosidad sobre el tema me dediqué a indagar sobre lo que decían de nosotras y vi que había un vídeo donde Irene Montero decía que no le atraía nada.

-Será gilipollas. –exclamé en voz alta.- 

- ¿Perdone? – dijo el taxista. – Tierra trágame, y ahora qué explicación le daba yo a este pobre señor.

-Disculpe, estaba leyendo algunos comentarios y no he podido evitar quejarme en alto. – el taxista asintió y yo seguí con mi tarea, me fijé en que hablaban de que existía un blog de nuestra historia de amor y me llamó la atención, así que sin dudarlo busqué el blog y me redirigió a una página que se llamaba Wattpad , descargué la aplicación y me metí en la primera entrada que me salió, empecé a leer y no daba crédito a lo que veían mis ojos, empecé a notar que mis mejillas se volvían cada vez más rojas y tragué saliva.

- Señora, hemos llegado. – Cerré la aplicación y bajé del taxi rápidamente. Me habían hablado de la imaginación que tenía la gente pero nunca imaginé que alguien pudiera tener tanta  imaginación como para escribir ese tipo de cosas , lo peor de todo es que solo me había leído un par de capítulos. Por una parte no quería leer nada más que tuviera que ver con mi historia de amor con Irene, pero por la otra sentía una gran curiosidad en como seguía esa historia, fuera como fuera ahora mismo tenía una reunión y tenía que centrarme, respiré hondo y entré en la sede.

Las horas avanzaban más rápido de lo que pensaba,  durante todo el día había preparado las intervenciones que tendría en el debate una por una. Ahora me encontraba ya en  los platos de rtve y tenía bastante tiempo de antelación, decidí ir a por un café y repase una vez más todo lo que quería decir esa misma noche,  cuando ya las tenía todas las ideas aclaradas quise desconectar un poco y decidí que la mejor forma de hacerlo era continuando con mi historia de amor con Irene Montero. Me senté en la mesa de los invitados y saqué mi teléfono, no quería admitirlo pero estaba enganchada a ese pasatiempo, me entretenía y despertaba partes en mí interior que creía tener apagadas. Seguí leyendo y llegué a una escena bastante subida de tono, estaba completamente colorada y acalorada. Irene Montero me estaba haciendo el amor y por un momento me permití imaginar esa escena, cerré los ojos cuando una voz conocida se coló en mis pensamientos.

-Vaya, ya veo que a Inés Arrimadas también le gusta llegar con tiempo.

MI ÚNICA RAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora