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–– ¡Muchas gracias por venir! –– El de menor estatura hizo varias reverencias a ambos señores que sonreían encantados por el pelirosa.

–– Muchas gracias a ustedes por invitarnos. JiMin, querido, siempre sentí dentro de mi instinto de madre que tu y mi pequeño siempre estarían juntos. ¡Y mira ahora! Comprometidos...  creo que seré la más feliz de todas cuando los presente a mis amigas. –– La madre de SeokJin tocó sus mejillas imaginando lo hermoso que sería verlos en su boda, lo feliz que su hijo ahora era, lo realizado en su carrera, no le importaba si había comentarios homofóbicos a su alrededor, ella mil veces prefería ver a su pequeño SeokJin con una enorme sonrisa en su rostro. –– JiMin, a la otra me encantaría reunirme con tu madre. ––

–– Madre, juro que haré muy feliz a su hijo –– JiMin sonrió y el mayor lo tomó disimuladamente entrelazando sus meñiques. –– Estoy tan impactado que no le he dicho la noticia, pero con gusto tendremos una cena más formal –– ambos menores se miraron con cariño bajo la presencia enternecida de los padres del rubio.

–– Estoy segura de ello mi pequeño Hijo. ––Ahora JiMin era parte de la familia y los padres de SeokJin se lo estaban dejando más que claro.  Las cuatro personas salieron fuera del edificio hasta llegar al auto del par de esposos, para la sorpresa de todos este no encendía.

–– Debe haberse averiado, ¡Ah! Por los dioses, tal ves deberíamos ir a un hotel, querida. –– El padre del mayor miro a su esposa y ella ascintio pero a SeokJin no le gustaba esa idea, sus padres provenían de una familia muy bien acomodada, estaban acostumbrados a muchos lujos que seguramente no sería cómodo estar en un hotel, y aunque SeokJin era hijo de padres con mucho dinero, trabajo muy duro para poder conseguir todo lo que el quería, su trabajo de mesero no le dejaba mucho, pero aún así jamás desistió y como regalo de cumpleaños hacia JiMin sus padres habían puesto la  mitad del auto que era para el menor.

–– Padre, ¿qué tal si los llevamos en el auto? ––dijo SeokJin, el señor de cabellos canos  se lo medito un momento para después mirar al pelirosa.

–– ¿No sería ya mucha molestia? ––  El menor negó repetidas veces, la familia de su novio era demasiado educada  y amable.

–– Por favor, déjenos llevarlos, deben estar cansados. –– Todos entraron al lujoso auto de color negro y se abrocharon los cinturones. SeokJin iba al volante y JiMin a su lado como copiloto.

–– Llegaremos en un santiamén –– Dijo el rubio poniendo en marcha el auto.

Al llegar a la carretera la velocidad iba subiendo y un sonido extraño que provenía de afuera alertó al menor, quiso frenar repetidas veces pero no servía el pedal, comenzó a entrar en pánico al ver otros carros avanzando hacia el y una curva de la cual no estaba seguro la podría lograr pasar, necesitaba bajar la velocidad o se volcarian.

Todo fue tan rápido,  el auto cayendo en desventaja por un precipicio de troncos  y piedras enormes, sonidos huecos del exterior,luces por donde quiera y sangre, mucha... demasiada sangre. El pelirosa levanto su cabeza desconcertado, no podía escuchar nada  y sus párpados pesaban, su cabeza estaba recostada sobre el vidrio de la puerta, sintió el líquido caliente bajarle por el rostro y con su mano temblorosa la paso por su rostro pintandola de carmesí. Viro confundido hacia el mayor que reposaba su cabeza en el volante, sus manos caían a sus costados y tenia sangre en la mayor parte de su rostro.  Alzo su mano intentando alcanzarlo pero la puerta del copiloto se abrió asustando pues su vista borrosa no le permitía ver más allá.

Con fuerza fue jalado fuera del auto, su cuerpo estaba tan débil que solo se dejó ser arrastrado por aquella persona mientras seguia buscando con la mirada a SeokJin, enfocó su vista al anillo que llevaba en su mano izquierda, estaba bañado en rojo oscureciendo los diamantitos azules, quiso llorar, pero solo sollozos ahogados salían de su garganta.

Necesitaba ayudar a su novio, pateo torpemente las manos de la persona que lo jalaba de las piernas y quiso arrastrarse de nuevo al auto, pero lo volvieron a tirar, estaba tan asustado y a la ves tan lastimado que su cuerpo le dolía por las heridas del accidente, las hojas y la tierra se pegaban en su nivea piel que ahora estaba estropeada por los rasguños de las ramas y las rocas. Lucho lo más que pudo antes de perder la conciencia.

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El sol calaba sobre sus ojos, parpadeo varias veces hasta enfocar su vista en el techo echo de madera, quizo moverse pero le era imposible algo le aferraba contra la fria mesa metálica donde se encontraba, escucho unos pasos acercarse y se tensó al sentir unos largos dedos cerca de su muslo, levanto la cabeza divisando al moreno que le sonreía rerorcidamente.

–– Hasta que despiertas, pastelito. Te juro que pensé que no ibas a sobrevivir después de un rato, te estabas poniendo tan pálido que enserio temí que se me hubiera pasado la mano –– Río roncamente procando un escalofrío por la columna vertebral del menor.  —– ¿Sabes? Tal vez si me pase un poco, jamás pensé que todos se irían en el auto, la finalidad de esto era que solo SeokJin y sus padres sufrieran, pero te entrometiste. –– JiMin le miraba con confusión, debía estar alucinando seguro. –– Debes estar así de confundido por el medicamento, te explico.  Yo provoque el accidente, y también te salvé, es que.... te estabas desangrando mucho pastelito, si esperaba a que llegaran los paramédicos seguro no te ibas a salvar, así que, te traje aquí para curarte, pero, cuando volvamos tienes que decirle a Yoongi que hice cosas malas contigo.  ¿entiendes? –– El mayor pasaba descaradamente su mano por las piernas desnudas del menor, este no podía hablar porque tenía amordazada su boca, mucho menos moverse pues estaba bien atado a la mesa. –– Escucha, quise convencer a Yoongi de cortejarte de manera decente pero el no quería –– Dio un golpe sobre la mesa haciendo al pelirosa saltar. –– Yo te quiero bien JiMin, enserio, tal ves esto te parezca muy muy extremista, pero tu primo siempre quiere hacer las cosas a su manera. Y como no le obedeciste mira lo que causaste, deberías comenzar a entender que justo  ahora  tu ya no eres un alma libre, me perteneces, nos perteneces, a Yoongi y a mi. –– Acaricio los rosados cabellos del menor y vio en sus ojos el terror, de manera inconsciente hizo un mohin con sus labios, odiaba ver a JiMin tan asustado, pero todo esto era necesario para que el entendiera su lugar. –– Escúchame amor mío, no cometas más estupideces. Nadie se puede enterar de lo que pasó, como póliza de ello ya le dejé un regalo a SeokJin en su hogar, bueno, si es que sobrevive. –– El mayor beso la frente del pelirosa y salio  en busca de una soga provisional.

Para poder sacarlo de esa cabaña NamJoon tuvo que sacar a JiMin amarrado, lo recostó en el asiento de atrás y manejo con cuidado de que no se golpeara.  Llego al estacionamiento de madrugada y lo dejo allí,  sentado hasta que un paramédico lo encontró y rápidamente fue transferido a una habitación.

Cuando JiMin despertó lo primero que hizo fue preguntar por su prometido, el médico que le atendió le comunicó del estado grave en el que se encontraba y a como pudo fue a buscarlo a la habitación donde lo tenían.

Su cuerpo débil se desplomó sobre la silla metálica que estaba de lado del cuerpo inerte del mayor, estaba durmiendo profundamente, el golpe había sido demasiado fuerte, tanto que pensaban que el rubio jamás despertaría. Los doctores le comunicaron que si no despertaba en las próximas veinticuatro horas  tal ves quedaría en estado de coma, el pelirosa tomo la mano del mayor y acaricio con sus pulgares su tersa piel, comenzando  a sollozar fuertemente por la angustia.

Las enfermeras lo querían enviar a su habitación pero el se negó, el suero que colgaba de su brazo estaba ajustado en el mismo poste que el de su mayor, y después de tanto llorar se quedó dormido tomando la mano de su amado. No quería irse, no quería hablar con nadie  y dentro de él crecía el miedo de que Yoongi regresara y lo apartara de SeokJin, porque ahora más que nunca creía en las amenazas que su primo le había lanzado.

–– Cariño, Seoki, estoy aquí, por favor despierta, porfavor huye conmigo y no dejemos huellas. –– tallo con su mano libre sus ojos irritados por el llando y continuo –– Necesito protegerte. No permitiré que te vuelvan a poner una mano encima. A-Asi... Así tenga que ceder, no dejare que te lastimen más. ––   beso los labios agrietados del mayor y comenzó a llorar, justo cuando pensaba que ya no podría hacerlo más, un torrencial de agua salada se desbordó por sus ojos.  –– Tienes que despertar, Porfavor, Porfavor, no me dejes en este infierno. ––

Y el infierno para JiMin apenas comenzaba.







Stalker. [Kim SeokJin x BTS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora