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El pelirosa entró cuidadosamente por la puerta, el mismísimo  Yoongi le había enseñado a abrirlas cuando ambos eran adolescentes y se escapaban de la casa de su madre por las noches para ir a fumar marihuana en el edificio  baldío cercas de su hogar, la mamá de Yoongi solía tener el sueño muy pesado, y por esa razón, en ocasiones  encerraba al menor con llave ya que sabía de que era capaz el pelinegro,  JiMin era alguien más tranquilo, pero estar en casa del mayor le transformaba al punto que hacía locuras junto a su primo. Para JiMin, su primo era alguien de quien aprender porque el lo veía como un ser de inteligencia suprema. Ahora, el mismo pelirosa estaba utilizando esa inteligencia contra del mayor.

Sostuvo con más fuerza el arma entre sus manos y se preparó para subir las escaleras, sus pisadas seguían siendo silenciosas  hasta que llegó a la habitación del pelinegro –– todo acabará aquí y ahora –– pensó. Abrió lentamente la puerta mirando a su primo dormido con su pijama de color verde, y justo al momento que iba a tirar del gatillo sintió un fuerte  golpe en la cabeza, quiso pararse, ver que había pasado pero el fuerte moreno le dio la vuelta y JiMin solo intentaba enfocar su vista en el contrario, el golpe enserio había sido fuerte y mientras era arrastrado escaleras abajo pudo divisar la silueta de su primo bajar tras de el, parecía calmado, apacible por el sueño, los pies del pelinegro  se manchaban levemente por la sangre que el menor iba dejando sobre el suelo.

–– ¿Como se supone que entro? –– Se quejó Namjoon  mientras cargaba el pequeño cuerpo y lo subía a una mesa metálica en el sótano, el menor pataleo intentando levantarse pero el mayor le dio otro golpe en la cara que lo dejó noqueado.

–– Es muy escurridizo, es todo. –– Yoongi sabia que algo le había quedado al menor de aquellas salidas y entradas a las tiendas de autoservicio donde solían hacer de las suyas  y sonrio de manera inconsciente. Se sentó en la silla cerca de la mesa mirando a detalle las facciones del pelirosa, la sangre que salía de su nariz y sus largas pestañas. Buscó con la mirada la cajetilla de cigarrillos y tomó uno encendiendolo y aspirando de golpe, sus pulmones llenándose de aquel humo que sacó por sus fosas nasales. –– Namjoon, necesito que me prometas algo, puedes torturarlo, hacer con el lo que desees, pero no lo vayas a matar ¿escuchaste? O yo mismo voy a hacer que supliques piedad como la escoria que se que eres. ––

El más alto le miro por unos segundos antes de comenzar a atar las muñecas de JiMin y sus tobillos con una cuerda. –– Seria incapaz de matar a mi príncipe –– Susurro casi inaudible.

El pelinegro tomó el brazo de Namjoon presionandole con fuerza. –– Hablo enserio. ––  El de piel morena se soltó del agarre bruscamente, haciendo un gesto con la nariz al sentir el aroma a tabaco. –– Apenas le dieron de alta, así que se gentil con el. ––

El menor suspiro pesado mirando los oscuros orbes del pelinegro ––  ¿Desde cuánto te importa tanto?  ––

–– Desde siempre. No seas estupido, una cosa muy diferente es que el no es obediente. Si lo fuera, en mi vida dejaba que le tocaras un cabello. ––  Musito, casi con odio el mayor de todos, su mirada desafiante ante aquel alto chico que se le veía bastante indignado con aquella confección.

–– La ventaja,  es que solo nos utilizamos mutuamente –– Sonrío cínicamente,  aveces Yoongi llegaba a artarle.

––Exactamente,  ahora ayúdame a llevarlo a casa.–– Namjoon no se quejo, solo levanto el cuerpo de JiMin sobre su hombro y comenzó a caminar con él escaleras arriba, sabía que Yoongi no estaba de humor como para pedirle aquella petición, el pensaba que tal ves le concedería un momento con el pelirosa,  pero se equivocaba.

Ambos entraron al auto con el cuerpo del menor en los asientos traseros. El camino fue realmente incómodo, Yoongi manejaba viendo momentáneamente por el retrovisor a su primo mientras el contrario  solo se limitaba a ver por la ventana. Llegando al departamento del menor solo el pelinegro cargó al pelirosa hasta dejarlo sobre su cama, dejó un pequeño beso en su frente y justo antes de salir el pequeño cuerpo de JiMin comenzó a moverse por sobre la cama.

–– ¿P-Porque? –– Susurro limpiando la sangre seca de su nariz –– ¿Porque me defiendes de él cuando sabemos que lo único que quieres es lastimarme? –– Se levantó de la cama llendo lentamente hacia su mayor que se encontraba aún en el marco de la puerta. –– ¿Porque me has tratado de la mierda desde que volviste? –– Sus ojos color avellana estaban comenzando a brillar por las lágrimas acumuladas en sus ojos.

–– Estuviste despierto todo este tiempo ¿cierto? ¿Porque dejaste que te atara si estabas consciente? –– Recargo su cuerpo sobre aquel marco de manera, mirando fijamente al contrario que parecía un cachorrito.

–– No pensé..... jamás pensé que dejarías que me tocara.... t-tu no eres así... ––  Con sumo cuidado tomo el brazo del pelinegro, tal y como lo hacía cuando era más pequeño y quería llamar la atención de Yoongi –– Yoonie, Por favor, no se que esta sucediendo, pero tu no eres así.... tu solías cuidarme,  siempre. ––

El mayor le miraba sin ninguna expresión, dentro de él sentia que lo que hacía estaba bien, ¿pero que podía hacer? estaba enamorado, desde hace años atrás no podía quitarse eso de la cabeza como si fuera un virus afectando toda su razón humana.

–– Solo te pedí un favor y no quisiste obedecerme JiMin –– Con la misma curia se soltó del agarre del menor pero este, más empeñado que nunca lo tomo con fuerza,  sus delgados y pequeños dedos aplicando presión sobre la blanquecina piel contraria. –– Sueltame..... Quiero que entiendas algo, mientras más te interpongas en mi camino, más difícil será para ti. Y para mi.... el echo de dañarte. ––

–– No puedo dejar que hieras a SeokJin ––  El mayor miraba sus ojos suplicantes y allí comprendió todo, mientras más alejado estuviera su primo de Namjoon, más seguro estaría,  tanto de él, como de aquel chico que esperaba impaciente en el auto. Así que con todas sus fuerzas golpeó el rostro  contrario que ya estaba rojizo por la sangre molida. Uno, dos,  tres puñetazos y el menor comenzó a temblar bajo su cuerpo.

–– Aléjate de mi JiMin, antes de que sea tarde...–– Y salió de aquella habitación dejando a la sangre de su sangre, tirado en el piso, tocando las abolladuras de su cara y el corazón quebrado en mil pedazos.

Stalker. [Kim SeokJin x BTS ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora