JIMIN
•—Seokjin regresó de Francia, ya que está en el país podríamos pedirle que nos consiga un trabajo.
—Me agrada la idea, justo hace unas semanas mi mamá enfermó y tuvo que dejar el trabajo, tengo ganas de apoyar en algo.
—Va a ser difícil para tí, ya sabes que casi todos los trabajos cubren la hora de las cinco —asentí con la cabeza—, además a él no le va a gustar saber que vas a trabajar.
—Tendrá que entenderlo. Ayer discutimos otra vez, ya sabe de mi jefe de grupo.
—Jimin...
—Es difícil para mí, Taehyung, no imaginas lo mal que me siento al verlo con esa niña, aveces sólo quiero olvidarlo todo y terminar con esta mentira. Tú sabes que a mí no me importa ser juzgado, pero a él le importa más de lo que parece...
Taehyung negó con la cabeza y revolvió mi cabello, no seguimos hablando del tema, caminamos por el patio otro rato más hasta que me quise detener para comprar una botella de agua.
—Chicos —sonreí al escuchar la voz de Hani—, escuche que Jin volvió, espero que nos invite a ir de compras.
—Tiene la suerte de tener mucho dinero —dije al pagar el agua—. Esta botella para él es nada.
—Lo sé, acordamos en pedirle trabajo. Seokjin es un chico amable, me sorprende conocer a una persona humilde con todo ese dinerito.
—Jin no siempre fue de dinero, un tiempo jugamos de niños en el mismo charco de lodo que él. —Dice Taehyung—. Tuvo la suerte de haber sido buscado para recibir la herencia del padre que nunca conoció.
Miré a Jungkook pasar junto a su novia, desvié la mirada enseguida y le pedí a los chicos que nos movieramos de lugar. Reprimir los sentimientos durante el día era lo más difícil de todo, el simple hecho de actuar como completos desconocidos, al pasar simular una sonrisa y callar el palpitar del corazón, me destruía mentalmente.
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—Hola, bebé.
Me dió un corto beso y se sentó conmigo.
—¿Por qué estás tan serio?
Todo se había moldeado perfectamente para mí, justamente era Viernes, le contaría absolutamente todo.
—Por nada, Kookie —sonreí—, hoy es viernes, traje dulces para oír tus anécdotas.
—Genial, hoy me uní a béisbol, Sana insistió mucho en que lo hiciera así que fue espontáneo...
En ese momento me sentí celoso al saber lo mucho que ella influia en Jungkook, él detestó en el pasado ese deporte y ahora lo practicaría por influencia de Sana. Era razonable, Sana estaba todo el día con él, de una u otra manera Jungkook debía tener afecto por ella.
Escuché con atención lo que me platicaba mientras masajeaba la pequeña cabeza de Quesito, el perro.
—¿A tí cómo te ha ido?
—Bien, Jin volvió de Francia, de hecho hay algo que te tengo que contar. —Juguetee un poco con el pelo de Quesito, acción notada por él, suelo hacer ese tipo de cosas cuando estoy nervioso—. Te conté que mi mamá enfermó y dejó el trabajo.
—Sí, lo recuerdo muy bien, Minnie.
—Le voy a pedir a Jin que me consiga un trabajo, buscaré lo que menos interfiera en nosotros —me separé del perro y tomé el rostro de mi novio entre mis manos—, mírame, Kook.
—Jimin, prometiste que no ibas a trabajar —habla en un susurro.
—Tengo que hacerlo, la estoy pasando muy mal y quiero ayudar a mis papás en los gastos.
—Pero...
—Prometo no descuidar la escuela, amor.
Jin ya me había contado de un pequeño trabajo. Sería en una farmacia cercana a mi casa, un trabajo de siete de la tarde a media noche. La paga era realmente buena, pero aceptar el trabajo implicaba algo muy importante para mí, y eso era dejar de hacer mi mayor pasión un largo rato.
Era no bailar o no ver a Jungkook.
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UNA HORA [KM] "PAUSADA"
Teen Fiction[PAUSADA POR TIEMPO INDEFINIDO] Donde Jungkook tiene una hermosa novia y la vida de cualquier adolescente normal, pero cada día se reúne durante una hora con Jimin, el verdadero chico de sus sueños. ¿Qué se hace cuando se vive en un mundo lleno de p...