Capítulo 3: Tercera vida

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De nuevo transcurrieron incontables primaveras. El sol se ocultó y salió muchas veces. La nieve cayó sobre la tierra helada, volviéndola inmaculada y preciosa, pura. Los otoños llegaron, hermosos, a colorear todo de naranja y rojo y el calor en verano aumentó considerablemente. Algo llamado modernidad llegó, la actualidad es extraña, avanzada, impersonal, egoísta. Han habido algunas guerras, han surgido extrañas organizaciones para la supuesta beneficencia mundial, ha aparecido lo que ahora llaman "tecnología". La humanidad avanza a pasos agigantados, y yo me sorprendo con nada nuevo objeto que aparece en el mundo, con cada artefacto que lleva comodidad a tu raza. Todo es tan distinto, todo ha cambiado demasiado. 

Las construcciones arquitectónicas son modernas, gigantes, grises y de enormes ventanas. Los centros de salud se han visto empapados de avances tecnológicos increíbles que promueven la salud y ayudan a detectar enfermedades de una manera tan eficaz que es casi increíble. Ahora hay muchos autos que ayudan a las personas a movilizarse, dejando atrás los caballos y los burros. Ya no hay carretas, ni palanquines. Ahora hay motos, hay bicicletas, patinetas y patines, hay aviones, hay helicópteros y barcos. Es todo tan nuevo, tan fascinante. 

Me pediste que encontrara un pasatiempo que me llenara y distrajera, y, efectivamente, lo he hallado. Encuentro refugio en la música y en la escritura. ¿Sabes? Me siento encantado por la melodía que sale de los pianos, de las guitarras, de las baterías. Creo que si fuera un joven humano de 17 años sería todo un rebelde, un conquistador y un chico popular. Se me da bastante bien esto de ser músico, me gusta la sensación de tener cuerdas entre mis dedos, piezas blancas y negras bajo ellos o un par de baquetas bien sujetas que llevarán sonidos fuertes que gritan mi anhelo. Es agradable, me distrae y me da un algo por lo cual continuar. 

He viajado por el mundo llevando música a los lugares más remotos, me he vuelto algo famoso. También he incursionado en el mundo de los negocios y he formado varias compañías. Mi experiencia tan larga e infinita me ha dejado en una posición económica bastante deseable, también he hecho algunos programas de entretenimiento. ¡He tenido papeles importantes y de gran renombre en doramas famosos! ¿Puedes creerlo? Yo todavía no. 

Park ChanYeol es un hombre exitoso, reconocido, famoso y millonario. Con una inmensa familia, incontables descendientes nuestros que no puedo numerar y a los cuales conozco al completo. Tengo muchas cosas, muchas personas me quieren, formé algunas fundaciones para ayudar a las personas de bajos recursos, abrí varios restaurantes, entre ellos, cinco comunitarios, promuevo algunas campañas de vacunación para la gente más necesitada y tengo una escuela pública de artes y música. Park ChanYeol es un gran hombre en la sociedad, pero también está vacío y ciertamente insatisfecho.

Te extraño, me haces mucha falta.

Han pasado muchos años desde que me dijiste adiós por segunda vez. ChanHyun y JiSoo se fueron también, así como varios de nuestros bisnietos y tataranietos, y yo sigo aquí: joven y eterno. 

Es duro vivir así, es duro ver a tu familia morir uno a uno y tú estar atrapado en un mundo y realidad fantasiosas de los que no puedes escapar. Quiero morir yo también, Baek. Quiero descansar y reunirme contigo en lo más alto del cielo, hacerte compañía en el firmamento hermoso, donde sé que estás...

He mandado a construir un estudio especial en mi departamento en Seúl. Ahí mis dedos hacen magia y la creatividad fluye. Te dibujo y te escribo canciones en silencio y en soledad, sentado junto al enorme ventanal que funciona como pared y que da vista a la ciudad y al cielo. Tengo un escritorio grande, porque siempre me encuentro haciendo demasiadas cosas, muchas veces al mismo tiempo, y siempre estoy necesitando espacio. A veces te dibujo con tinta y pinceles, como antes, pero he encontrado maravilloso el coloreado con lápices de colores, acuarelas y bolígrafos. 

Únicamente túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora