➳ capítulo dos.

593 31 17
                                    

❝ Manuel ❞

— amor, ¿en la tarde sale ir a por unos helados?. — susurró Martina a mi lado, hice una mueca, se supone que hoy con Mateo y los pibes nos juntariamos en mi casa.

— creo que no va a salir, hoy me juntare con los pibes. — respondí sin quitar la mirada de mi celular, la mierda no daba más, tenía 10%, me pasa por desvelarme toda la noche y no cargar en celular.

— ¿hablas en serio?. — dijo con bronca, dio un largo suspiro y seguí en lo mío con el celular hasta que sentí que me lo saco de mis manos. —. Nunca tenés tiempo para mí, Manuel. Nunca. — reclamó Martina a lo que me hizo cerrar mis ojos algo agotado.

— boluda, he pasado estos tres últimos días contigo. — dije mientras me tiraba en la mesa cerrando los ojos tratando de dormir, pero Martina me tiró el celular en la cara y se levantó del puesto.

— que fastidio, vos. adiós. — dijo yéndose con su grupo de amigas, suspire frustrado y tomé el celular para guardarlo, mire por toda la Sala y no estaba Mateo, ¿donde estaba este gato?, mi mirada pasó por toda la Sala hasta parar en las penúltimas filas, ahí estaba Brisa. Estaba sonriendo mientras hablaba con Luna, su nueva amiga me habían contado. No sabía que había sido de Brisa desde que la dejé, fue antes de las vacaciones, las pocas veces que la ví, ella estaba lloraba, me dolía verla así, pero sólo podía ignorarla, era lo mejor que podía hacer, de eso trataba de convencerme, no podía correr a ella, no podía, por más que quiera no podía.

Seguí mirando a Brisa, no sabía por cuanto, pero no me importaba el tiempo, podía quedarme a mirarla todo el día y aún así no me cansaría de verla. Ella pareció notar mi mirada, su mirada estaba neutra, aún así se veía linda, tan hermosa como siempre, a medias sonreí un poco mirándola, ella pestaña repentinamente y me sonrió, me sorprendí al verla sonreirme, ya que, siempre recibí puteos de ella y sus amigas, mi sonrisa se agradaba, pero desapareció al ver como la castaña me levantaba el dedo del medio y su sonrisa terminaba en una linea recta, y leí sus labios, decían un directo; jódete.

 Ella pareció notar mi mirada, su mirada estaba neutra, aún así se veía linda, tan hermosa como siempre, a medias sonreí un poco mirándola, ella pestaña repentinamente y me sonrió, me sorprendí al verla sonreirme, ya que, siempre recibí puteos de ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—  es tan linda wacho, pero, linda linda, linda en todos los sentidos, boludo. Y tiene tremendo culote. — escuché a decir Mateo al lado mío, lo mire de reojo y lo ví viendo a Candela mordiendose el labio. No dije nada, sólo le subí más el volúmen a la música. Hoy era un día del orto, estaba exhausto, cansado y sólo quería hecharme a dormir, quizá llorar, no sé wacho, no sé que sentía en estos momentos. — che, ¿me estas escuchando, boludo?.— dijo Mateo pegándome en el hombro que me hizo mirarlo mal, pero al verlo él demostraba preocupación.

—no, ando en otra, boludo. Disculpame. — dije mientras tiraba mi cabello hacía atrás con una cara de orto.

—¿estas bien?, ¿te pasó algo?. — preguntó mi mejor amigo mirándome preocupado, di un largo suspiro para acabar viendo a Brisa, estaba sentada en el suelo junto las pibas, mientras Candela parecía hacerle una trenza, ella parecía cansada, desanimada, tenía ganas de ir y preguntarle qué le pasaba, pero seguro me mandaba directito a la mierda. Saqué mis vista de Brisa para volver a ver a mi amigo, el cual me veía con una mueca al ver que miraba a Brisa, antes de que él dijiera algo lo hice yo primero.

— estoy bien, Mateo.— dije secamente, Mateo hizo una mueca, estoy seguro que no me creyó. — bueno, contame, ¿que pasó entre tú y Candela?. — pregunté pareciendo con más ánimos para no preocuparlo.

— esa flaca me tiene loco, Manu. — dijo Mateo con una sonrisa, sonreí al verlo feliz, me causaba felicidad al ver a mi amigo así, antes pasaba de piba en piba, nada de compromisos, era un gato, pero bueno, pareció que con Candela fue diferente, porque se re engancho de la mina. —. No sé, boludo. No puedo imaginarme con una mina que no sea ella, no me cabe en la cabeza, posta. Todo con ella es lindo, no es como con las otras pibas, no. Cande es Cande. Ella es única, boludo, no sé si me entendes, pero...

— boludo, sí te entiendo. — dije con una forzada sonrisa, la imagen de Brisa pasó por mi mente, sentía exactamente eso y mucho más por ella.

- ahí va mi wacha. - dijo Mateo al ver como Cande se iba por los pasillos vacíos mientras miraba con una sonrisa a mi amigo, ya entendí. — bueno, voy por ella. — dijo Mateo con una sonrisa chasqueando la lengua, reí al verlo irse casi corriendo, pero se dio media vuela antes de irse.—. hay joda en lo de matias este finde, nosotros vamos, si o si, boludo. — me avisó él para después irse corriendo, sonreí al verlo así, se veía como yo hace unos meses, extraño esos meses, podría decir que fueron los mejores, y pudieron a ver muchos más, pero no, la re concha cagué.

vuelve ; replikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora