❝ Brisa ❞
— creo que tengo que cortar lo mío con Mateo. — soltó de un derrepente Candela tomandome por sorpresa, estábamos escondidas en los baños mientras fumabamos un porro en el receso más largo para saltarnos la última clase que es de álgebra.
— ¿por que creés eso?, ¿sos pelotuda, Candela?. — le dije con el ceño fruncido mientras fumaba el porro, ella subió sus hombros mientras fumaba el de ella y yo negué dándole a entender que no estoy de acuerdo con su plan. —. ¿Por qué harías eso?. Boluda, Mateo te hace re bien, es un pibe re piola que lo único que hace es quererte y hacerte feliz. Era alto gato, dejó de serlo, ¿sabes por qué?, porque te prefirió a tí antes que 10 gatas más, boluda. — le dije mientras botaba el humo y ella tenía su mirada baja confusa. —. Yo no soy quien para manejar tu vida, pero te digo la posta, Mateo te hace re bien, Cande. Has cambiado, y para bien, lo único que ha hecho Mateo es traerte maravillas y tú, ¿lo quieres dejar?. — esta vez la rete, y ella hizo un puchero.
— lo quiero, lo quiero demasiado. — confesó ella con un leve sonrojo en sus mejillas, y yo sonreí a medias.
— ¿entonces?.
— me da miedo, Brisa. Miedo a seguir enganchandome cada vez más con él, y después terminar mal. — confesó con una mueca en su cara preocupada, me quedé en silencio mientras fumaba y apareció Manuel en mis pensamientos, él si me dejó mal.
— con miedo no llegaras a ninguna parte, Cande. Sólo dejate llevar, y disfruta lo más que puedas con el pibe, y que todo lo que pase te sirva para seguir aprendiendo, sea bueno o malo. — dije mientras miraba el techo mirando el humo que salió de mi boca hace unos segundos.
— tengo miedo de terminar como tú, Brisa. — confesó Cande bajando la voz, la miré a penas, sus palabras me hicieron pensar, no me molesto, en cambio la entendía. —. ¿Aún lo extrañas?. — preguntó delicadamente, sabiendo que con cualquier forma que lo diga, tendría el mismo efecto el mi, ¿que si lo extrañaba?.
— sí. — confese mientras ponía el porro en mis labios y sentía la mirada triste de mi amiga. —. Piénsalo bien, ¿sólo lo dejarías por miedo?. ¿Le dirás eso o sólo lo dejaras?, dejame decirte que te dejen de la nada cuando todo estaba bien sin ninguna razón, no es nada bonito. — dije haciéndole referencia a lo que hizo Manuel conmigo. Hubo minutos de silencio, sólo se escuchaba como fumabamos, cada una pensaba en sus quilombos, ella en Mateo, y yo en Manuel. Sólo quiero olvidarlo, me hacía daño seguir así.
— hija de puta. — casi grite sobresaltandome con Cande al sentir como abrían la puerta de golpe, pero nos relajamos al ver que era Luna con una risa maliciosa.
— ¿que pasa, gatas? — río ella mientras miraba los porros y subía una ceja, pero su sonrisa paro al ver a Candela algo distraída. — Eu, Mateo te esta buscando. — soltó Luna con una sonrisa que parecía más una mueca, Candela sonrió al instante, se paró del frío piso y botó el porro en el inodoro para tirar la cadena e irse rápidamente. — pelotuda, me hubiera dado el porro a mi. — gruño Luna haciéndome reír, cerro la puerta de golpe y tomó el lugar de Candela mirándome traviesamente.
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Fiksi Penggemar𝒱𝓊𝑒𝓁𝓋𝑒 | ❝ aún te extraño como antes, y aún te pienso como siempre ❞